Productividad y seguridad minera

Ene 28, 2014

Después de un periodo de bonanza, con altos precios de los minerales y principalmente del cobre, en el último tiempo ha persistido una tendencia a la baja. A ello se ha sumado el alza en los insumos, la alta rotación en la industria minera y los nuevos desafíos regulatorios. En este escenario las empresas mineras […]

Después de un periodo de bonanza, con altos precios de los minerales y principalmente del cobre, en el último tiempo ha persistido una tendencia a la baja. A ello se ha sumado el alza en los insumos, la alta rotación en la industria minera y los nuevos desafíos regulatorios.

En este escenario las empresas mineras han priorizado la implementación de políticas y estrategias que aumenten la productividad y rentabilidad de sus proyectos y operaciones. Para que este desafío sea exitoso, es necesario que las compañías encuentren alternativas que disminuyan sus costos sin afectar la seguridad de sus trabajadores.

Ahora bien, ¿es compatible la disminución de costos y el aumento de los estándares de seguridad? A primera vista da la impresión que no. Sin embargo, si se analiza el comportamiento de la industria nos encontramos con varias sorpresas. Es lo que ocurre hoy con los Cursos de Inducción Básica.

Para la industria minera la seguridad de sus trabajadores es y debe ser un valor esencial. Por ello, todo trabajador que ingrese a una faena debe conocer los peligros, agentes y condiciones que pueden causar accidentes o enfermedades. Con este fin, deben aprobar previamente un Curso de Inducción Básica.

Las actividades en la minería tienen riesgos comunes y, en consecuencia, debería bastar con un curso único y homologado para ingresar a cualquier faena. Sin embargo, actualmente cada empresa exige su propio curso para permitir el ingreso a una faena en particular. Los trabajadores y contratistas deben repetir los cursos cada vez que pretenden entrar a una faena diferente, provocando importantes pérdidas de tiempo y horas hombre que, finalmente, encarecen los contratos. Se estima que cada empresa minera pierde cerca de US$150.000 al año por cada 100 trabajadores, debido a la dispersión de cursos.

En este contexto, las asociaciones gremiales, lideradas por Aprimin, junto a Sernageomin y el Ministerio de Minería han desarrollado iniciativas para homologar y unificar los cursos de inducción básica que permitan el ingreso a toda faena minera.

En noviembre último Aprimin y Codelco firmaron un Acuerdo de Homologación que, a través de la estandarización de distintas actividades desarrolladas en sus diferentes divisiones, pretende ahorrar US$9 millones anuales, simplificando y eliminando trámites para ser más eficientes y disminuir costos en contratos de servicios.

Por su parte, el Gobierno a través del Ministerio de Minería y Sernageomin ha preparado un Reglamento para la Homologación de Cursos de Inducción Básica, el cual ya cuenta con la firma del Presidente de la República.

De esta forma, toda persona que apruebe el curso de inducción básica homologado recibirá un certificado de Sernageomin, que le permitirá ingresar a cualquier faena minera sin necesidad de realizar una nueva capacitación. Dicho certificado tendrá una duración de cuatro años.

La homologación de los cursos de inducción básica no solo reducirá significativamente los costos que deben asumir las empresas por este concepto, sino que permitirá mejorar y garantizar la calidad de las inducciones, fortaleciendo la seguridad de los trabajadores.

Sin duda, este Reglamento constituye un avance fundamental para que las empresas mineras y sus contratistas puedan, por una parte, disminuir sus costos y, al mismo tiempo, avanzar hacia una minería cada vez más segura.

Max Larraín, jefe del Departamento Jurídico del Servicio Nacional de Geología y Minería, Sernageomin.

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