Grupo Marubeni construirá desaladora en Arica y prevé entrar en calefacción  

Oct 20, 2015

Busca garantizar el suministro humano ante el agotamiento del recurso por la demanda minera y agrícola en esa región. La firma japonesa también apuesta por entrar a carreteras y puertos. 

(El Mercurio) Los sectores sanitario, minero, energético, infraestructura vial y salmonero son algunos de los rubros que en Chile atraen el interés del conglomerado japonés Marubeni, que está decidido a crecer en el país, según afirman ejecutivos locales.

Marubeni, junto con Innovation Network Corporation of Japan, controla el grupo Aguas Nuevas, que presta servicios sanitarios en las regiones de Arica y Parinacota, La Araucanía y Magallanes, sumando más de 400 mil clientes. La compañía también opera EnerNuevas, que participa en el negocio de generación eléctrica.

De forma individual, Marubeni también posee Aguas Décima, firma sanitaria de Valdivia.

En el ámbito sanitario es donde el grupo nipón, a través de Aguas Nuevas, tiene uno de sus proyectos más relevantes. Se trata de la construcción de una desaladora de 200 litros por segundo en Arica, proyecto que contempla una inversión de US$ 30 millones, que apunta exclusivamente a garantizar el consumo humano en los próximos años ante la sobreexplotación del recurso en el valle de Azapa por la creciente demanda minera y agrícola.

Así lo señaló el gerente general de Aguas Nuevas, Salvador Villarino, quien prevé que la planta estaría operando a fines de 2017 o inicios de 2018, favoreciendo a unas 200 mil personas, ligadas a los cerca de 50 mil clientes de poseen en esa zona.

El presidente de Aguas Nuevas, Toshimitsu Oda, aseguró que la inversión está decidida y será costeada por la empresa. Añadió que si bien saben que existe una posibilidad de que el gobierno licite desaladoras en el norte, “nosotros queremos adelantar el proyecto, anticipándonos al problema futuro”.

Esta obra no está dentro de un proceso tarifario en curso y tampoco conllevaría alzas de tarifas al público, aunque en la sanitaria indicaron que en algún momento tendrán que conversar con el gobierno al respecto. “Lo que no nos puede pasar es que nos falte agua”, acotó Villarino.

Marubeni e Innovation Network Corporation compraron al Santander el 100% de Aguas Nuevas a fines de 2010. Desde esa fecha, las inversiones en sus activos sanitarios en Chile suman US$ 200 millones. Este año, la firma destinará US$ 50 millones; la cifra se repetirá en 2016.

Otro de los proyectos relevantes de Aguas Nuevas -junto con mejorar la atención a clientes- apunta a reducir a nivel de grupo un promedio de 10 puntos porcentuales las pérdidas de agua que se producen por intervención de terceros y antigüedad de la red. En el caso de La Araucanía existen zonas donde ese problema llega al 45% del total de la producción de agua.

Proyectos del MOP

El presidente de Marubeni Chile, Keisuke Sakuraba, señaló que otro de los negocios que están mirando en Chile, para ingresar, es el de infraestructura de transportes, en particular las concesiones viales, a las cuales apuestan entrar a través de procesos de licitación del Ministerio de Obras Públicas (MOP) o mediante compras. Arribar al ámbito portuario local también es una opción, añadió.

Por otra parte, Sakuraba admitió que pese a que no han podido concretar el arribo al sector salmonero, siguen observándolo como opción.

Objetivo

Aguas Nuevas busca reducir las pérdidas de aguas en La Araucanía y otras zonas. La apuesta por el negocio de calefacción

En el ámbito minero, el grupo Marubeni es socio de Antofagasta Minerals, ligada al grupo Luksic, en diversos proyectos. A través de esa alianza espera seguir creciendo en ese rubro.

También vinculado a la minería, pero al servicio de abastecimiento de agua desalada, Aguas Nuevas tiene desde fines de 2013 una asociación con la australiana Osmoflo, partners que prevén facturar US$ 15 millones este año y llegar a US$ 50 millones en 2017.

Aguas Nuevas también está apostando a ingresar al negocio de calefacción para viviendas en La Araucanía. Para ello, está generando las primeras pruebas piloto que contemplan la instalación de una mini central térmica que se basa en biomasa para inyectar agua caliente por cañería a las casas, a las cuales se les deben instalar radiadores.

Con este plan, la compañía busca transformar la calefacción de los hogares de la zona, que es esencialmente a través del uso de la leña. Esto genera un serio problema de contaminación local, indicó Salvador Villarino, gerente general de Aguas Nuevas.

La empresa aplicará este sistema en 240 casas el próximo invierno para analizar los resultados. El objetivo es que el costo no supere los $70 mil al mes, monto que en promedio gastan los hogares con la leña.

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