BHP y MassMin 2020: Desafíos por caída de leyes

Dic 14, 2020

En el contexto de la convención minera, el vicepresidente Planing and Technical de BHP, Carlos Ávila, analizó los principales retos operativos de la empresa para los próximos años, vinculados principalmente con una transición a mineralización primaria. Lo anterior podría implicar transiciones de rajos a minas subterráneas, entre otras soluciones.

Una de las exposiciones que tuvo lugar en la Conferencia MassMin2020 estuvo a cargo de BHP. Haciendo referencia a su operación más emblemática, Minera Escondida, el vicepresidente Planning and Technical de la compañía, Carlos Ávila, comentó que «el desafío que empezó a enfrentar la mina, es la natural transición a mineralización primaria, caracterizada por menores leyes y mayor dureza de la roca».

Lo anterior implica incremento de tasas de tratamiento. En el caso de esta faena, se pasó de las iniciales 35.000 tpd de 1991 a aproximadamente 400.000 tpd, utilizando en conjunto actualmente  sus tres concentradoras, es decir, 11 veces la capacidad de tratamiento con la que contaba la mina en sus comienzos.

Algunos otros problemas asociados -señaló- son una geotecnia más restrictiva y mayores perfiles de transporte, debido al aumento de la profundidad en el rajo. Respecto de lo anterior, el ejecutivo planteó posibilidades de planificar una operación subterránea para Escondida, una solución que puede pensarse para la mina que opera actualmente a rajo abierto.

De acuerdo con Ávila, otra faena operada por BHP en Chile -Spence- vive el mismo desafío que Escondida. «Los desafíos y oportunidades para assets anteriormente descritos son bastante comunes», puntualizó.

Impacto de escala

El vicepresidente Planning and Technical de BHP se enfocó en destacar que la minería deberá asumir un enfoque diferente para enfrentar los retos nombrados, siempre tomando en cuenta la Licencia Social para Operar, vale decir, las consideraciones prioritarias emanadas desde la sociedad y grupos de interés.

En primer lugar, los desafíos técnicos implican manejo de materiales de forma más eficiente desde el punto de vista económico y medioambiental. En ese sentido, Ávila nombró el ejemplo del uso de camiones impulsados mediante energías renovables, lo que permite la reducción de costos y un mayor cuidado del entorno. 

En un segundo término, está la posibilidad de realizar transiciones de rajos a operaciones subterráneas, una alternativa avizorada por la empresa hace más de una década. «No solo deberá enfrentar los desafíos técnicos, sino que también el escrutinio de los inversionistas, dados los altos costos de inversión», comentó el ejecutivo.

En tercer lugar, Ávila mencionó la necesidad de optimizar el consumo de agua, energía y trabajar en la reducción de emisiones. De acuerdo con el ejecutivo, las operaciones de BHP poseerán suministro 100% renovable a partir de la segunda mitad del próximo año, lo que se traduce en una reducción de 3.000.000 de toneladas de CO2. Lo anterior significará una reducción de un 20% de los costos energéticos.

En cuanto al consumo de agua, Spence está próxima a abastecer prácticamente el 100% de su demanda hídrica a través de una planta desalinizadora de agua de mar, sumándose a las iniciativas previamente desarrolladas en Escondida, faena que desde fines del año pasado no utiliza aguas continentales para sus operaciones.

Por último, Ávila se refirió al factor humano con equipos diversos e inclusivos, considerando por ejemplo una participación femenina de 27,2% a nivel global.

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