(Economía y Negocios online) La operatividad de Quebrada Blanca (QB) y su futura expansión son algunos de los temas a los que se refirió ayer Donald Lindsay, presidente de la minera canadiense Teck, en la conferencia de Metales y Minería de BMO Capital Markets en Hollywood, Florida.
Consultado por las opciones de la compañía de realizar nuevas adquisiciones y fusiones (M&A, por siglas en inglés), Lindsay se refirió a las dos expansiones del yacimiento de cobre en la Región de Tarapacá -la segunda ya se encuentra en construcción, mientras que la tercera aún está en estudio- para señalar que es improbable desarrollar un proyecto con el nivel de retornos de ambas.
«Tenemos QB II en construcción y creemos que QB III va a ser aún mejor, porque la eficiencia del capital será mayor ya que podremos beneficiarnos de una gran cantidad de infraestructura que está entrando al lugar. Creo que es poco probable que cualquier oportunidad de fusión y adquisición supere una tasa de retorno de 30%, como la que estamos obteniendo en QB II»», dijo, en conferencia.
A fines de enero, Teck anunció una inversión de US$ 4.700 millones para la construcción de la segunda fase de Quebrada Blanca y manifestó que la tercera expansión estará dentro de sus prioridades. De concretarse, la faena del yacimiento podría superar las 600 mil toneladas de cobre a mediados de la próxima década.
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Por otro lado, Lindsay también aludió a la seguridad en las infraestructuras mineras.
En su calidad de presidente del International Council on Mining and Metals (ICMM) -consejo que reúne a las empresas mineras más importantes del mundo- se comprometió a trabajar con los 27 directores de los miembros de ICMM en temas relacionados a las condiciones y protocolos en los yacimientos.»Trabajaré para establecer estándares internacionales para las instalaciones de relaves y emergencias, para así hacer un cambio fundamental en la forma en que la industria minera los maneja».