Accenture: Identifican tres tendencias que sector minero debe impulsar para enfrentar la transformación y el cambio organizacional

Mar 25, 2022

El director Ejecutivo para la Industria Minera de la firma en Chile se refiere a los efectos que ha dejado la pandemia, como, asimismo, el nuevo escenario que está dando lugar a la necesidad de un modelo operativo fundamentalmente diferente.

A propósito de la necesidad en la que se sumerge cada compañía minera en la búsqueda de estrategias que optimicen el uso de sus recursos tecnológicos y maximización del impacto sobre la gestión, en MINERÍA CHILENA conversamos con el director ejecutivo para la Industria Minera de Accenture Chile, Martín Tavil, empresa auspiciadora de este encuentro online «Transformación y Cambio Organizacional», que se llevará a cabo el próximo martes 29 de marzo.

El evento es organizado por UDD Ventures, Sonami y la Fundación Tecnológica de Sonami, siendo la segunda sesión del ciclo «Minería 4.0 Hoja de Ruta de la Digitalización», compuesta por seis eventos que buscan desarrollar las temáticas relacionadas a los cambios requeridos en liderazgo, comportamientos, innovación en procesos y en la cultura, así como en el capital humano requerido, para contar con una minería integrada, segura, verde, que sea rentable para sus accionistas, trabajadores y para el país, responsable con el medio ambiente y la comunidad.

Los encuentros se desarrollarán hasta junio próximo y su participación es gratuita, estando dirigido a ejecutivos mineros y proveedores de la minería.

Transformaciones

Tavil aborda cómo producto de la pandemia se aceleró el proceso de transformación en las empresas, principalmente en adaptabilidad a realizar trabajo remoto, generando que las empresas ahora persigan con mayor interés otorgar espacios de trabajo a distancia. En la misma línea, menciona la relevancia que tiene preparar a las personas para trabajar en conjunto con las nuevas tecnologías.

En el mismo contexto, el ejecutivo identifica y detalla tres tendencias que el sector minero tendrá impulsar para poder llevar a cabo la transición de su fuerza laboral en el mundo post-pandémico.

¿Cuál es su visión acerca de cómo ha ido avanzando la industria en la senda de la transformación y cambio organizacional? En la misma línea, ¿qué medidas adoptadas por las mineras -en los últimos años-son las que más destacaría?

La pandemia aceleró fuertemente la transformación y cambio organizacional de la industria minera. Antes de la crisis sanitaria, ya había robots, sistemas expertos y camiones autónomos operando en las mineras, pero el COVID-19 ha impulsado a las empresas a llevar la transformación digital más allá, ideando nuevas formas de ganar eficiencia en un momento en el que menos trabajadores podían estar en terreno.

Como consecuencia de la pandemia, el trabajo remoto creció en la minería a nivel mundial en más de un 80%, de acuerdo con un estudio reciente de Accenture. Por ejemplo, los nuevos centros de operaciones remotas permiten ahora al personal supervisar más funciones a distancia.

Un estudio reciente del World Economic Forum (WEF) sobre el futuro de los empleos, concluyó que el 95% de las empresas mineras encuestadas están adoptando estrategias que crean más oportunidades de trabajo a distancia y el 85% de los trabajadores del sector está dispuesto a aceptar estos cambios en su entorno.

La minería tiene dos grupos de trabajadores uno que trabaja in situ, a menudo en lugares remotos (la mayoría), y otro que está en las oficinas y que cubre las funciones de negocio, planificación operativa y funciones analíticas. Las mineras ya habían estado planificando una reubicación gradual de los trabajadores de las faenas a las oficinas y de las oficinas a los hogares, en un esfuerzo por crear un lugar de trabajo más seguro e inclusivo. El COVID-19 ha sido un catalizador de aceleración. Según el estudio de Accenture, pre pandemia, los trabajadores en terreno estaban un 100% in situ. Durante las primeras cuarentenas esta presencia cayó a un 60% y actualmente se encuentra entre un 70% y 80%. En cuanto a los trabajadores de oficinas, pre pandemia el trabajo presencial representaba un 90%. Durante las primeras cuarentenas bajó a un 5-10% y actualmente alcanza entre un 30% y 40%.

