El rol de Minera Cerro Colorado en la recuperación del acuífero y bofedal de Lagunillas

Sep 9, 2021

Ubicado en la Región de Tarapacá, se encuentra en vías de recuperación, con sus funciones ecosistémicas en pleno y con vegetación, lo que se ha confirmado por diversos estudios y reportes de consultores independientes.

A lo largo de su vida útil, Minera Cerro Colorado ha atravesado diversas etapas y escenarios en su relación con el acuífero y bofedal de Lagunillas.

El tema ha sido planteado a nivel público con motivo de las acciones presentadas recientemente ante el Tribunal Ambiental, pero -en lo concreto- la realidad actual de Lagunillas está marcada por un proceso que inició la minera hace poco más de 15 años.

Ubicado en la Región de Tarapacá, actualmente el bofedal de Lagunillas se encuentra en vías de recuperación, con sus funciones ecosistémicas en pleno y con vegetación, lo que se ha confirmado por diversos estudios y reportes de consultores independientes.

Esta área es descrita por el Ministerio de Medio Ambiente como uno de los Humedales Alto Andinos de relevancia regional, considerando sus particularidades en riqueza de especies.

Dentro de la fauna y especies identificadas en el sector se cuentan flamencos, peces de agua dulce catalogados como Trichomycterus rivulatus y Orestias agasü, ranas, aves como suris, perdices y taguas, y mamíferos como guanacos, alpacas, vicuñas, zorros y vizcachas. Además, la cartera de Medio Ambiente ha destacado la función de este bofedal dentro del “corredor biológico” de los flamencos.

Operación minera y entorno

Cerro Colorado inició sus actividades en 1992, siendo una de las primeras operaciones mineras de gran escala que dio inicio al boom de inversiones en esa década que consolidó a Chile como principal productor de cobre mundial. La operación se inició con una extracción de 90 l/s desde Lagunillas según las autorizaciones ambientales otorgadas en 1994 y 1997. Diez años después presentó un proyecto para optimizar sus operaciones y aumentar su producción de cobre. Esto consideró una extracción de 150 l/s según la Res. Ex. de la COREMA de 2002.

En 2005, la Dirección General de Aguas (DGA) notificó a la minera sobre indicios de que las variables ambientales relevantes del proyecto, en el sector de Lagunillas, no se comportaban conforme a lo previsto en los procesos de evaluación de impacto ambiental. Básicamente, lo anterior se refería a la afectación sobre el bofedal de Lagunillas que es sustentado por el acuífero.

Como respuesta, Cerro Colorado presentó un plan de recuperación, aprobado por la Res. Ex. N° 67, en 2011. El denominado “Plan de trabajo para el manejo de las funciones ecosistémicas del sistema lacustre Lagunillas” se planteó como objetivo la recuperación del bofedal de 8,5 hectáreas y su mantención hasta que se reestablezcan los niveles de agua subterránea que permitan que el bofedal funcione naturalmente. En este contexto, las metas de recuperación vegetacional establecidas fueron:

  • 60% de cobertura vegetacional hacia 2012 (se cumplió con un 89% de cobertura).
  • 70% de cobertura de especies propias del bofedal en 2017 (cumplida con un 83,3% de cobertura).

Situación actual y proyecciones

Cerro Colorado ha venido realizando estudios detallados y modelos hidrogeológicos que garantizan que, al actual ritmo de extracción y considerando el cese de operaciones de la mina en 2023, los niveles en el acuífero se recuperarán hacia 2050.

Hasta que ello ocurra, Cerro Colorado debe desarrollar un sistema de riego artificial para sostener el bofedal hasta su autosustentación. Cabe recordar que, en la actualidad, en torno a un 25% del agua que la minera tiene autorizado extraer, se destina a soportar al bofedal y no a producción de cobre.

“La recuperación del sistema azonal de Lagunillas se refleja en el paso de una condición cercana a cero cobertura vegetacional del bofedal en 2006, a la condición registrada en la última campaña de seguimiento anual, desarrollada en abril de 2020, que presenta más de 97,1% de cobertura vegetacional total, donde un 94% corresponde a cobertura de especies propias del bofedal y un 68% corresponde a recuperación de cubrimiento de especies acojinadas respecto a su condición original (7,13 ha)”, dice el biólogo Mario Parada, consultor en biodiversidad y recursos naturales de Biornat.

De acuerdo con el especialista, esta condición de recuperación de un sistema natural, con estas características, resulta inédita y no observada en ninguna experiencia similar en Chile.

“En 2005 diversos actores planteron que este bofedal se encontraba en un nivel de afectación severa, con una representación de especies acojinadas tendiente a cero. Pero luego de la implementación de los manejos recuperativos a partir de 2006 por Cerro Colorado, se ha observado un mejoramiento sostenido de la cobertura vegetacional. Es más, se han sobrepasado todas las metas declaradas en 2011”, subraya el especialista.

Junto a la vegetación, desde 2006 hasta la actualidad, otras formas de vida han recolonizado el bofedal y hace ya bastantes años es posible observar flamencos, vicuñas, ñandúes, patos, guayatas, zorros, anfibios y peces entre otras, transformando al bofedal de Lagunillas en un humedal de alta diversidad biológica.

Los estudios y modelaciones hidrogeológicas realizadas muestran signos claros de la futura recuperación del acuífero Lagunillas”, afirma Manuel Álvarez, superintendente de asuntos hídricos de Cerro Colorado.

“Además, la operación ha venido implementando un proceso de desescalamiento de la faena minera, lo que se ha traducido en caudales de extracción por debajo de los autorizados sin alcanzar hasta ahora los máximos descensos en niveles que autorizan los permisos. En otras palabras, la autoridad ambiental, mediante la Resolución 67/11, impuso restricciones a la extracción y fijó descensos máximos del acuífero, lo que se ha cumplido y se seguirá cumpliendo a cabalidad”, añade.

Desde la compañía afirman que han informado periódica y regularmente a las autoridades pertinentes sobre la extracción de agua que se realiza en el acuífero, la situación actual y el pronóstico de los niveles del acuífero y los efectos del cambio climático global sobre la Cuenca de Lagunillas, de igual forma se han sometido a diversos requerimientos de información sin que las autoridades hayan encontrado indicios o dictaminado sanciones relativas a la existencia de un posible riesgo inminente, tanto del acuífero como del bofedal Lagunillas.

“Los estudios y modelos hidrogeológicos realizados garantizan que, al actual ritmo de extracción, tomando en cuenta los efectos del cambio climático en el altiplano y también considerando el cese de operaciones de la mina en 2023, la situación en el acuífero se revertirá y se recuperarán sus niveles hacia el año 2050, o incluso antes”, concluye Manuel Álvarez.

Recuperación

En el siguiente gráfico se observa que las especies acojinadas ya en el año 2009, luego de la implementación de la recarga de agua en el 2006, alcanzaban más de un 13% de recuperación.

Entre el año 2011 y 2012, luego de la aprobación del “PLAN” (RCA 067/11) se inicia el mejoramiento del Sistema de Recarga de Aguas observándose un aumento significativo de la recuperación de cobertura de especies acojinadas, llegando en el año 2020 a un 68 % equivalente a aproximadamente 5 hectáreas de cojines.

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