Katharina Jenny, de FCAB: “Hemos mantenido la continuidad operacional con varios ajustes”
La gerente general detalla las medidas que han tomado para hacer frente a las contingencias del último año, y los proyectos de la compañía con foco en la sustentabilidad.

Katharina Jenny asumió hace poco más de una año la gerencia general del Ferrocarril Antofagasta Bolivia, FCAB –del Grupo Antofagasta Plc-, debiendo lidiar en este periodo con dos hechos sorpresivos y de gran magnitud: el estallido social y el impacto de la pandemia del Covid-19.
“Chile cambió y en FCAB reconocemos que se requiere de transformaciones profundas”, afirma.
En este sentido, plantea que uno de los principales desafíos es hacer sostenibles los procesos de modernización realizados por la empresa durante los últimos años. Es así como han llevado a cabo la renovación de la flota de locomotoras, carros y vías “que aportan a un transporte de carga seguro, competitivo y eficaz”.
Y en este sentido, destaca el cumplimiento de la meta no haber tenido ningún accidente fatal.
También menciona que este 2020 se certificarán en el Sistema de Gestión Integrado (SGI), cuyo conjunto de principios conducirán a potenciar la estructura y estrategia organizacional de la compañía.
¿Cómo ha sido este período marcado primero por el estallido social y luego la pandemia?
En el Ferrocarril de Antofagasta nos planteamos otra forma de relacionarnos con el entorno en el contexto de ambas emergencias: la social y la sanitaria. Con el estallido de octubre del año pasado, hubo reiterados episodios de violencia. Sufrimos cuatro ataques que pusieron en peligro la seguridad de las personas, la infraestructura, los equipos y la operación. No obstante, mantenemos una comunicación permanente con las autoridades y reforzamos la seguridad tanto en nuestras instalaciones como en la franja ferroviaria.
Con la pandemia de coronavirus, nos hemos volcado con todo a proteger la salud de nuestros trabajadores y sus familias, y de nuestros vecinos, por encima de la productividad, con medidas tan rigurosas como oportunas para prevenir la propagación del contagio. Hemos mantenido la continuidad operacional con varios ajustes, ceñidos a principios de sustentabilidad, porque somos proveedores de la minería, uno de los motores de la economía en Chile.
¿Qué medidas han implementado para mantener la continuidad operativa?
En marzo, se desarrolló y puso en marcha un protocolo de seguridad y salud, como la implementación del trabajo a distancia para nuestro personal administrativo, a quienes dirigimos además talleres vivenciales de contención emocional; disminuimos la concentración de la dotación propia y de empresas contratistas en todos nuestros centros de trabajo en Calama, Mejillones y Antofagasta; resguardamos a los grupos de riesgo y los acompañamos a través de jornadas de intervención psicosocial; reforzamos constantemente las medidas de prevención del contagio que se suman a las recomendadas por el Ministerio de Salud.
En lo relacionado al estallido social, hay un monitoreo permanente de la situación social en la zona, para no poner en riesgo a nuestro personal. Junto con ello, coordinamos acciones con las autoridades, revisando siempre los protocolos de seguridad, los horarios de los trenes y análisis de la situación diaria.
¿Qué lecciones sacan de todo este escenario?
Más que lecciones son oportunidades. La calidad de vida y las demandas sociales nos atañen a todos. Chile cambió y en FCAB reconocemos que se requiere de transformaciones profundas. Por ello, contribuir al desarrollo sustentable tanto del negocio como de la sociedad, será efectivo a partir de una relación responsable y empática con el territorio, pero donde la violencia no tiene cabida.
El Covid-19 desafía al país y al mundo. Hoy más que nunca nuestro compromiso con la seguridad y salud se robustece.
Contratos y proyectos
En 2019 iniciaron importantes nuevos contratos, ¿cuál es el escenario actual?