¿De qué manera estos dos aspectos han ido tomando protagonismo en el sector minero?

Sin duda la pandemia fue un impulsor de la transformación y el cambio organizacional de la industria minera.

¿Dónde perciben que existen sesgos y/o desafíos en el camino de la transformación organizacional? ¿Sigue siendo un gran reto la adaptabilidad del capital humano en el manejo del cambio organizacional?

El cambio organizacional debe ser realizado en conjunto con las personas porque, de otra manera, no ven el cambio como una oportunidad. En ese sentido, la minería tiene hoy el gran desafío de preparar a las personas en las habilidades digitales que serán necesarias para mantenerse competitivas en un mercado laboral cada vez más cercano, donde el trabajo conjunto con las nuevas tecnologías será clave. La oportunidad es importante. De acuerdo con un estudio reciente de Accenture y País Digital, si es que la industria minera chilena y el sector público impulsan la preparación de las personas para trabajar en conjunto con las nuevas tecnologías hoy, podrían agregarse US$ 2,8 mil millones al PIB de Chile hacia el año 2030.

¿Dónde identifica los cambios que se deben abordar con urgencia para enfrentar los actuales desafíos de la industria?

La transformación de la industria minera está dando lugar a la necesidad de un modelo operativo fundamentalmente diferente. Hay tres tendencias que el sector minero tendrá que impulsar para poder llevar a cabo la transición de su fuerza laboral en el mundo post-pandémico. La primera es pasar de las habilidades mecánicas a las analíticas. La mayoría de las funciones en terreno del sector minero son tradicionalmente de naturaleza mecánica, de mantenimiento, operadores de máquinas e ingenieros que manejan maquinaria minera pesada y vehículos. Por ejemplo, estas funciones implican tareas que son altamente especializadas y repetitivas, lo que las hace candidatas a la automatización.

Por lo tanto, en lo que respecta a la combinación de competencias, las empresas mineras se están preparando para el paso de las funciones mecánicas a las de planificación y análisis. Por ejemplo, un mecánico tendrá que trabajar con la tecnología de inteligencia artificial y machine learning para predecir los fallos de la maquinaria y realizar reparaciones preventivas; un operador de vehículos mineros tendrá que supervisar de forma remota múltiples piezas de maquinaria autónoma; y los ingenieros de minas tendrán que utilizar la tecnología para planificar y diseñar los lugares de perforación.

La segunda tendencia es el impulso de habilidades socio-emocionales. Los conocimientos digitales y analíticos ya eran muy solicitados antes de la pandemia. Con una mayor dependencia del trabajo remoto y virtual, las mineras han visto la necesidad de impulsar habilidades socio emocionales. Esto es importante porque la pandemia ha provocado un aumento de los problemas de salud mental, ya que los empleados responden al aislamiento y las presiones del trabajo a distancia, lo que requiere que los líderes demuestren una mayor empatía. A medida que los directivos pasan de gestionar trabajadores manuales a analizar datos y gestionar equipos remotos, también necesitarán una mayor capacidad de comunicación y experiencia en la gestión de proyectos y cultural del cambio.

La tercera tendencia es la importancia de la salud física y mental. La mayoría de las mineras observó un aumento de productividad con el trabajo remoto, pero así también agotamiento entre sus trabajadores. Se calcula que el costo de no abordar los problemas de salud mental sea de unos 16 billones de dólares hacia el 2030 y esa era una estimación pre pandemia. Sin embargo, la investigación de Accenture sugiere que los líderes de las empresas del sector de la minería, los metales y la energía se han quedado cortos a la hora de ayudar a los trabajadores a sentirse seguros cuando plantean problemas de salud mental. Las empresas deben cambiar rápidamente esa percepción. A medida que nos adentramos en un mundo post pandemia y los empleados vuelven a un modelo de trabajo «híbrido», dividiendo su tiempo entre el trabajo en casa y en la oficina, las nuevas reglas de interacción y compromiso podrían agravar aún más los problemas de salud mental.

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