(La Tercera) A pesar de que el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, ha reconocido que el país enfrentará un escenario de menores ingresos producto de la baja del precio del cobre, hay expertos que aseguran que estos recursos podrían ser casi compensados por la fuerte disminución del petróleo. Mientras el metal descendió 26% el año pasado cerrando en US$ 2,13 la libra -y en 2016 se ubica apenas sobre los US$ 2- el crudo bajó 38%, a US$ 37 el barril, y actualmente alcanza los US$ 33
Un análisis realizado por el economista y director de Hermann Consultores, Jorge Hermann, sostiene que si se compara el precio promedio de US$ 99 el barril de petróleo Brent en el 2014 versus el precio promedio de US$ 38 el barril en 2015, nuestro país habría ahorrado US$ 5.940 millones en doce meses. Mientras que al cotejar el valor promedio del cobre entre 2014 y diciembre del 2015 (US$ 3,11 la libra y US$ 2,49 la libra respectivamente), los ingresos por el metal habrían caído en torno a los US$ 6.000 millones.
Hermann asegura que la compensación se ha reflejado en los resultados operacionales de la empresas que utilizan insumos relacionados al cobre y al petróleo. “El pesimismo del Ministro de Hacienda sobre la abrupta declinación del precio del cobre y sus efectos en la economía deben considerar también que por el lado del petróleo existen menores costos para las empresas del país, cuyo efecto final es balanceado sobre la economía”, enfatiza.
Términos de intercambio
Según los economistas, la compensación que ha existido entre los valores de ambas materias primas ayudaron a que la caída de los términos de intercambio no sea más profunda. Según el último Ipom del BC, durante 2015 ésta variable -que mide la diferencia entre el valor de exportaciones e importaciones- cayó 4,2%, mientras que para 2016 el descenso sería de 3,8%.
En la oportunidad, el presidente del instituto emisor, Rodrigo Vergara, sostuvo que la reducción del PIB para Chile a 2,1% en 2015 y de 2%-3% para este año se explicó principalmente por el deterioro de los términos de intercambio, factor que se replica en la mayoría de los países emergentes y exportadores de materias primas.
Durante 2015 los envíos chilenos retrocedieron 16,3%, mientras que las importaciones descendieron 12,8%. La fuerte caída en las exportaciones se explicó, principalmente, por un descenso de 17,8% en los envíos de cobre, hasta los US$ 31,125 millones, principalmente producto de una menor demanda desde China. Mientras que las importaciones se contrajeron 12,8%, con una fuerte merma en las compras de petróleo (-53%).
¿Repunte hacia 2018?
Chile importa cerca del 98% del petróleo que consume. Pese a ello, la desaceleración China y las débiles expectativas de crecimiento no hacen prever una mejora significativa en los términos de intercambio. El economista de BBVA, Cristóbal Gamboni, sostiene que probablemente se “volverán a ver niveles del precio del cobre algo mejores recién después de 2017 e incluso en 2018, por lo tanto, el deterioro va a continuar por un par de años más”.
Opinión similar tiene el economista de BCI Estudios, Antonio Moncado, quien apunta que “por el momento no se avizora un repunte con respecto a lo observado”, por lo tanto, “vamos a seguir viendo un deterioro en esta variable por lo menos dentro de los próximos dos años”.
El economista de Banchile Inversiones, Nathan Pincheira, añade que además de responder a ciclos económicos, el repunte de los términos de intercambio dependerá de las decisiones estratégicas que tome la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) respecto a los niveles de producción.
Antonio Moncado dice que dentro de los sectores que se han visto más afectados por la caída en la variable es la industria minera, en donde se ha observado el cierre de importantes faenas, además de la postergación de algunos proyectos.
Mientras que Andrés Osorio, economista de Credicorp Capital sostiene que los consumidores están dentro de los beneficiados por la caída del petróleo, ya que a pesar del alza del tipo de cambio, la baja del crudo se ha traducido en un retroceso en el valor de los combustibles.