Sociedad controladora de cascada nombra a Aldo Motta como representante

May 17, 2016

SQ Grand Corp lo designó como representante de Inversiones SQ, la que controla Inversiones SQYA. Ésta última tiene el 67,5% de Norte Grande.

(Pulso) En medio de la serie de movimientos producidos en los directorios de las sociedades cascadas tras la última junta de accionistas, la antigua administración de la compañía no termina de desligarse a pesar de que la actual mesa maneja un proceso de venta de su participación en el activo subyacente, SQM.

A pesar de mantener en tribunales una disputa con la SVS para revocar la multa impuesta por el organismo en el marco del caso Cascada, y de haber salido de la administración, Aldo Motta continúa ligado a las firmas.

El 30 de marzo de 2016 la sociedad SQ Grand Corp designó al ejecutivo de confianza de Julio Ponce como apoderado para la administración de Inversiones SQ, trámite que fue notariado el pasado 25 de abril.

SQ Grand Corp, antes denominada SQ Grand Cayman Corporation, es una firma constituida conforme a las leyes de las Islas Vírgenes Británicas, y actualmente está domiciliada en Panamá.

A través de esta compañía, el Trust constituido por Ponce que finalmente es el controlador del 30% de SQM, controla Inversiones SQ, la que a su vez tiene en 99% de Inversiones SQYA. Ésta última tiene el 67,53% de Norte Grande.

Pero esta no es la primera vez que Motta aparece ligado a las sociedades de Julio Ponce.

Ya en junio de 2015, ocho días antes que fuera reformalizado en el caso Cascadas y quedara con arraigo nacional y firma mensual, Aldo Motta se convirtió en el representante legal de SQYA, la cual justamente depende de Inversiones SQ.

Al igual que en la representación dada durante el ejercicio pasado, Motta cuenta con amplios poderes para representar a SQ en el país. Entre ellos, comprar y vender toda clase de bienes, corporales e incorporales, raíces o muebles; valores mobiliarios, bonos y acciones; celebrar contratos de cuenta corriente mercantil, imponerse de su movimiento y rechazar saldos; representar a la sociedad ante los bancos nacionales o extranjeros; representar a la sociedad en todos los juicios y gestiones judiciales en que ésta tenga interés o pueda llegar a tenerlos, entre otros.

Tal como ocurre con Motta, varios de los protagonistas de las disputas entre el controlador de la cascada y los minoritarios siguen ligados a las compañías.

De hecho, Patricio Contesse Fica, multado con US$2,4 millones por el caso Cascada e hijo del histórico gerente general de SQM, fue nombrado vicepresidente de Norte Grande, Oro Blanco y Calichera; mientras que Patricio Phillips -reelegido como director de Norte Grande, Nitratos y Potasios-, tuvo un rol protagónico en el mismo caso a raíz de sus declaraciones ante el fiscal José Morales y la comisión investigadora de la Cámara, en las que acusaba directamente al entonces Presidente Sebastián Piñera de estar involucrado en el proceso sancionatorio contra Ponce.

La posición en la que está Aldo Motta no es menor, de cara al proceso de venta de Calichera, sociedad en la que la sociedad que representa ejerce indirectamente el control a través de Norte Grande, Oro Blanco, Nitratos y Potasios.

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