Las siete consideraciones clave que recomienda la minería de Nueva Zelanda a la chilena

Jun 15, 2021

En entrevista con MINERÍA CHILENA, el geólogo René Sterk, director de la consultora RSC de este país, señala que la industria local "podría destacar algunas prácticas que son muy actuales en el ámbito minero, como la responsabilidad ambiental y la rehabilitación de sitios mineros".

A raíz del encuentro “Misión Empresarial Virtual”, organizado por New Zealand Trade & Enterprise y la Cámara Minera de Chile, donde se dieron a conocer servicios y productos de empresas de Nueva Zelanda y Chile, desde MINERÍA CHILENA, quisimos conversar con uno de los speakers neozelandeses que participó en éste, para así, conocer más detalles sobre la visión minera que tienen desde Nueva Zelanda en base a sus experiencias.

Si bien el geólogo René Sterk, director de RSC Nueva Zelanda -compañía que presta servicios de consultoría geológica a la industria minera global-, reconoce a Chile como un país de numerosas y grandes operaciones mineras, las cuales son reconocidas a nivel mundial, destaca algunas consideraciones claves para tener en cuenta en la industria, entre las que se encuentra:

Innovación: La importancia que tiene contemplar varios componentes para obtener el resultado ideal.

Sector académico-universitario: El apoyo de este sector juega un papel importante.

Investigación: No basta con contar con fondos disponibles para esta gestión, también es importante que el sector privado sea activo.

Cultura: Aprender de las experiencias para aplicar mejoras.

Acceso a conocimiento global: Aprovechar el que hoy está disponible.

Prácticas mineras: Muy actuales en el ámbito de la responsabilidad ambiental y la rehabilitación de sitios mineros.

Gestión de operaciones remotas: Es importante no sólo contar con innovadores software, sino también que las personas que los manejen sepan hacerlo.

¿Cómo está Nueva Zelanda impulsando la innovación para el sector minero?

No creo que la innovación necesariamente sea algo que se planifique alrededor de una mesa planificadora. La innovación proviene de muchas iniciativas paralelas y, por último, se reduce a la cultura. En Nueva Zelanda, la innovación es el resultado de varios componentes y un buen apoyo a un sector privado comercial activo y libre juega un papel importante en esto. Para una empresa, grande o pequeña, tenemos libertad para desarrollar nuestras ideas, no existen obstáculos para que una empresa sea creativa. Tener un sector académico fuerte también juega un papel importante.

En Chile, por ejemplo, las universidades tienen carreras relacionadas con la minería y eso hace que la innovación que se desarrolla a nivel académico pueda llevarse a las operaciones. Recientemente leí una excelente publicación de un autor chileno, en una plataforma internacional sobre tecnología y claro, esto es porque en un país que tiene tantas operaciones mineras y de gran tamaño es natural que a nivel académico se desarrolle mucha investigación al respecto.

Por eso, diría que más allá de los fondos disponibles para la innovación o los sectores involucrados, es importante que el sector privado sea muy activo y que no enfrente obstáculos para que florezca la innovación.

¿Qué acciones comparten entre las compañías mineras neozelandesas en materia de salud y seguridad, que podrían replicarse en la industria minera chilena?

En primer lugar, estamos comprometidos con lograr cero daño en las actividades y eso es algo que está muy instalado. Nuevamente, se trata de un asunto cultural: tienes que hacer que la gente quiera estar a salvo, lo que nunca es tan fácil. Obviamente, siempre hay oportunidades de mejora y creo que si hay un elemento que me gustaría destacar es precisamente el espacio para aprender de los errores. Cuando hay incidentes graves, que como en todos los lugares del mundo también hemos enfrentado, dedicamos tiempo para revisar qué sucedió, aprender de las lecciones necesarias e implementar los cambios necesarios para evitar que hechos similares ocurran nuevamente. Eso es algo que hacemos y nos permite mejorar.

¿Cuál es la principal dificultad tecnológica que percibe de las operaciones mineras chilenas que se podría mejorar a corto o mediano plazo?

No conozco en detalle la situación de Chile, pero me atrevería a decir que, desde la perspectiva de la minería, más allá de la operación, el mayor desafío está en la capacidad de aprovechar el amplio conocimiento global que hoy está disponible.

Los desafíos de la minería son globales y en todo el mundo estamos trabajando en distintas soluciones y caminos para enfrentarlos. Entonces, si bien hay países que por su tamaño tienen la capacidad de ser autosuficientes en muchos sentidos, la posibilidad de acceder al conocimiento y los desarrollos que otros han realizado, que han funcionado y que les están permitiendo lograr buenos resultados es un camino que puede permitir acceder a mejoras ya probadas en el corto y mediano plazo.

¿En qué etapa de la cadena de valor de la minería -destaca principalmente- que Nueva Zelanda es un ejemplo a seguir para Chile? ¿Por qué?

Chile es un país de numerosas y grandes operaciones mineras, las cuales son reconocidas a nivel mundial. Entonces, en lugar de posicionar a Nueva Zelandia como el país a seguir, podría destacar algunas prácticas que son muy actuales en el ámbito minero actual, como la responsabilidad ambiental y la rehabilitación de sitios mineros. Eso es algo en lo que Nueva Zelandia está trabajando muy activamente con programas de clase mundial para restaurar los sitios donde se encuentran las operaciones mineras. Estamos bajo un gran escrutinio por parte del público y esto también será más importante en todas partes del mundo.

¿Qué tipo de software o sistema de datos utilizan –mayormente en Nueva Zelanda- para digitalizar (o trabajo remoto) las operaciones mineras?

Nueva Zelandia es un país muy innovador en el ámbito de los softwares, y por ejemplo los desarrollos de compañías como Seequent (Leapfrog), muestra cómo encontramos soluciones prácticas en el espacio digital. Mi propia empresa ha cambiado todos los sistemas para el manejo de datos de minería. Pero más allá de las herramientas de gestión de datos que utilizamos, diría que tratar con datos requiere la filosofía adecuada más que las herramientas adecuadas. Las herramientas adecuadas en las manos equivocadas aún pueden generar problemas.

¿De qué forma la pandemia aceleró la digitalización en la innovación de la actividad minera?

Sin duda, la pandemia nos obligó a todos a utilizar herramientas tecnológicas de forma intensiva para poder estar conectados de forma remota, como Skype, Zoom, Teams, etc.

En el caso de mi empresa, ya habíamos hecho un cambio completo hacia sistemas de conexión remota, y nos sentimos muy cómodos, por lo que no tuvimos que enfrentar un proceso de readaptación o aprendizaje como lo hubieran tenido que hacer algunos de nuestros competidores más grandes. Lo que sí observamos muy claramente es que nuestros clientes están 100% receptivos a esta nueva forma de trabajar, lo cual es genial ya que ahorra muchos viajes y costos asociados con eso.

¿Qué medidas han estado adoptando para que la industria minera neozelandesa siga el camino de la sostenibilidad?

La sustentabilidad es un concepto tan amplio e importante para mantener la armonía entre las comunidades, el medio ambiente y la actividad minera. Nuestras políticas nacionales están bajo revisión continua y la armonía entre la industria extractiva y la comunidad se pone a prueba constantemente.

Nueva Zelandia busca activamente establecer una industria sostenible. En este momento, tenemos una gira sobre sostenibilidad en Nueva Zelandia, dirigida por Bruce Harvey, quien ha liderado la iniciativa de AusIMM para establecer nuevas políticas para sus profesionales de la minería en este espacio.

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