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Adaptándose a una nueva realidad

El sector minero está trabajando en optimizar sus prácticas productivas, con miras a abordar retos operacionales, como garantizar su suministro de agua y la disposición de sus pasivos.

La importancia de la adaptación al nuevo escenario hídrico, sumado a la necesidad de contar con mecanismos que permitan la gestión y remediación de los pasivos mineros, fueron algunas de las temáticas abordadas en el seminario “Sustentabilidad de la minería en un contexto de cambio global”, que fue organizado por el Advanced Mining Technology Center (AMTC) y Anglo American.

La actividad se inició con las palabras de Javier Ruiz del Solar, director ejecutivo de AMTC, quien resaltó que la minería afronta un escenario de escasez hídrica, ante lo cual la industria ha debido adaptarse, en un contexto en que los diversos actores y usuarios de este recurso deben colaborar en la búsqueda de soluciones. Asimismo, hizo hincapié en el rol de la academia y sus vínculos de cooperación con las empresas, tanto a nivel nacional como internacional.

El especialista expresó que la minería enfrenta múltiples desafíos en materia ambiental, retos que están siendo abordados desde la AMTC.

En esa línea fue la presentación que hizo Santiago Montserrat, investigador asociado del centro, quien dio a conocer un modelo hidrológico integral del Mapocho Alto, iniciativa desarrollada con el apoyo de minera Anglo American, dirigida a evaluar la disponibilidad y química del recurso, junto con realizar una proyección del cambio hidrológico (2030 – 2050).

Manuel Caraballo, en tanto, académico e investigador de la AMTC, sostuvo que desde una perspectiva histórica y general, las aguas del río Mapocho oscilan desde cercanas a la neutralidad con bajo contenido metálico, hasta cercanas a la neutralidad con alto contenido metálico, producto de las mezclas de los cursos de agua Yerba Loca y Molina, destacando que la calidad hídrica muestra importantes variaciones, tanto estacionales como interanuales.

En ese contexto, mencionó que, considerando el efecto esperado del cambio climático en la calidad hídrica de las cuencas andinas, las normas secundarias de calidad deberían ser revisadas al menos cada cinco años.

En tanto, Monserrat agregó que se proyecta para los años secos un empeoramiento de la calidad del agua, debido a que provendrá de las partes más altas, que presentan un mayor componente mineral.

Mejores prácticas hídricas

Ante el escenario de escasez hídrica que se vive en la actualidad, las empresas mineras han procurado integrar mecanismos que permitan disminuir su demanda por el insumo, sumado a la búsqueda de fuentes alternativas del vital elemento.

Es así como Francisco Valdivieso, líder del área Consultoría y Procesos de Arcadis, señaló en el marco del seminario que la industria minera hace tiempo que está trabajando en la adaptación al cambio climático, considerando una menor disponibilidad hídrica, ante lo cual surge de forma relevante la desalinización y la optimización de los procesos mineros, siendo además un aspecto de importancia la gestión del recurso al interior de las cuencas.

Christian Cintolesi, Lead Water – Americas de Anglo American, agregó que en la compañía se están adaptando al nuevo escenario, por medio de un plan que considera: mayores eficiencias en los procesos mineros; realización de soluciones colaborativas con las comunidades; búsqueda de fuentes hídricas alternativas, como aguas residuales; y avanzar en el conocimiento y la reportabilidad.

El ejecutivo destacó que el proyecto Los Bronces Integrado no considera el uso de agua adicional.

Gestión de relaves

Otro de los desafíos que presenta la industria minera en materia ambiental se relaciona con la forma en que lleva a cabo la disposición de sus relaves, considerando que ante la caída en las leyes, las compañías deberán remover un mayor volumen de material.

En ese contexto, fue relevante la presentación de Patrick Byrne, académico e investigador de la Escuela de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad John Moores, de Liverpool, quien expuso las consecuencias que tuvo el evento de rotura de un tranque en 2014 en la Columbia Británica (Canadá), que implicó el derrame de 25 millones de m3 de relave.

En su exposición, el experto comentó que los episodios de fallas en tranques son algo global, aunque no hay consenso respecto de si su ocurrencia ha aumentado en este último tiempo. Dijo que algunos investigadores señalan que los incidentes se han vuelto más habituales, por ejemplo, en los períodos de precios altos de los metales, que implican un mayor dinamismo de la industria.

Patrick Byrne añadió que el cambio climático ha incrementado la cantidad de eventos extremos de lluvias, lo que afecta la integridad de los tranques de relaves, haciendo hincapié en que en más del 20% de las regiones mineras se presentaría un aumento de las precipitaciones.