(El Mercurio) La optimización del consumo de agua viene siendo hace años uno de los factores clave para la minería, ante la mayor dificultad que existe para acceder al recurso y pese a que la industria representa el 3% de la demanda del país.
Es por esto que ha ido ganando terreno la construcción de plantas desaladoras, con el objetivo de elevar el uso de agua de mar ante la presión de demanda y agotamiento de los acuíferos de agua dulce.
Sin embargo, producto de la pandemia, estos desarrollos se han visto afectados, más que nada por la imposibilidad de movilizar el personal suficiente para su construcción.
En esa línea, la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) ve un retraso de uno a dos años en la puesta en marcha de varios proyectos mineros que contemplan el uso de agua de mar para sus operaciones, como por ejemplo, Diego de Almagro Sulfuros y Óxidos, Santo Domingo y Expansión El Abra, Nueva Unión, INCO de Los Pelambres, Quebrada Blanca, Encuentro Sulfuros, Spence SGO.
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