Diego Hernández, Sonami: “Sabemos que va a faltar cobre, pero no cuándo”
El presidente del gremio minero se refiere a las proyecciones en producción y demanda de cobre, y señala que si bien los inversionistas siguen cautos, Chile mantiene su liderazgo en proyectos de cobre. Añade que urge mejorar aspectos como regulaciones y permisos de operación.

Diego Hernández describe que persiste un escenario de cautela entre los inversionistas. La poca certeza sobre la economía mundial -en contraposición a un contexto ajustado entre oferta y demanda del metal rojo- todavía restringe un despegue pleno del sector.
En todo caso, Hernández sostiene que la evolución favorable que ha mostrado el precio del cobre, junto con la ventana que abre a futuro la electromovilidad -con China como protagonista-, dan luces de un mayor requerimiento del commodity y de otros minerales (como el litio) a nivel mundial.
En el contexto interno, el presidente de la Sociedad Nacional de Minería indica que el gobierno debe tratar de avanzar en su agenda pro inversión por la vía de lo que tiene a su alcance: reglamentos y regulaciones. En el caso de la pequeña minería, la aprecia estable, mientras que en la mediana advierte que existen falencias asociadas a la aprobación de nuevos proyectos.
¿Cuán sólida ve la reactivación del sector?
La situación y las expectativas de las empresas no son muy distintas que hace un año. Es decir, hay un mercado con una oferta y demanda ajustadas. Las empresas no están invirtiendo en forma franca todavía, hay pocas inversiones; están a la expectativa de qué es lo que va a pasar con la economía mundial. Están cautos.
Nosotros sabemos que va a faltar cobre, pero no cuándo. Se ha ido postergando ese ‘cuándo’. Hace un año iba a ser en 2019, ahora, puede ser en 2020; incluso algunos creen que más adelante.
Como contraparte, el precio actual del cobre no es malo. Creemos que este año el valor promedio podría ser muy parecido al ejercicio pasado, tal vez ligeramente mejor.
Son pocas las empresas que están invirtiendo, pero en términos relativos, en cobre se está invirtiendo más en Chile que en otras partes.
“Es muy difícil con la actual coyuntura política cambiar o aprobar nuevas leyes, así que el esfuerzo tiene que ser hecho por el Ejecutivo, dentro de lo que no requiere Ley”, advierte el presidente de Sonami.
¿En qué puntos se debe avanzar para que Chile siga siendo un escenario atractivo?
Hay varios aspectos que se deben mejorar, todos relacionados con la seguridad jurídica, que es el tema principal; hay legislaciones que son poco claras, no tan completas y que generan incertidumbre. Sobre todo porque el poder judicial y los tribunales ambientales no necesariamente siempre fallan de la misma manera.
Otro aspecto es la lentitud para obtener autorizaciones. El Gobierno ha hecho un esfuerzo bastante grande para que todos los permisos puedan ser obtenidos en los plazos estipulados por la ley y no más que eso. Esto ha surtido algún efecto, pero todavía queda mucho camino por recorrer.
¿Cómo evalúa la agenda legislativa, incluyendo la reforma tributaria, medioambiental y laboral? ¿De qué forma afecta al sector?
Creo que las grandes reformas que deberían hacerse en este período, al no tener mayoría el gobierno, se transforman en procesos muy complejos y difíciles. El Ejecutivo lleva un año, y hemos visto pocos avances y poca voluntad al respecto en el Congreso. Por lo tanto, somos bastante escépticos en relación a esas grandes reformas.
Esto afecta el sector, porque el avance va a ser menor a lo que esperábamos.
Exploración
¿Cuál es el estado actual de la exploración en Chile? En la reciente Semana Cesco fue un tema en el cual se puso atención.
La exploración en Chile ha sido continua desde hace muchos años. En el período de precios bajos, las empresas disminuyeron su esfuerzo en exploración, pero afortunadamente siempre privilegiaron el cobre. En este mineral se exploró mucho más que en otros y eso nos ha favorecido, porque Chile sigue siendo uno de los países líderes como destino para la exploración minera y en particular de este metal.
Para fomentar más la exploración es importante seguir promoviendo, facilitar el acceso a la propiedad minera de exploración donde no se esté explorando y también agilizar un poco más todos los permisos a obtener. Hoy para poder sondear se requieren plazos que a veces son bastante extensos.
Chile sigue siendo uno de los países líderes como destino para la exploración minera, especialmente en cobre, destaca Hernández.
¿Cuál es la perspectiva con respecto a la explotación de otros minerales como litio, cobalto, tierras raras…?
En el caso de las tierras raras hay un proyecto (BioLantánidos) que se está desarrollando y hay que esperar que cumpla todas las etapas normales de factibilidad y pre-factibilidad. Ojalá prospere, porque sería un nuevo producto que extraeríamos en Chile.
En litio tenemos que esperar que las inversiones anunciadas por SQM y Albemarle se reflejen en mayores producciones. No vemos muchos avances en las otras iniciativas, fuera del salar de Atacama.
En el cobalto hay algunos yacimientos de mediana minería que históricamente han tenido algo de este mineral. Eso se está explorando para ver si efectivamente se puede materializar en una producción, pero todavía falta.
Mediana y pequeña minería
¿Cuál es el estado actual de la pequeña y mediana minería? ¿Cuáles son las principales inquietudes de estos sectores?
La pequeña minería se ha reactivado ligeramente y hay más productores entregando a la Empresa Nacional de Minería (Enami). Ahora está estable y si Enami mejora sus actividades de fomento, probablemente van a seguir incorporándose mineros que estaban paralizados a raíz de los bajos precios que tuvimos.
La mediana minería, en tanto, también ha mejorado sus balances y vemos algunos proyectos que deberían materializarse este año. Pero el mayor problema es que la regulación del sector fue hecha para los grandes proyectos, y los medianos tienen que cumplirla igual; es una regulación desproporcionada a la huella ambiental que tiene este sector.
Eso hace bastante engorroso obtener permisos. Uno de los desafíos que tenemos es poder simplificar o adaptar la regulación a la realidad de estos actores.
¿Qué tan viable ve avanzar en ese ajuste?
Es muy difícil con la actual coyuntura política cambiar o aprobar nuevas leyes, así que el esfuerzo tiene que ser hecho por el Ejecutivo, dentro de lo que no requiere Ley, como es el caso de los reglamentos y otras regulaciones que dependen de ministerios o de las instituciones encargadas.
¿Considera que existen las oportunidades para introducir innovaciones tecnológicas y de mejoras a la productividad entre los actores, en particular de la mediana minería?
En general la minería en Chile se encuentra en una etapa nueva. Hemos entrado en un nuevo período donde lo importante es mantener y cuidar los márgenes operacionales. Y para eso, la alternativa y la principal herramienta es incorporar innovación a nuestro sector. Esto se ha estado haciendo, pero sin exigirle resultados a esas inversiones.
De aquí para adelante, hay que efectivamente innovar y captar los resultados, que se tienen que reflejar en esos márgenes operacionales.
Lo que también se empieza a notar, ya desde los últimos dos o tres años, es la voluntad de las empresas de estar más abiertas a la asociatividad, a compartir infraestructura. Ahí hay una oportunidad muy grande, porque es muy difícil probar nuevas tecnologías e innovaciones en la gran minería, debido al riesgo del costo de falla.
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