El consorcio integrado OSSA, en colaboración con sus socios Acciona y Pizzarotti, aseguró que se están recuperando los avances que se obtuvieron antes de la pandemia en el nuevo yacimiento de Chuquicamata, donde construyen macrobloques que sostienen los enormes túneles subterráneos que están transformando totalmente el yacimiento, y que llegó a ser el de rajo abierto más grande del mundo.
Desde el organismo, señalaron que, luego de adaptarse a las nuevas condiciones generadas por la pandemia en el mundo laboral, el consorcio ha podido celebrar, el pasado 10 de mayo, el haber logrado avanzar en más de mil metros lineales por mes en túneles de desarrollo horizontal.
Con ello, contribuye a situar a Chuquicamata en las más altas tasas de productividad a nivel internacional. Ossa informó, además, que el nuevo objetivo es alcanzar los 1.100 metros lineales por mes.
Efecto pandemia en Chuquicamata
El consorcio informó que la productividad alcanzada supone dar más de 10 tronaduras al día, con las consiguientes labores preparatorias de seguridad, calidad y coordinación. Los macrobloques son redes de varios kilómetros de túnel que permiten la extracción del mineral.
Ossa explicó que la pandemia generó problemas tales como escasez de mano de obra especializada disponible, ausencias por enfermedad o por contactos estrechos y las consecuencias de las dificultades logísticas a nivel mundial en la llegada de insumos y maquinarias, todo lo cual retrasó el avance de los diversos proyectos de construcción.
Adolfo Sicilia, gerente general de OSSA Chile, indicó que “focalizados en el binomio seguridad-productividad ha sido un gran desafío la continuidad operacional con la mayor productividad posible, mediante una estricta programación y coordinación entre los distintos integrantes de los procesos, de manera de evitar interferencias en el proceso”.
Finalmente, el consorcio señaló que en el proyecto trabajan más de mil personas con alta especialización, que operan 73 maquinarias mayores de alta tecnología.