Científicos de la UA estiman para Antofagasta menores cotas de inundación de todo el norte en caso de tsunami

Dic 21, 2022

Nuevo modelo predictivo probado con datos del terremoto de 1877 arrojó que el área afectada sería incluso un tercio de la prevista.

Científicos de la Universidad de Antofagasta concluyeron que la inundación que provocaría en Antofagasta un tsunami de características similares al ocurrido en 1877 en el norte del país, sería menor a la estimada por los modelos tradicionales.

La conclusión surge de la aplicación de un nuevo método predictivo desarrollado en Rusia, denominado “keyboard”, el cual sugiere que, en caso de un terremoto, el suelo marino no se fractura en una sola pieza, sino que lo hace en varias partes, de manera similar a lo que ocurre con el teclado de un computador.

Usando esta técnica los investigadores de la UA simularon en ciudades del norte de Chile, desde Arica a Antofagasta, los efectos que tendría en el mar un terremoto similar al ocurrido hace 145 años, que alcanzó una magnitud estimada de 8.5, generando un tsunami que prácticamente borró del mapa el poblado de Cobija y dejó serios daños en Tocopilla, Iquique y Arica.

Este modelo fue testeado por primera vez con datos reales del terremoto 8.2 ocurrido en Iquique en 2014 y los resultados de inundación que arrojó fueron muy similares al tsunami que efectivamente ocurrió en esa ciudad, confirmando la validez de la teoría.

El geógrafo-hidrólogo, director del Centro de Investigación y Mitigación de Catástrofes Naturales (CIMCN) de la Universidad de Antofagasta, Jorge Van Den Bosch, explicó que el nuevo modelo ofrece una mirada más realista de lo que podría ocurrir en caso de un nuevo terremoto como el de 1877.

“Una de las sorpresas positivas de los resultados fue que la ciudad de Antofagasta en todos los escenarios simulados, siempre registró las cotas más bajas de inundación de todo el norte. Aunque se tenían indicios de esta notable cualidad de la ciudad, faltaban los datos duros para tener mayor certeza”, dijo Van Den Bosch.

En concreto, el modelo keyboard usado ahora indica que en Antofagasta la inundación sería incluso un tercio de la proyectada con el método tradicional, y las mayores diferencias se producirían en la zona de Coloso, que sería la más protegida frente estos eventos.

Murallón submarino

Esta mejor capacidad para resistir los tsunamis tendría mucho que ver con las condiciones geográficas naturales de la costa antofagastina, y en particular con la presencia de un murallón submarino que actuaría como una defensa contra estos fenómenos.

“Teníamos la necesidad de explicar por qué ocurre la baja inundación en Antofagasta, que es lo opuesto a lo que se creía que ocurriría. Entonces hicimos investigaciones y descubrimos que al interior de la costa, entre 6 y 12 kilómetros mar adentro, se encuentra un murallón natural que refleja la energía del tsunami y disminuye la inundación en la ciudad. Incluso en Japón recrean estos murallones, pero de forma artificial, para proteger las ciudades de tsunamis, y nosotros tenemos uno natural’’, explicó el científico.

Por el contrario, en playas como Arica, Iquique, Hornito, Chañaral y otras, la ausencia de este muro submarino natural (o si existe, es muy poco abrupto) permite que los tsunamis conserven gran parte de su energía, al no encontrar ningún obstáculo vertical. Como resultado, tienen mayor energía para inundar terrenos costeros, sostiene Van Den Bosch.

Los resultados del estudio fueron recientemente publicados en dos artículos, uno en la Revista “Sicience of Tsunami Hazards”, de agosto 2022; y el otro en “Pure and Applied Geophysics”, octubre2022, ambas especializadas en estos fenómenos.

El director del CIMCN explicó que la investigación cobra relevancia porque permite actualizar la planificación de desastres en la ciudad de Antofagasta, y hacerla más acorde a lo que efectivamente ocurría en caso de un nuevo terremoto.

“Además, le enseña a la gente que hay una diferencia notable entre lo que el SHOA marcó como zona de seguridad (línea de los 30 metros sobre el nivel del mar, donde se recomienda permanecer), y los valores de inundación reales que podrían registrarse en caso de un terremoto y tsunami, los cuales, según nuestros análisis, serían muy inferiores a los previstos”, sostuvo.

Jorge Van Den Bosch explicó que los próximos pasos del proyecto serán emplear la información recolectada para dibujar un plano de riesgo de Antofagasta, con cotas de inundación actualizadas y ajustadas en base al nuevo modelo, lo que se espera tener los primeros meses del próximo año.

Lo mismo se está haciendo para otras comunas de la zona central, como Puchuncaví, con la cual el CIMCN viene trabajando hace tiempo.

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