Las lluvias, vientos y, sobre todo, nevazones obligaron ayer a las mineras Escondida y Zaldívar a paralizar sus faenas extractivas. Entre 10 y 15 centímetros de nieve hacían peligrosa cualquier tipo de operación en los yacimientos.
Jorge Zeballos, gerente de Asuntos Corporativos de Escondida, explicó que suspendieron las labores de la mina y la planta concentradora, dejando sólo en operaciones la planta de óxidos. Todos los trabajadores fueron derivados a los campamentos para prevenir accidentes.
En minera Zaldívar, en tanto, se activó la alerta roja y se instruyó al personal que se cobijara en los refugios. Desde ayer está suspendida la subida y bajada de vehículos.
Jorge Díaz, superintendente de desarrollo sustentable de Zaldívar, dijo que la decisión se adoptó para proteger a trabajadores, equipos e instalaciones.
Fuente/Estrategia