(Diario Financiero) Un salto sustantivo dio Codelco, la principal minera de cobre del mundo, en calidad de su gobierno corporativo en relación con otras compañías estatales de recursos naturales del mundo, según un reciente informe del Instituto de Gobernanza de los Recursos Naturales, un centro de estudios sin fines de lucro basado en Londres.
La minera estatal tiene el mejor desempeño entre las 74 entidades evaluadas, lo que implica un salto cuantitativo respecto del reporte de 2013, cuando ocupaba la posición 10.
La chilena registró sus mejores puntajes en las categorías de Transferencias del Gobierno, Reportes Financieros e Información de Producción, Joint Ventures y Subsidiarias.
«Mejorar la información sobre las ventas de commodities podría elevar aún más la buena gobernanza de la compañía», señala el informe.
«Esto es fruto del trabajo que se viene realizando desde que, en 2009, un acuerdo de todos los sectores políticos del país permitió crear la Ley de Gobierno Corporativo de Codelco», dijo el presidente del directorio, Óscar Landerretche.
La minera supera a gigantes como Oil and Natural Gas Corporation of India y a reconocidos nombres, como la noruega Statoil (que en 2013 tenía el primer lugar), y dentro de este lado del continente a la renacionalizada YPF.
Chile también se posiciona
Pero el informe -que está disponible en DF.cl-también mide el avance de los países. De este modo, Chile ocupa el segundo puesto en el reporte RGI de 2017, que mide la calidad de los gobiernos corporativos en 81 países, superado sólo por Noruega.
Mucho más abajo, en el lugar 16, se ubica Perú, rival de Chile en el sector minero. En conjunto, los países de la muestra representan 82% de la producción mundial de petróleo, 78% del gas y 72% del cobre.
La minería del cobre en Chile aparece en el segundo puesto del índice, impulsado principalmente por el buen desempeño en el indicador de Ambiente Facilitador, que favorece la buena Gestión de Ingresos y una mayor Extracción de Valor. Con 81 puntos de un total de 100, se ubica 23 unidades por sobre el promedio de la región.
Así, el país está al tope de la categoría de naciones que han logrado establecer «leyes y prácticas que probablemente den lugar a que la riqueza en recursos extractivos beneficie a la ciudadanía, aunque puede haber algunos costos para la sociedad», señala el reporte.
Landerretche: «No es justo atacar lo que hemos hecho por aumentar la transparencia»
-¿Cómo toman esta medición?
-Es un reconocimiento al trabajo que Chile y que Codelco han hecho para mejorar sus estándares de transparencia, de generación de valor compartido y de gobernanza de sus recursos naturales. En nuestro caso, es fruto del trabajo que se viene realizando desde que, en 2009, un acuerdo de todos los sectores políticos permitió crear la Ley de Gobierno Corporativo e iniciar un proceso de mejora continua hasta lograr elevados índices de probidad, transparencia y buenas prácticas.
-¿Qué queda por hacer?
-Queda mucho por hacer. El informe recomienda mejorar la información sobre nuestras ventas. En Codelco tenemos una agenda de transparencia y probidad que seguiremos implementando.
-La empresa está en medio de una disputa con Contraloría, ¿hay un celo excesivo sobre Codelco?
-En Chile y en el mundo se ha instalado un clima de desconfianza a todas las instituciones. Muchos de esos cuestionamientos tienen una razonable veracidad, pero otros, como en el caso de Codelco, se fundan en prejuicios desinformados. Este informe no sólo ubica a nuestra compañía como la empresa pública mejor posicionada, sino que a Chile en el segundo lugar tras Noruega.
Estos resultados nos hablan de una nación que ha avanzado en incorporar las mejores prácticas en su institucionalidad y en sus compañías. Es deber de todos defender lo avanzado y promover lo que aún resta por hacer. No es justo ni conveniente atacar de forma desinformada y descontextualizada el esfuerzo que muchos hemos hecho por aumentar los grados de transparencia y probidad en la principal empresa de Chile. Respecto a Contraloría, el directorio ha sido muy claro y no tengo nada más que agregar.