Dólar profundiza caída y cierra en $593, su menor valor en más de tres años

Feb 16, 2018

Analistas destacan entre las razones la debilidad global de la divisa estadounidense, el alza del cobre y las mejores expectativas de inversión en el mercado local.

(El Mercurio) La divisa estadounidense continúa en una racha negativa. Luego de haber sido arrastrado por la volatilidad de los mercados, el dólar lleva tres días bajo $600 y ayer, tres ceder $1,8, cerró en $593,4, su menor valor en más de tres años, específicamente desde el 11 de noviembre de 2014.

Con esto, la fortaleza del peso se ha consolidado y en lo que va del mes es la segunda moneda emergente que más se ha apreciado ante el dólar, con un incremento de 1,32%, superado solo por el rand sudafricano que subió 1,91%.

La caída de $21 que ha tenido el dólar en lo que va del año y el retroceso de $10,5 que acumula esta semana, los analistas lo atribuyen, principalmente, a la debilidad de la divisa a nivel global y al alza en el precio del cobre.

Álvaro González, economista del Banco Santander, señaló que «la apreciación del peso se debe principalmente a estos dos factores». Con ello coincide Felipe Ruiz, economista de Bci Estudios, quien comentó que «se advierte un debilitamiento global del dólar y consecuentes alzas en precios de materias primas».

Martina Ogaz, analista de estudio de inversiones de EuroAmerica, advirtió que la baja del dólar global se debe a que «el mercado está internalizando un posible déficit fiscal y de cuenta corriente en EE.UU. por la reforma tributaria y el plan de infraestructura de Trump».

El índice dólar DXY -que compara a esa moneda con una canasta de divisas- cayó ayer 0,57%, mientras que en lo que va del año ha retrocedido 3,81%.

Cobre vuelve a superar los US$ 3,20

El alza del cobre también se perfila como uno de los catalizadores de la baja del dólar. En los últimos cuatro días ha repuntado y acumula un incremento de 5,08% hasta los US$ 3,22 la libra. Ayer subió 1,95%.

Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de Plusmining, afirmó que «la caída de la semana pasada tuvo una naturaleza temporal generada por una sobrerreacción de pánico» y señaló que el alza puntual estuvo motivada por el anuncio del plan de infraestructura en EE.UU. que favorece a las materias primas. Para 2018 estima un precio promedio entre US$ 3,3 y US$ 3,4 por libra.

Las mejores perspectivas de inversión a nivel local también están influyendo en el fortalecimiento del peso según los analistas. Benjamín Sierra, economista de Scotiabank, afirmó que «hay varios factores que han favorecido el retroceso del dólar, pero las mejores perspectivas para la inversión en Chile han sido dominantes». En tanto, Felipe Ruiz de Bci Estudios, comenta que la actividad económica repunta y que los indicadores de confianza se ubican en niveles optimistas.

Menor precio beneficia importación de tecnología

La caída del tipo de cambio trae positivas noticias para los importadores, ya que ahora se requerirán menos pesos para pagar un producto con precios denominados en dólares, lo que, además, aumenta el poder adquisitivo en dólares de los hogares.

George Lever, gerente de estudios de la Cámara de Comercio de Santiago, comentó que «en el área de bienes tecnológicos la proporción de productos importados sobre el consumo local es muy alta, por lo que los precios en pesos se han visto beneficiados». Esto, según cuenta Lever, se ha traducido en un aumento en la demanda, lo que explica el aumento de casi un 15% en las importaciones de bienes de estas categorías (computadores, celulares, televisores), en un escenario en que el precio del dólar cayó más de 4%. Otros productos que también podrían ser beneficiados son los automóviles, combustibles, electrodomésticos, entre otros.

«El actual nivel de dólar está muy por debajo del tipo de cambio real de equilibrio de largo plazo, por lo que esperamos, dentro del ciclo de debilidad del dólar, una corrección al alza, que permita reducir la distancia con los niveles de equilibrio.

En el corto plazo, las desviaciones de ese equilibrio son comunes», comenta Lever. Y agrega que «más allá de los efectos de corto plazo sobre los precios, en el mediano plazo se requiere un tipo de cambio competitivo para fortalecer la actividad interna y la generación de empleo».

