(El Mercurio) Un nuevo traspié sufrió el Gobierno en la discusión en particular del proyecto de ley de reforma laboral. La intención del Ejecutivo de presentar ayer las indicaciones a la iniciativa se aplazó por una semana.
Recién el próximo martes La Moneda ingresaría los cambios, a la espera de que exista un mayor consenso entre los senadores de la Nueva Mayoría, sobre todo en temas esenciales, como pymes y derecho a huelga.
El presidente de la comisión de Trabajo del Senado, Juan Pablo Letelier, afirmó que «para la próxima semana quedarán pendientes temas que son gruesos, como prácticas desleales, huelga, uso de la fuerza y pymes». Agregó que espera finalizar el miércoles de la próxima semana la discusión en particular, y atribuyó a la discusión del proyecto de ley de Presupuestos el retraso en el envío de las indicaciones.
El presidente de la UDI, senador Hernán Larraín, criticó la desorganización que hay en el Gobierno y en los senadores de la Nueva Mayoría. «Por un lado, hay mucho interés de aprobar esto lo antes posible, pero cada vez que hay que tomar decisiones veo al Gobierno empantanado por las múltiples diferencias que hay al interior de la Nueva Mayoría sobre esta materia», manifestó.
Respecto a la influencia de la CUT en la discusión de la reforma, Larraín dijo que «los parlamentarios están cooptados por la CUT, y es la que está poniendo el ritmo en este tema. El Gobierno y los senadores de la Nueva Mayoría no solo están pendientes de la reforma, sino que también hay terceros que influyen en su decisión. Por eso, el resultado es la demora y la postergación».
Añadió que esta postergación «demuestra que no se pusieron de acuerdo, y eso obliga a que tengan que volver a revisar lo que quieren hacer».