Chile cae dos puestos en ranking de competitividad global afectado por rigidez del mercado laboral

Sep 30, 2015

El país pasó de estar en el puesto 33 al 35, mostrando un retroceso principalmente en la eficiencia de los mercados de bienes y el mercado laboral, además de una caída en salud y educación primaria y la sofisticación de los negocios.

(Pulso) Aunque Chile sigue manteniéndose como el país más competitivo de América Latina y el Caribe, una tendencia hacia la baja en la eficiencia de los mercados de bienes y en el mercado laboral provocó un retroceso de dos puestos de Chile, llevándolo del lugar número 33 al 35 entre 140 países en el Índice de Competitividad Global elaborado por el World Economic Forum (WEF).

Pese a mejoras puntuales en 2007, 2010 y 2014, esto confirma una tendencia negativa en la posición de Chile desde 2004 a la fecha, destacó la Universidad Adolfo Ibáñez, entidad partner que elabora el informe en Chile.

Este año el país fue sobrepasado por República Checa (37 en 2014, 31 en 2015), España (35 en 2014, 33 en 2015) y Kuwait (40 en 2014, 34 en 2015).

En medio de las discusiones sobre la reforma laboral, el documento sugiere que el aumento en la rigidez en las contrataciones del mercado del trabajo y en las prácticas de despido, han detonado la caída de dos puestos de Chile. Sostiene que las regulaciones restrictivas del mercado laboral son el factor más problemático para hacer negocios en Chile, junto con factores como una fuerza laboral con educación inadecuada y burocracia gubernamental ineficiente.

“En su transformación a una economía más diversificada y basada en el conocimiento, Chile necesitará abordar temas de largo plazo como un sistema educativo, específicamente la calidad general de la educación primaria, en matemáticas y ciencias. Por su parte, la educación superior y técnica se encuentran en mejor forma, pero Chile debe hacer más para mejorar la capacidad de innovación en áreas como investigación y desarrollo para diversificar y robustecer el crecimiento”, destaca el informe.

De hecho, las principales debilidades del país, se encuentran en la salud y educación primaria (74), la eficiencia del mercado laboral (63) y la sofisticación de los negocios (53).

Respecto a las fortalezas del país, al observar los tres subíndices (requerimientos básicos, potenciadores de eficiencia, sofisticación e innovación) y los doce pilares a partir de los cuales se construye el índice (instituciones, infraestructura, ambiente macroeconómico, salud y educación primaria, educación superior y capacitación, eficiencia del mercado de bienes, eficiencia del mercado laboral, desarrollo del mercado financiero, tecnología, tamaño del mercado, sofisticación de los negocios e innovación), se observa que el desarrollo del mercado financiero (21), el entorno macroeconómico (29) y la calidad de las instituciones (32) sobresalen.

Pero la realidad es que en comparación con el año 2014, se avanzó en tan sólo tres de los doce pilares del índice (infraestructura, tecnología y sofisticación en los negocios) y se retrocedió en los nueve pilares restantes.

En cuanto a los subíndices, el mayor retroceso corresponde al subíndice de requerimientos básicos (baja del lugar 30 al 36), seguido por el subíndice potenciadores de eficiencia (baja del lugar 29 al 31) y el de sofisticación e innovación (baja del lugar 49 al 50).

Región Latinoamericana

Respecto a América Latina, el informe de WEF estima que la región es heterogénea y que la brecha de competitividad entre los países se mantiene amplia.

“En términos comparativos, Chile continúa liderando la región. Este año se amplía la brecha en términos del índice de competitividad entre Chile, Perú (69) y Brasil (75), pero se reduce entre Chile, México (57) y Colombia (61). Estos movimientos se deben a la caída en el ranking de los dos primeros países y a la subida en el ranking de los dos últimos”, destaca la presentación de la UAI.

En el último lugar se encuentra Venezuela (132) y Haití (134), mientras que el resto de los países de la región se encuentran en el medio, es decir, entre las posiciones 50 y 100, con Argentina levemente fuera del rango, ubicándose en el puesto 106.

Tendencias globales

En términos globales el informe sostiene que siete años después del comienzo de la crisis financiera global, las consecuencias todavía se sienten alrededor del mundo.

“La recuperación ha sido menos robusta, más incierta, y ha tomado más tiempo de lo esperado, sugiriendo un ‘nuevo normal’ de un crecimiento económico más lento, con menor producción y elevado desempleo”, destaca.

Por otro lado, advierte que las proporciones “históricas” de la crisis económica y el “desempeño relativo” de las economías desde su inicio han demostrado cómo las debilidades estructurales pueden exacerbar las crisis y, en consecuencia, crear una economía mal posicionada para responder.

Asimismo, el informe sostiene que la crisis es un recordatorio de que la competitividad importa, puesto que los países que eran más competitivos en el inicio de la crisis son los que la han capeado de mejor forma.

En este contexto, “las reformas que mejoran la productividad son el único camino a seguir”, consigna.

Las cifras del informe también demuestran que el desempleo estaría pesando fuertemente en las sociedades, poniendo en riesgo no sólo una disminución en la demanda, sino que también en la inadecuada educación de una parte importante de la fuerza laboral.

“Los resultados presentados aquí sugieren que aprovechar el talento está en el corazón de una economía competitiva y resistente y aquellos países que saben identificar, nutrir, usar y recompensar el talento, son los que disfrutan de un crecimiento más robusto y de una recuperación más rápida”, sostiene.

Con todo, el informe destaca las preocupaciones en torno a señales de un llamado “nuevo normal” que suprime el crecimiento de la economía y la productividad, junto con elevados niveles de desempleo, podrían generar daños y dejar al mundo vulnerable a otra recesión prolongada.

Por otro lado, destaca que los mercados emergentes (con la excepción de India) representan un factor de preocupación, con muchos de los mayores mercados sufriendo reveses este año, fallando en promulgar reformas institucionales y de mercado cruciales.

En relación al desempeño de la competitividad de Europa el reporte del WEF refleja una mejoría en muchas economías del sur, aunque enfatiza que el acceso a las finanzas permanece siendo el desafío clave de la región.

Los países asiáticos, por su parte, muestran un desempeño diverso. Hay tres economías que aparecen dentro de los top ten, Singapur, Japón y Hong Kong, mientras que el bloque de los ASEAN sigue teniendo un fuerte desempeño y China, pese a la incertidumbre del crecimiento de su economía y la volatilidad que ha traído consigo en los mercados, se mantiene estable en el puesto 28.

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