(Diario Financiero) Generar y exportar conocimientos de la industria del cobre, para depender menos de su extracción, es uno de los objetivos de Expande, el programa de Innovación Abierta en Minería, iniciativa de Fundación Chile, el Ministerio de Minería, Corfo, FIE y las mineras Codelco, BHP y AMSA, que busca diversificar la matriz productiva de Chile y desarrollar industrias de bienes y servicios intensivas en conocimiento.
Completado el primer año de los tres de operación del programa, ya hay resultados visibles e hitos que destacar. Uno de ellos es el lanzamiento de la segunda edición del libro “Casos de Innovación de Proveedores en la Minería Chilena”, que destaca el aporte de cuatro empresas proveedoras que han respondido a la urgencia de agregar valor y asumir los cambios tecnológicos que el sector.
Las firmas destacadas en esta edición son la empresa de robótica Mirs; Agua Marina, enfocada en biominería; Vizture, con soluciones de predictibilidad e Ingepro.
Andrés Pesce, gerente de Sustentabilidad y Nuevos Negocios de Fundación Chile, afirma que Expande ha sabido recoger las experiencias de programas pasados, como el de Minería de Alta Ley y Proveedores de clase mundial, con buenos resultados. A un año del programa, dice, se han levantado 100 desafíos de la industria, se han mapeado 575 soluciones tecnológicas de 387 empresas y se han generado 17 contratos de desarrollo por US$ 7 millones. Esta última cifra, asegura Pesce, apalanca por casi 14 veces los montos públicos que se han invertido en el proyecto.
Los resultados, agrega, no son menores al considerar que Expande, busca aportar a las metas del programa Alta Ley, de lograr 250 empresas de clase mundial a 2035, y US$4.000 millones en exportación.
“Lo que busca Expande es ser un vector que apoye y empuje a esa meta más grande. Los proyectos que ya hemos cerrado son cinco o seis veces más que el acumulado que se hizo hace cuatro años, en el predecesor de este programa”, afirma.
El ejecutivo afirma que uno de los principales factores de éxito es el carácter de la iniciativa, que es público-privada, con gran énfasis en la colaboración entre estos últimos al levantar desafíos.
El resultado de levantar desafíos en común y generar soluciones significará un beneficio para toda la industria y el país, comenta Pesce, quien añade que en vista de ello la inversión ha sido importante en esta versión, hasta llegar a los US$4 millones en aporte estatal, cifra similar a la que aportan los privados. “Es un proyecto interesante, porque tiene un financiamiento adecuado y un plazo razonable, algo que antes no pasaba, porque teníamos menos financiamiento, sumado a que tenemos tres años y un apoyo que permitió armar un equipo con conocimiento sectorial, técnico y de negocio. Con todo, creo que esta debe ser una de las plataformas de innovación abierta en recursos naturales, más importantes del mundo”, enfatiza.
Las metas
Una vez levantados los desafíos y mapeadas las tecnologías que responderían a ellos, el siguiente paso apunta al escalamiento de proyectos y a concretar acciones que apunten a vincular estos desarrollos, con mayores financiamientos.
El ejecutivo asegura que ahora el reto apunta a balancear el trabajo de Expande, más hacia el escalamiento y desarrollo de proveedores, a escalar productos de empresas y a poner mayor énfais en habilitar mecanismos de financiamiento en distintas etapas de la cadenas. Esto lo lograrán a través de vínculos y el ecosistema. Por ejemplo, dice, deben vincular a los proveedores con distintas fuentes de financiamiento, muchos fondos públicos, bajar los costos de transacciones para acceder a ese fondo, capital de riesgo y movilizar family offices.
Otro papel importante es la vinculación con el extranjero. “Queremos construir un distrito minero metálico global, con Chile como un hub central. Esto no quiere decir que aspiremos a ser como un Silicon Valley, sino como un polo de desarrollo minero de conocimiento y tecnología mundial, como Australia, Canadá y el norte de Europa”, detalla.
Para lograrlo, adelanta que van a partir con un proyecto piloto en Australia y en Canadá, para vincular con fondos de inversión, posibles socios tecnológicos y clientes en cada país. Un trabajo que ya comenzó en octubre de 2017 y que se enfatizará a partir de este año.
“En 2018 la misión es clara: hacer más de lo que estabamos haciendo, o sea, aumentar la escala de trabajo y poner énfasis en el escalamiento y desarrollo de los proveedores en el país y el extranjero”, añade. Una misión que se aboca a su trabajo como coordinadores entre los actores del ecosistema.