Calificada como la de mayor envergadura dentro de las planificadas para este año por la compañía, Minera Centinela realizó la mantención programada de su planta concentradora y muelle de embarque, con la participación de 1.700 trabajadores de distintas empresas colaboradoras.
Durante seis días (entre el 1 y el 6 de marzo) se detuvieron las operaciones de toda la línea de sulfuros de la minera, con excepción de la extracción de material en los yacimientos.
“Este tipo de mantenciones son un eslabón fundamental para el logro de los objetivos de cualquier compañía minera. En términos de los resultados obtenidos en esta ocasión por Minera Centinela, estamos sumamente conformes con el éxito del proceso, ya que las labores se realizaron cumpliendo lo planificado y desde el punto de vista de la seguridad, tuvimos un muy buen resultado, con cero accidentes con tiempo perdido y con sólo siste incidentes sin tiempo perdido, lo que es un buen indicador, considerando que tuvimos del orden de 1.700 personas trabajando”, destacó el gerente general de la empresa, Andrés Hevia.
Cambio de correa y otras tareas
La “parada de planta” consideró más de 5.000 actividades, encabezadas por el recambio total de la correa Overland, cinta que traslada hacia la concentradora el mineral de cobre que se extrae desde el rajo Esperanza. Éste fue el primer recambio total de la correa desde el inicio de las operaciones. La instalación de la nueva cinta, de 7 kilómetros de largo (ida y vuelta), permitirá evitar fallas operacionales al disminuir la cantidad de empalmes de la correa de 32 a 15.
«El recambio de la correa es un hito tremendo para Centinela e incluso, me atrevería a decir, que marca un precedente para varias operaciones mineras de Chile, desde el punto de vista del tiempo que nos tomó y de los resultados de seguridad obtenidos”, subrayó Hevia.
El proceso de mantenimiento consideró varias otras tareas “críticas” o de alta complejidad, como el cambio de revestimiento y la reparación del motor eléctrico del molino SAG, además de las labores para mitigar el desgaste en la canaleta de relaves y la reparación en una de las líneas del concentraducto (una tubería de cerca de 145 km de largo por la que se traslada el concentrado de cobre).