El proceso de cierre de los dos yacimientos que opera en la actualidad la División Salvador de Codelco ya está tomando forma. El gerente general de esa División, Julio Cifuentes, explicó que están trabajando en los últimos detalles del plan de reconversión, como fue bautizada la iniciativa, el que deben presentar en menos de un mes a la administración central.
“El proyecto como tal, la estructura ya la tenemos definida. Nombramos un gerente, está la metodología de trabajo, estamos definiendo el alcance del trabajo en cada uno de los ámbitos en que tenemos que abordar esto, en lo legal, medioambiental, social, laboral y económico. En todos estos ámbitos estamos elaborando un alcance, que tenemos como compromiso presentárselo a nuestro comité de administración, que preside don Juan Villarzú, el día 9 de diciembre”.
Cifuentes precisó que el costo de materializar este proyecto demandará una cifra preliminar estimada entre US$ 60 millones y US$ 70 millones, lo que incluye dineros que deberán usarse para el monitoreo posterior. A fines de julio pasado, el presidente ejecutivo de Codelco, Juan Villarzú, anunció oficialmente el cierre de los dos yacimientos para los años 2008 y 2011, debido al agotamiento del mineral económicamente rentable. La estatal sólo mantendrá y potenciará el complejo de refinación Potrerillos, que según lo descrito por autoridades de gobierno, se transformará en un polo de desarrollo en la zona, frente a las críticas del impacto económico que significará para la zona. Pero los trabajos comenzarán a partir de 2006, pues según Cifuentes ya será posible comenzar a aplicar algunas decisiones.
Mineros
Por lo pronto, una de las situaciones más complejas está relacionada con el rumbo que seguirán las más de 900 familias asociadas a los cerca de 1.800 trabajadores que se desempeñan actualmente en la División. “Si bien es cierto está el compromiso de la administración superior de reubicar a todos los trabajadores, no es menor tener que pensar en reconvertir a un trabajador que tiene un promedio de 22 años estando acá y de la noche a la mañana decirle que se tiene que ir a otro lugar. No es fácil. Es rehacer un proyecto de vida de cada una de las personas”, comentó.
Del total de mineros, se estima preliminarmente que unos 600 continuarán trabajando en el complejo de Potrerillos. Del resto, entre 200 y 300 están en edades en que podrían calificar para egresar de la estatal. “Ahí es donde estamos trabajando algunos planes de egreso que sean atrayentes para el trabajador, para que egrese antes de que tenga que entrar al problema de reconvertirse, porque por más que se quiera capacitar a un trabajador, para una persona que tenga más de 50 años es más una amenaza que una oportunidad el sentarse en un aula”.
El resto, unos 1.200 aproximadamente, deberá acogerse a una reubicación dentro de la corporación. La firma irá desarrollando este proceso en forma paulatina, reemplazando el trabajo de los mineros por servicios de terceros. Pese a que en algún momento se planteó que muchos de estos mineros podrían insertarse en los yacimientos Inca de Oro y San Antonio actualmente en etapas preliminares, lo cierto es que al menos en el primer caso, aún deben pasar entre 5 y 7 años para su materialización por lo que está fuera del timing de cierre de los actuales yacimientos, sostuvo Cifuentes.
Fuente/El Diario