(La Segunda) Antes de las millonarias exportaciones de cobre u oro al mercado internacional, hay una actividad que normalmente no brilla tanto e incluso es poco conocida, pero que es fundamental sino incluso la más importante para que el principal negocio de nuestro país crezca o se mantenga: la exploración minera.
Sólo el año pasado, la industria invirtió US$458 millones en esta área, repartidos entre 101 compañías, según el último «Catastro de empresas exploradoras mineras 2020» de Cochilco.
Eso sí, la mayoría de las empresas que realiza esta actividad no son nacionales, sino que provienen especialmente de Canadá y Australia, y son en general firmas más pequeñas, las llamadas «mineras junior», conocidas por detectar depósitos y luego venderlos a actores mayores.
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Aunque las grandes mineras también realizan tareas de exploración, de hecho sus presupuestos son mucho mayores, pero en general están asociados al crecimiento de sus propias operaciones.