La innovación de Orica entrega soluciones y aporta valor a la industria minera

Sep 22, 2017

Gracias a su enfoque en I+D, Orica cuenta con WebGen™ 100, el primer sistema de iniciación inalámbrico del mundo; y con i-kon™ III, que es una evolución de su sistema electrónico para tronadura.

Las 1.500 tronaduras al día, en más de 75 países, convierten a Orica en la empresa líder a nivel mundial en el servicio de voladura y el desarrollo de nuevas tecnologías en sistemas de iniciación y emulsiones con diversos grados energéticos.

Christian Contador, Business Manager Chile, sostiene que “estamos constantemente trabajando para entregar mejores soluciones a nuestros clientes y ser un real aporte al desarrollo de la minería mundial. Gracias a esto, hoy Orica alcanza niveles de fragmentación y conminución que no  logra ningún otro proveedor de la industria, independiente de las variables geológicas”.

Esto no es casualidad y se debe a que Orica cuenta con un equipo de más de 200 profesionales enfocados en I+D en todo el mundo, invierte en promedio dos veces más que su más cercano competidor y cuenta con cinco Centros de Innovación y Colaboración (CIC); el único de Latinoamérica se encuentra en Chile.

De esta forma, la compañía australiana tiene dos productos que vienen a entregar mayor valor a la industria. Se trata de WebGen™ 100, solución inalámbrica que revolucionará los procesos de voladura en la minería; y la evolución de i-kon™, con la tercera generación de este sistema electrónico para tronadura.

Innovación disruptiva

Christian Contador explica que WebGen™ 100 “es el primer sistema de iniciación inalámbrico del mundo, que viene a marcar un antes y un después en la historia de la minería. Es una innovación disruptiva, que permite cambiar los métodos de explotación de los yacimientos a través de nuevas técnicas de tronadura, que hacen posible aumentar las reservas y recuperación de mineral”.

WebGen™ 100 tiene capacidad para recibir señales electromagnéticas de baja frecuencia (encriptadas bajo los más altos estándares de seguridad), posibilitando la comunicación a través de la roca, con una distancia de hasta 1,4 kilómetros. La irrupción de la tecnología inalámbrica en minería permite modificar los paradigmas de la planificación de toda la operación y facilita el proceso de automatización de carga de explosivos.

De esta forma, esta tecnología logra erradicar en un ciento por ciento la exposición del personal sometido a actividades críticas, haciendo posible nuevos métodos de explotación más eficientes, optimizando al máximo los tiempos de ciclo asociados a las actividades y los costos de construcción relacionados.

Actualmente la solución inalámbrica WebGen™ 100 se encuentra operativa en Canadá y Australia. En Chile, en tanto, ya ha sido  validada por la autoridad competente y su comercialización se iniciará  durante los próximos meses.

Ahorro energético

Las principales ventajas de i-kon™ III, actualmente en etapa de implementación, están relacionadas con mejorar las redes de comunicación de programación, la resistencia al corte de los cables que transmiten la comunicación desde la superficie al detonador y a las presiones dinámicas, junto con un mayor nivel de precisión del producto, por ser el único sistema electrónico con tecnología de submilisegundo programable.

Para este sistema, Orica ha desarrollado una gama de emulsiones cuyo valor energético va desde el 30% al 250% del ANFO. Este rango permite niveles de  fragmentación resultante de acuerdo a las necesidades particulares de cada uno de los clientes. En operaciones de concentración han alcanzado niveles del orden del 39% bajo una pulgada, en rocas de 250 megapascales.

Christian Contador explica que para operar eficientemente y generar valor, trabajan en función de las curvas granulométricas de los molinos. “Hemos llegado en algunos casos a no requerir el chancado primario, de modo que todo el mineral tronado pase directamente a los molinos. Mejoramos la fragmentación en torno a un 7% dependiendo del mineral”, asegura.

En tanto, en operaciones con procesos de lixiviación, las tronaduras están diseñadas para generar mayor fino, fragmentación y microfractura. El sistema manipula las dispersiones y las velocidades de detonación por sobre los 10.000 microsegundos, con el objetivo de conseguir una colisión en aquellos puntos en que se alcance la mayor eficiencia. A su vez, maneja las vibraciones y generación de polvo durante y con posterioridad a la tronadura, evitando el impacto en comunidades aledañas a las faenas.

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