(Reuters / El Mercurio) El yacimiento Grasberg, ubicado en Indonesia y la segunda mina de cobre más grande del mundo, que representa un 3% de la producción mundial, enfrenta otro revés.
Su controladora, la empresa Freeport, advirtió que reducirá su oferta por el paro de sus trabajadores y por problemas que tienen con el gobierno para renovar el permiso de exportar.
Un día después, Rio Tinto, uno de los socios de la minera -que posee el 40%- manifestó estar considerando desprenderse de su participación en la mina en medio de la incertidumbre de su funcionamiento. «Si queremos tener recursos significativos y flujos más allá de 2021, tendríamos que invertir mucho en los próximos años», dijo Jean-Sebastian Jacques, presidente ejecutivo de Rio Tinto.
La empresa decidirá en las próximas semanas si vender o abandonar su opción de tomar una participación efectiva de un 40% en Grasberg en 2021.