Marcelo Tokman: «Cualquier actividad política será incompatible con el rol de director de Enap»

Ago 14, 2017

El gerente general de la compañía estatal estima que en diciembre podría debutar una nueva mesa directiva de la estatal, que busca aislarla del ciclo electoral. Pide que Hacienda capitalice a la firma en una cuota, con US$ 400 millones.

(El Mercurio) Desde hace siete años que estaba pendiente un cambio en el gobierno corporativo de Enap. Exactamente, desde que Chile ingresó a la OCDE, recuerda Marcelo Tokman, gerente general de la petrolera estatal desde 2014. Se partió con Codelco, siguió la Enap y «yo creo que Enami debiese ser la próxima», señala.

La nueva ley aprobada hace pocas semanas reduce el número de miembros del directorio de ocho a siete y, según Tokman, «permite independizar a la empresa del ciclo político, profesionaliza el directorio, nos hace regirnos por los estándares internacionales más altos». Hasta ahora, la mesa actual es presidida por el ministro de Energía, el vicepresidente de Corfo y otros tres representantes de esta corporación, además de tres directores ligados a gremios (Sonami, Sofofa e Instituto de Ingenieros de Minas). «El 1 de diciembre de este año podríamos tener un nuevo directorio y abandona la mesa el ministro de Energía». Tras el cambio, «ningún funcionario de gobierno estará en el directorio de Enap y cualquier actividad política será incompatible con el rol de director», asevera.

-¿Deja de ser Enap un botín político?

«No he visto nada que se acerque a un botín político en Enap. Esta ley mejora la conformación del gobierno corporativo y agrega aun más supervisión, vamos a tener más ojos encima de Enap: mantiene la fiscalización de Contraloría, del Congreso y nos deja además bajo la supervisión de la Superintendencia de Valores y Seguros».

Añade que lo que hace esta nueva ley es «consolidar lo que hemos estado haciendo estos últimos años, que es fortalecer la empresa, darle estabilidad financiera, mejorar los indicadores de seguridad, abrir nuevas líneas de negocios para poder dar soluciones a los distintos problemas energéticos del país, a través de la ampliación de giro».

-¿Es un paso previo a la privatización?

«En la discusión política de años atrás había personas que planteaban eso, pero en estos últimos años no ha habido nadie que lo haya planteado, sino que hay un convencimiento de que Chile requiere una empresa energética que abarque todas las fuentes de energía y gestionada de la mejor manera posible».

«Debido a las crisis energéticas por las cuales ha atravesado el país, a la constatación de fallas de mercado, a problemas de competencia, se vio que en Chile y en el mundo se requiere un rol activo del Estado para asegurar la seguridad del suministro, que la matriz vaya diversificándose adecuadamente».

-¿Se parece hoy más Enap a una empresa privada?

«Espero que en las cosas buenas de las empresas privadas nos estemos acercando, que creo que es lo que se ha logrado en los últimos años».

«Los números son evidentes: esta empresa estaba en una montaña rusa, porque con mucho sacrificio y costos se mejoraba un año el resultado, pero en los siguientes años los resultados empeoraban hasta que se hacía otro sacrificio -la venta de Primax o despidos de gente- para mejorar un poco el resultado por otro año».

«Esta empresa estaba en la UTI y el desafío era cómo asegurar su solidez financiera. Hoy ya la estabilizamos en torno a un Ebitda anual del orden de los US$ 600 millones».

-Uno de los aspectos clave es la capitalización de US$ 400 millones. ¿Cuándo llegan?

«La ley establece un plazo de 12 meses desde la promulgación. Estamos en conversaciones con el Ministerio de Hacienda indicándoles cuáles son nuestros requerimientos en estos 12 meses. No hay una definición precisa de en qué momento (vendrán) y si se entera el 100% de una vez o se hace en cuotas. Preferiríamos que fuera de inmediato».

-Un nuevo gobierno asume en marzo de 2018. ¿Puede bloquear el aporte?

«Dudo que eso vaya a ocurrir».

-Algunos privados, como Colbún, han criticado el doble rol de Enap, que hace política pública y compite en el mercado. ¿Hay competencia desleal?

«Somos el brazo musculoso de la política energética del Gobierno. Pero, primero: las empresas públicas en el sector energía son la regla, se ve en casi todos los países del mundo. Segundo, no hay ningún mercado en que operemos en que exista alguna regla que implique algún privilegio para nosotros, partiendo de lo que es nuestro core petrolero, porque nuestros competidores pueden importar directamente si no somos competitivos. Ahí enfrentamos la competencia más dura del mundo, que son las refinerías de Estados Unidos».

Venta de Nehuenco: «Estamos fuera del proceso»

-Colbún abrió un proceso de venta de Nehuenco. ¿Les interesa?

«Estamos buscando continuamente oportunidades. Cuando nos enteramos (del proceso) hicimos una oferta, y la respuesta fue que nuestra oferta era menos competitiva que otras que habían recibido, así que estamos fuera de ese proceso».

-En energía eléctrica, ¿quieren entrar a algún tipo de energía en particular? ¿Renovables no convencionales, solar, eólica?

«La gracia de Enap es que con la ampliación de giro, buscamos oportunidades de asociarnos con personas o empresas que tengan la experiencia, las ideas y el capital, para solucionar los problemas y los desafíos energéticos del país. No tenemos restricciones en términos de con qué fuente de energía y qué combustible, y vamos a buscar cuál es la combinación óptima de fuentes».

«En Magallanes seguimos con nuestro esfuerzo del gas no convencional y de desarrollar un parque eólico, porque es uno de los mejores lugares del mundo para esta fuente de energía».

«En la comuna de Ollagüe, donde había un potencial de geotermia gigantesco, vimos que nuestro aporte era viabilizar el proyecto (Cerro Pabellón, con Enel Green Power)».

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