(El Mercurio) Minera Candelaria ingresó ayer al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) un proyecto para la optimización y continuidad operacional de la faena del mismo nombre, ubicada en la Región de Atacama.
Según explican desde la compañía, propiedad de la canadiense Lundin Mining, con esta iniciativa se busca compensar la caída en la ley del mineral del yacimiento y extender la vida útil de Candelaria, desde 2030 -que es hasta cuando cuentan con autorización actualmente- a 2040.
Del mismo modo, las obras consideran un aumento en la tasa de explotación tanto en la mina a rajo abierto, como en la mina subterránea, y la incorporación del rajo La Española, además de la ampliación de las áreas de disposición para los estériles, entre otros.