(La Tercera) Mientras los técnicos de Hacienda y la Dirección de Presupuestos (Dipres) mantienen reuniones con los distintos ministerios para implementar el recorte de US$ 540 millones en el Presupuesto 2016, los expertos de Teatinos 120 preparan un instructivo de austeridad fiscal.
Según fuentes cercanas, el documento -que fue anunciado por el ministro Rodrigo Valdés durante el consejo de gabinete del lunes- se daría a conocer la próxima semana y apuntaría a ser “más preciso” que aquel elaborado en abril de 2015 por el entonces ministro, Alberto Arenas. Este restringió el uso y circulación de los vehículos fiscales, fijó criterios para la compra de pasajes aéreos y solicitó reducir la disponibilidad de celulares, entre otros.
El plan de ajuste anunciado el lunes por el ministro Valdés se concentra precisamente en la reducción en US$ 385 millones del denominado gasto corriente: horas extras, honorarios, asignaciones por funciones críticas, viáticos, compras de vehículos.
En el Presupuesto vigente, el Ejecutivo incluyó $ 194.290 millones (unos US$ 277 millones), para horas extraordinarias, viáticos y asignación de riesgo. De este total, $ 88.093 millones se destinaron a horas extras, equivalente a un aumento de 5% sobre el 2015.
Los recursos para el pago de viáticos totales alcanzaban los $ 79.294 millones, un alza de 13,9%, respecto al año pasado. Los viáticos de administración civil aumentaron 10,1% hasta $ 60.412 millones.
En asignaciones por funciones críticas -destinadas a empleados que cumplen funciones estratégicas para la institución, por la responsabilidad que implica su desempeño y por la incidencia en los productos o servicios que éstos deben proporcionar- se consideró un monto de $ 26.903 millones, lo que implica un aumento de 7,1% en relación con el presupuesto del año anterior (ver infografía).
Respecto a la dotación de vehículos, el gobierno esperaba aumentarla en 2,3%, para llegar a 7.773 unidades. Valdés ya señaló, que gran parte de este ajuste podría producirse por este ítem.
Aprobación del BC
A la aprobación mayoritaria que tuvo el ajuste fiscal del gobierno en el mundo económico y político, ayer se sumó el Banco Central (BC).
Tras reunirse con el jefe de las finanzas públicas, el presidente (S) del instituto emisor, Sebastián Claro, señaló que la medida “apunta en la dirección de fortalecer el proceso de consolidación fiscal que el ministro anunció el año pasado”.
En esa línea, destacó que Chile cuenta “con una política fiscal que es un lujo y que es predecible en el tiempo. Ese es un activo que le ha dado estabilidad macroeconómica a la economía chilena por muchos años”.
Menor gasto en 2017
En medio de este ajuste de cinturón, los economistas coinciden en que para asegurar el cumplimiento de las metas de reducción del déficit estructural -de 0,25 puntos porcentuales cada año-, el crecimiento del gasto en 2017 y 2018 debería situarse entre 2% y 3%.
Patricio Rojas, de Rojas y Asociados, dice que “posiblemente el gasto del próximo año será cercano a 2,5% o 3%, considerando el bajo crecimiento económico”.
Alejandro Alarcón, economista de la Universidad de Chile, va más allá y apunta que “si durante 2017 y 2018 el crecimiento del gasto no es cercano a 0% no se cumplirá con el balance estructural”. Añade que “Chile arriesga a quedarse con menos financiamiento a un costo más alto y con deuda que a la larga se va a transformar en un boomerang para el crecimiento del país”.
Cristóbal Gamboni, de BBVA, sostiene que 2017 y 2019 serán los años más complejos en materia de gasto, considerando el aporte de la reforma tributaria a los ingresos. “El espacio para que crezca el gasto el próximo año esta bastante reducido, entre 2% y 3%. Para 2018 debería ser un poco más de 3%, porque viene el termino del FUT, cuyos ingresos tributarios podrían sostener un gasto mayor”.
Valdés se reunirá hoy con los economistas para entregar su visión macroeconómica y compartir expectativas.