(La Tercera) El sueño de ver un crecimiento para Chile por sobre el 3% al parecer tendrá que esperar por largo tiempo. Esa es una de las principales conclusiones que se desprende de los últimos resultados de la Encuesta de Expectativas Económicas realizada por el Banco Central.
Según el sondeo, los expertos consultados disminuyeron levemente las proyecciones de expansión para este año desde 1,7% a 1,6% y para el próximo desde 2,1% a 2%.
Sin embargo, lo que más llamó la atención de los analistas fue la disminución en el crecimiento proyectado para 2018 que se movió desde 3% a 2,8%, cayendo por primera vez desde ese umbral.
Así, considerando los desempeños económicos del país desde 2014 y en base a las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) hasta 2020, Chile crecerá cerca de 1,1 punto menos que el mundo en dicho período.
Para Alejandro Fernández, economista de Gemines, el recorte de en las proyecciones para 2016 y 2017 eran esperables, pero la de 2018 no. “Lo que sorprende un poco es que también se bajó la proyección para el año 2018 (…) hay un deterioro importante en las expectativas, tanto en los consumidores como en los empresarios. Hay una perspectiva clara de que el deterioro en el mercado y en el trabajo va a continuar”, sostiene.
La opinión del economista del Banco Santander, Pablo Correa, va en la misma línea. “Está bastante instalada la idea de que para este año y el próximo vamos a tener un crecimiento mediocre. Lo proyectado para el 2018 es preocupante, porque de ser así tendríamos tres años con un crecimiento más cercano al 2%”.
Para Felipe Ruiz, economista de BCI, las cifras son acorde a lo proyectado por el mercado. “Las expectativas en torno a la actividad han comenzado a retroceder, pero están en línea con lo que nosotros esperábamos. Hace tiempo que se ve una economía más débil”, dice.
De hecho, para el Imacec de julio, los economistas anticipan un crecimiento de 0,9% y de 1,4% para el trimestre julio-septiembre.
“Las proyecciones para este año y para 2017 son consecuencia de los resultados del Imacec de junio y de las deterioradas expectativas que tenemos (…) además externamente el escenario es complejo. Las elecciones en EE.UU. con la opción de que Donald Trump pueda salir electo genera un escenario complejo. Además está el panorama en Europa, que en varios países es complicado. El escenario interno y el externo está incidiendo en esta corrección adicional en las proyecciones de crecimiento”, plantea.
Para mejorar las proyecciones Correa señala que “la única forma es que en los próximos trimestres tengamos señales más claras de que habrá una reversión en el bajo ciclo de inversión. Si eso no sucede lo más probable es que a mediados de 2017 estemos proyectando un 2018 con un crecimiento incluso más bajo que ese 2,8%”.
El lado positivo
En la última encuesta no todo fueron malas noticias. En inflación las expectativas de los economistas no cambiaron y continuaron mostrándose más optimistas. Los economistas consultados proyectaron para este año una inflación para 2016 y 2017 de 3,5% y 3%, respectivamente, ambas dentro del rango meta del Banco Central (2% – 4%).
“Las expectativas de inflación se mantienen para este año y para el próximo, yo tiendo a pensar que podrían ser incluso menores”, acota Fernández.
Pablo Correa también se muestra optimista frente a esta situación. “En un corto plazo vamos a ver que la inflación va a volver al rango meta (..) me alegra que afortunadamente la inflación no sea hoy día un problema macroeconómico del país”.
Ruiz comparte la visión y agrega que “se ve una rápida convergencia hacia el centro del rango meta, nosotros esperamos que ocurra eso en la primera parte de 2017. Si bien podrían haber presiones en el corto plazo que puedan dificultar eso, entre los economistas hay consenso en una caída en los niveles inflacionarios en el corto plazo”, sostiene.
En cuanto al tipo de cambio, los analistas proyectan que dentro de dos meses se ubicará en $ 670 y en 11 meses en $ 680.