Por más tres horas se extendió ayer la sesión de la Comisión de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados que analizó el proyecto Pascua-Lama de la canadiense Barrick. El debate se centró principalmente en el impacto ambiental que tendrá el proyecto sobre los glaciares de la zona cordillerana de la Tercera Región –lugar donde se ubica el proyecto– y el manejo de los recursos hídricos.
A la sesión, que se extendió más de lo previsto, asistieron autoridades de la Región, representantes de la CONAMA, el premio Nobel Alternativo, Manuel Montenegro, más 13 representantes de organizaciones gremiales de regadío, agricultura, turismo y ecologistas. Además de representantes de Barrick Chile.
El director del proyecto Pascua Lama, Ron Kettles, descartó las afirmaciones de los detractores y de Montenegro respecto a que es un “utopía” tratar de trasladar tres glaciares como contempla el proyecto. “Es perfectamente factible. Hay empresas haciendo este tipo de actividades en otras partes del mundo, contemplando la mejor manera de hacer esas maniobras”.
Kettles señaló que la idea de la empresa es que los trámites puedan finalizar antes de septiembre porque necesitan cerca de tres meses antes de comenzar la construcción del proyecto que por factores climáticos debería comenzar en el verano de 2006. Añadió si las aprobaciones ambientales se atrasan el proyecto se tendría que posponer un año, hasta el verano de 2007, situación que generaría que la empresa tuviera que evaluar nuevamente el proyecto, ya que la fecha inicial es para fines de 2008 a 2009 que coincide con el cierre de otras minas. El proyecto Pascua-Lama contempla una inversión aproximada de US$ 1.400 millones para una producción de entre 750.000 a 770.000 onzas por año. Además espera entregar en la etapa de construcción empleo a cerca de 5.500 personas. Y una vez que esté en operación dar empleo directo a 1.600 trabajadores cifra que aumentará 2,5 veces en empleo indirecto.
Fuente/El Diario