La intención de la canadiense Barrick de dejar finiquitada durante este año la autorización ambiental para desarrollar su proyecto minero Pascua Lama, podría encontrar dificultades. De acuerdo a lo afirmado por el director regional de la Conama de la Tercera Región, Plácido Avila, tras el análisis que los servicios públicos de la zona están haciendo de las respuestas del segundo Adenda entregado por la compañía hace unos días, es muy probable que se pida una extensión de los plazos para tomar una decisión final. “Lo más probable es que pidamos una ampliación de plazo, que la ley lo contempla, hasta por 60 días más”, afirmó Avila.
La compañía canadiense entregó el 10 de noviembre el segundo Adenda con las respuestas realizadas por los distintos servicios, en un documento que sobrepasó las 1.000 páginas. La ley contempla un máximo de 120 días para el análisis y aprobación de los proyectos -contando de lunes a sábado, sin domingos ni festivos- y actualmente se está próximo al día 90, según dijo la autoridad.
Los servicios tienen plazo hasta el próximo lunes (28 de noviembre) para entregar sus pronunciamientos -lo que podría extenderse por algunos días más- tras lo cual la autoridad llamará a una reunión que definirá el próximo paso: ampliar el estudio por otros 60 días (período máximo según la ley), o aprobar el proyecto en las condiciones actuales.
En el caso de que se optara por la primera alternativa es muy probable que exista un nuevo proceso de consultas, que sería el tercer Adenda solicitado por la autoridad a la firma.
Proceso
En el último proceso de respuestas, la firma pidió extensión de plazos para incorporar una mayor cantidad de antecedentes y así evitar un tercer cuestionario. La mayor inquietud que ha generado en la comunidad la iniciativa es el traslado de los glaciares Esperanza, Toro 1 y Toro 2 en la cordillera de los Andes de la Tercera Región, y su posible impacto en el curso de las aguas del río Huasco.
La firma precisó en su último informe que los estudios de glaciólogos internacionales, redefinen la clasificación de Esperanza, Toro 1 y 2 como reservorios de hielo y agregó que las estimaciones señalan que éstos serán interceptados por el rajo de la mina entre los años 2010 y 2016, afectando como máximo 5 hectáreas y no 10 hectáreas como se consideraba inicialmente. En este sentido, precisó que se reemplazó la propuesta inicial de reubicación de estos hielos para su conservación sobre el glaciar Guanaco por su disposición en el área de Toro 1 y sectores adyacentes.
Fuente / Diario Financiero