Exportadores de fruta ven riesgo por baja de la divisa

La caída que ha experimentado el dólar genera preocupación en los exportadores de fruta por la dependencia que tiene la divisa en sus retornos. El presidente de la Asociación de Exportadores de Fruta (Asoex), Ronald Bown, admitió que la situación «se vuelve compleja para la fruticultura de exportación en la medida que el dólar siga bajo los $600». Bown señaló que hay algunos exportadores que todavía no reciben sus retornos, quienes todavía dependen de un mejor precio al momento de recibir los pagos.

El timonel del gremio exportador indicó que algunos grandes empresarios han tomado seguros de cambio. «El problema es siempre con los medianos y los pequeños, que suelen estar más desprotegidos del riesgo cambiario. Para ellos, sin duda, la situación se vuelve preocupante».

Respecto a la posibilidad de que los agricultores ajusten sus planes de inversión para este año, Bown manifestó que es difícil que eso ocurra este año, ya que la fruticultura se mueve en ciclos anuales de septiembre a agosto. «Para esta temporada, las inversiones ya están realizadas», afirmó el líder gremial. Bown también dijo que si la caída del tipo de cambio es transitoria, entonces la próxima temporada habrá inversiones según lo planeado. Sin embargo, si es vista como permanente, «sin duda que se realizarán inversiones destinadas a lograr una mecanización y mejoras en la productividad de las especies frutícolas».

Expertos prevén más descensos en el tipo de cambio en el corto plazo

Al ver al dólar en su menor valor desde hace tres años, inmediatamente surge la interrogante de si esto se mantendrá en el largo plazo o si habrá una corrección a valores sobre $620 como veíamos en 2017. Los analistas estiman que en el corto plazo, es decir, en los próximos días y semanas, el dólar seguiría cayendo en el mercado local, y algunos estiman que se acercará a $585.

Desde el Banco Santander, el economista Álvaro González señala que los drivers del tipo de cambio en 2018 serán los movimientos que tenga el dólar a nivel internacional, el precio del cobre y también el dinamismo de la economía local. «Es posible que en el corto plazo sigamos viendo una apreciación cambiaria, pero nosotros esperamos ciertas reversiones en línea con un precio del cobre que se estabiliza y un dólar internacional que se fortalece», comentó González.

Con ello concuerda Martina Ogaz de EuroAmerica, quien afirma que «en las próximas semanas hay harta chance de que vuelva a caer el tipo de cambio», ya que pese a que el mercado se está recuperando, aún hay un índice dólar débil que por el momento no reacciona a los fundamentales.

El economista de Scotiabank Benjamín Sierra, estima que para la primera mitad del año uno de los factores predominantes que tendrá el dólar en el mercado local será la evolución de las expectativas de inversión para los próximos años. «Una vez que estas perspectivas se estabilicen, probablemente los factores de menor plazo volverán a ser predominantes», señaló Sierra.

Felipe Ruiz, economista de Bci Estudios, señaló que para la segunda mitad del año los fundamentos económicos «llevarían un tipo de cambio más elevado en el mediano plazo, en torno a los $610».

¿El Banco Central debe intervenir?

Patricio Rojas
Economista de Rojas y Asociados
«No es aconsejable que intervenga. La caída del tipo de cambio se debe a la depreciación del dólar en los mercados internacionales y a un aumento importante en el precio de los commodities. Es un fenómeno global. Esta apreciación de la moneda local la vive el peso, pero también el euro y el yen. Intentar cambiar esa trayectoria puede ser contraproducente. El BC debe guardar sus herramientas para cuando los movimientos del peso obedezcan a causas locales».

Sebastián Senzacqua
Subgerente de Estrategia y Economía en BICE Inversiones
«No está en nuestro escenario base una intervención del tipo de cambio local. El fenómeno que vive el peso chileno responde a tendencias globales. Una intervención del BC tendría un impacto muy acotado, nulo posiblemente, y las consecuencias en este contexto serían inflacionarias. No creo que el BC corra ese riesgo. Por otro lado, el fortalecimiento del euro puede significar una ventaja competitiva para la exportación chilena a Europa. Hay que mirar el panorama completo».

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