En la actualidad, estamos trabajando en dos nuevos proyectos. Por un lado, el Proyecto Centinela, que junto con sustentar la operación, considera habilitar un segundo terminal de ácido y concretar iniciativas de ahorro en beneficio del proyecto.
Además, está el Proyecto Spence, que contempla el comisionamiento de locomotoras, construcción y mejoramiento de infraestructura ferroviaria, certificación en trinorma y cambio de rieles, entre sus aspectos más importantes.
Y recientemente, en junio, logramos un acuerdo para la extensión de dos años de contrato con BHP Minera Escondida; y ese mismo mes, el directorio de Antofagasta PLC aprobó la extensión de dos años del contrato con Minera El Abra.
¿Se han visto impactados los planes e inversiones de la compañía?
Hasta el momento, estamos cumpliendo todos los contratos con nuestros clientes nacionales y atendiendo sus requerimientos, de acuerdo con la coyuntura. Junto con ello, seguimos ejecutando nuestro Plan de Reconversión de Patios Ferroviarios y fortaleciendo la relación con proveedores.
¿Cómo se avanzará con el Plan de Reconversión de Patios Ferroviarios?
Este es un proyecto de reconversión de 48 hectáreas, ubicadas en los cuatro patios de FCAB en Antofagasta, las cuales pasarán de un uso industrial a uno urbano. El Plan de Reconversión de Patios Ferroviarios (PRPF) se divide en tres etapas: Proyecto Habilitación de Suelos, Traslado de las Operaciones y Proyecto de Desarrollo Urbano.
Para el primero de estos, se ingresó el año pasado un Estudio de Impacto Ambiental (EIA), y recientemente la empresa recibió el ICSARA N° 2, por lo que nos encontramos en proceso de preparación de las respuestas. Esperamos ingresar el Adenda N° 2 en los próximos meses y estimamos su aprobación para principios finales de este año o principio del 2021.
¿Cuán relevante es este proyecto para el futuro de FCAB?
Nuestra actividad tiene horizontes de largo plazo. Esto significa que para asegurar nuestro negocio, no solo debemos tener buenos resultados en el corto plazo, sino que también debemos impulsar la creación de valor con sustentabilidad. En este sentido, los patios ferroviarios se transformarán en un espacio urbano sostenible, inclusivo y catalizador del futuro para Antofagasta. Creemos que aportará a la reactivación económica que tanto necesita nuestra región, por lo que esperamos que el primer EIA sea aprobado en el corto plazo.
Equipo humano y licencia social
“Las personas son el motor de nuestro negocio y sabemos que la diversidad nos enriquece por ello es fundamental nuestra estrategia de Diversidad e Inclusión”, afirma Katharina Jenny. Al respecto, detalla que actualmente la dotación de la empresa se compone de 1.422 trabajadores directos, de los cuales el 11% son mujeres, 1,1% personas con discapacidad y 10,5% trabajadores de otras nacionalidades.
Con respecto a los desafíos para garantizar la necesaria licencia social, la ejecutiva sostiene que han decidido aportar al desarrollo social desde cuatro pilares: construcción de relaciones de confianza, gestión de nuestros impactos, inversión social y aportes a la calidad de vida.
Añade que uno de los principales avances del último año ha sido la puesta en marcha del sistema de sugerencias, consultas y reclamos denominado ‘Conectados’. También, en Calama inauguraron el Paseo Estación, un espacio de encuentro ciudadano y apoyo a los emprendedores locales. Y en Antofagasta desarrollaron un programa de liderazgo que benefició a dirigentes vecinales de su área de influencia.
Hace hincapié en que han cumplido “con largueza nuestros compromisos en el marco del Acuerdo de Producción Limpia (APL), iniciativa público-privada que garantiza estándares de transporte del concentrado de cobre en contenedores sellados”.
Otra de las preocupaciones es el mejoramiento de las condiciones de la vía; en 2019 retiraron cerca de 1,4 millón de kilos de basura y escombros, y este año extendieron su programa de limpieza de la faja ferroviaria.
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