La Región de Antofagasta ha experimentado en las últimas décadas, un crecimiento y desarrollo en todas sus áreas. La expansión urbana en la comuna y las necesidades que surgen desde el sector industrial y minero, se han vuelto argumentos clave para concretar el sueño de un proyecto que diera vida a un establecimiento educacional con la modalidad Técnico-Profesional.
Para iniciar este megaproyecto, en el año 2000 se conforma la Fundación Educacional Región de la Minería, compuesta por el Arzobispado de Antofagasta y la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA). La fundación constituyó una organización sin fines de lucro para la creación y dirección del Colegio Técnico Industrial Don Bosco de Antofagasta, cuya administración se delegó a la Congregación Salesiana.
En una crónica elaborada por la AIA se destaca que en marzo de 2002, siendo rector el Padre Ulises Aliaga Rojas, se dio el vamos al primer día de clases con el nivel primer año medio de enseñanza, compuesto por ocho cursos y un total de 360 alumnos.
Legado y enseñanzas que se traspasan de generación en generación, como el caso de Cristian Castillo, ex alumno licenciado de la generación 2005 de la especialidad de mecánica industrial, quien gracias a todo lo recibido de sus maestros, se suma actualmente a la lista de profesionales que llevan en el corazón el emblema del Colegio Don Bosco: “Buenos cristianos y honestos ciudadanos”.
“Este colegio me entregó mucho, los conocimientos para ser el profesional que soy y valerme por mí mismo. Firmes valores que se los he inculcado a mis hijos y sé que ellos en este establecimiento llegarán lejos, porque aquí entregan todas las herramientas para lograrlo, hay cariño y dedicación en la enseñanza, y eso es algo que tras 20 años no ha desaparecido”, destacó.
Formación técnica y humana
Sebastián Valdivia, también ex alumno de la generación 2005 del Colegio, vuelve a caminar por los pasillos del establecimiento que fue un segundo hogar, resaltando que junto a la formación profesional y los conocimientos técnicos que recibió, los valores humanos fueron un pilar fundamental para él como persona.
“Más allá de todo lo que el Colegio Don Bosco nos entregó para formarnos como profesionales, hubo cosas simples que quedan como saludar, llegar afeitados todas las mañanas, presentarnos con la camisa blanca inmaculada y con zapatos que debían brillar. Nos entregó sólidos valores, tal como dice nuestro lema, buenos cristianos y honestos ciudadanos, lo que ha sido como una brújula en mi vida profesional y personal”, manifestó.
Sebastián se recibió de la especialidad mecánica industrial y actualmente se desempeña como encargado del Departamento de Seguridad y Salud Ocupacional de la empresa Higgs Limitada; hoy resalta la entrega de estos valores, mismos que se han continuado reforzando en las actuales generaciones del Colegio Don Bosco.
Una historia de 20 años
Con los años, el interés de las familias por matrícula en el colegio aumentó, por lo que la AIA junto a la Fundación Educacional Región de la Minería se vieron frente al desafío de satisfacer esta demanda y, a través de sus empresas socias, trabajaron para continuar mejorando la infraestructura, talleres, aulas, canchas, laboratorios y otros espacios.
Al día de hoy, Don Bosco Antofagasta cuenta con una matrícula de 1.200 alumnos distribuidos en cursos desde séptimo básico a cuarto año medio, con especialidades en las áreas de: electricidad, electrónica, mecánica automotriz y mecánica industrial, con menciones en máquina y herramientas y electromecánica.
Mauricio Rivera, profesor de la especialidad de electricidad y electrónica, también perteneció a esa primera generación: “Veinte años no pasan inadvertidos, puedo decirlo de primera mano al haber estudiado en este establecimiento, en el que ahora soy profesor. Tanto sus docentes como la infraestructura deben estar en constante modernización para entregar los conocimientos que requieren sus alumnos, para desenvolverse en la industria y que estos pongan en alto el nombre de Don Bosco, cuando deban realizar sus prácticas profesionales y posteriormente enfrentarse a la vida laboral”.
Enseñanza que vivirá un importante cambio, esto tras el anuncio realizado por la AIA en diciembre de 2022, ya que el establecimiento sumará la matrícula de alumnas, marcando un precedente en paridad de género e inclusión, para cumplir con la entrega de educación y preparación para las futuras profesionales del área técnica en Antofagasta.
Esto último lo subrayó Ana María Alvear, profesora de inglés que trabaja hace 15 años en el Colegio, y quien aseguró que están preparados para este gran desafío.
“Don Bosco está dispuesto para este gran cambio; las jóvenes tendrán las mismas oportunidades de aprender y de convertirse en profesionales. Seremos como colegio, un generador de cambios para la formación técnico profesional en la región”, indicó.
Historia que trasciende generaciones
Llegar a ser lo que el Colegio Don Bosco Antofagasta representa hoy no ha sido un camino fácil, así lo señaló su rector Héctor Ramírez, quien es enfático en que el desafío de seguir mejorando y avanzando nunca termina, pues es un trabajo diario. Un anhelo de mejorar y seguir creciendo que nace desde la esencia y palabras de Juan Bosco, sacerdote salesiano que dedicó su vida a ayudar a quienes más lo necesitan, pues eso mismo representa este establecimiento que con orgullo porta su nombre, reflejado en que más del 85% de la matrícula de sus alumnos son de jóvenes vulnerables, consigna la crónica elaborada por la Asociación de Industriales de Antofagasta.
“La tarea jamás termina, es un camino que se recorre día a día, junto a los alumnos, el cuerpo docente, los padres y apoderados, así como junto a la AIA y sus empresas socias, pues con este gran sueño hemos logrado dar grandes oportunidades y mejorar la calidad de vida a miles de alumnos que han pasado por estas salas, convirtiéndose en profesionales, en el pilar económico de sus familias y eso nos enorgullece”, comentó.
Cristian Castillo, quien actualmente trabaja en el área comercial de la empresa Eecol, ha pasado la tradición a su hijo Dante de 13 años, quien cursará su primer año de enseñanza media en estos mismos pasillos por los que estudió su padre, en quien vio un modelo a seguir para el cumplimiento de grandes metas a futuro.
“He escuchado las historias de mi papá, sus vivencias, y quiero ser parte de ello también. Tengo una meta en mi vida y estoy seguro que Don Bosco lo hará posible, porque tiene el reconocimiento de su tradición formativa y de valores, junto a la entrega del profesorado, que se valora y me motiva a seguir avanzando”, expresó.
Una nueva etapa
Colegio Don Bosco Antofagasta representa 20 años de historia, de aprendizajes y de mejoramiento continuo, en el que la entrega de docentes, directivos y administrativos ha sido fundamental para la preparación y formación de los jóvenes.
Una labor que continúa con el apoyo y acompañamiento de la AIA y sus empresas socias, las que por medio de su aporte han hecho posible concretar este desafío de entregar la mejor formación técnica profesional para nuestra región, dando forma a un hito educacional en la historia de Antofagasta.
Reto al cual se suma la confirmación que el establecimiento avanzará hacia la educación mixta, entregando las mismas oportunidades, formación profesional y valórica a las jóvenes de la comuna.