Capacidad de aplicar lecciones aprendidas, prácticas que garantizan eficiencia, coherencia en los diseños de cada disciplina, balance entre el conocimiento y experiencia local y global, y flexibilidad ante los requerimientos, son parte de las virtudes que acompañan a Black & Veatch en el desarrollo de plantas desaladoras. Así lo afirma Octavio Aravena, Project Manager de esta compañía que ofrece servicios de ingeniería en todas sus etapas (conceptual hasta detalle), así como asesoría en la revisión de diseños hechos por otros.
“Tenemos experiencia en gestión de las compras de equipos y materiales, y en otras disciplinas de apoyo, como Calidad, Estimaciones de costos, Programa, Control de proyecto, Contratos y HSE (salud y seguridad ocupacional)”, precisa el ejecutivo
Servicio integral
Dice que la firma destaca, asimismo, en la etapa de comisionamiento y puesta en marcha de las plantas desaladoras.
“Nuestro staff se compone de profesionales locales altamente calificados, y con experiencia en minería. Contamos además con el soporte de expertos en desalación de Estados Unidos, Reino Unido y Asia. En concreto, hoy en día podemos ofrecer proyectos en modalidad EPC”, resalta.
Aravena sostiene que una contribución adicional por parte de Black & Veatch Chile se refiere a la gestión en Permisos y Medio Ambiente. “Nuestro experimentado equipo está siempre actualizándose en cómo evolucionan los requerimientos de la autoridad”, asegura.
Desafíos
¿Desafíos que presenta hoy la construcción y control de las plantas desaladoras? “Aparte de la obtención de permisos, que deben ser muy bien considerados en la planificación y estimación de recursos, destacaría también como desafío la parte de relacionamiento comunitario”, indica el ejecutivo.
“Ya durante la construcción, los desafíos pueden ser muy similares a otros proyectos, desde asegurar una ingeniería a tiempo y clara para el constructor, hasta el cumplimiento de los plazos de entrega de equipos y materiales. Tal vez se podría agregar aquellas actividades particulares de una desaladora, como una soldadura superduplex o una manipulación y carguío de membranas”, sostiene Aravena.
Acota al respecto que, si se trata de proyectos de suministro de agua desalada para la minería, no hay que olvidarse de los respectivos sistemas de impulsión, para los que hay que instalar tuberías capaces de trasladar agua desde la costa y hasta la mina, normalmente a grandes distancias y con alturas geográficas.
Abiertos a nuevas tecnologías
¿Innovaciones destacables? Aravena señala que siempre hay nuevas tecnologías y métodos, desde equipamiento hasta materiales o revestimientos.
“En nuestra compañía, procuramos estar siempre abiertos a las novedades y a incorporarlas en nuestros diseños. Un ejemplo: los recuperadores de energía dentro del proceso de osmosis inversa, que permiten aprovechar la alta presión que aún contiene el agua de mar que sale como rechazo de la membrana de osmosis inversa, es decir, agua convertida en ‘salmuera’, y transferir esta alta presión al agua de mar fresca que está entrando a la membrana”, complementa.
El ejecutivo recuerda que las tecnologías han ido evolucionando aceleradamente, llegando hoy a tener eficiencias de recuperación del orden de 97% y más.
“El cese del uso de aguas continentales para los procesos mineros debiera traer consigo el desarrollo de nuevas plantas desaladoras y ampliación de las existentes, así como mejoras en el reuso de aguas industriales. Nuestra perspectiva es estar ahí para apoyar a los clientes en todo el ciclo de vida del proyecto”, concluye Aravena.
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