(Pulso) Un duro cuestionamiento a las autoridades anteriores a la administración Piñera realizó el ex vicepresidente ejecutivo de Corfo, Hernán Cheyre. “Durante los gobiernos de la Concertación, el seguimiento del contrato Corfo-SQM no tuvo la rigurosidad que debió haber tenido”, disparó Cheyre.
¿Por qué decidieron mirar el contrato de pertenencias mineras?
Simplemente por sentir que teníamos una responsabilidad con un contrato que era muy relevante para la corporación. Me di cuenta que no había tenido el seguimiento que ameritaba. Esto no tuvo nada que ver con el caso Cascada ni con la investigación de la SVS. De hecho, antes que esto también revisamos la inscripción de las pertenencias. Estas para mí eran practicas de buena crianza. Ahí en esa revisión, nos dimos cuenta que habían una pertenencias que eran de Corfo, pero que SQM las inscribió como propias.
¿Cuál fue la respuesta de SQM?
Ellos se basaron en el contrato al señalar que debían proteger las pertenencias y la forma de hacerlo fue inscribir a nombre de ellos. Dijeron que cuando caducara el contrato la devolverían.
¿Qué le pareció a Corfo esa actitud?
Le dije a SQM que Corfo prefería inscribir a la brevedad y a su nombre dichas pertenencias. Todo esto coincidió con que muchos parlamentarios creían que no era conveniente que el litio fuera explotado por una empresa privada como SQM. Ellos eran partidarios de estatizar el litio.
¿Hablamos de parlamentarios de oposición de esa época?
Claro. Ese era el ambiente en que se desarrolló esto. Por eso, lo que hice fue sólo por razones de buena administración. De hecho esos parlamentarios solicitaron a la Contraloría General de la República que revisara el rol de Corfo en esta materia en el tiempo. Lo que la Contraloría dictaminó fue que hubo fallas de parte de Corfo en la administración de este contrato. Respondí que nunca antes alguien había hecho una auditoría tan a fondo.
¿Pero por qué no caducó el contrato si tenía fallas?
Porque según el contrato la causal de la caducidad radica en que la contraparte deje de pagar al Estado. Aquí no hubo incumplimiento en los pagos. Lo que hubo fue que en algunos periodos la forma en que se calculó no fue la procedente. Esa no era causal de caducidad.
¿Qué espera del arbitraje?
Ojalá que el arbitraje pueda llegar a buen término y que pueda fijarse lo que le conviene a Corfo y al país en general. Esta es una riqueza que debe ser bien explotada. Habrá que negociar los montos con que SQM tendrá que compensar a Corfo, cuando se produjo el inconveniente.
¿Si el precio del litio sube se debe renegociar el contrato?
Si es así, a lo mejor Corfo se podría quedar con un porcentaje más alto de lo que está establecido hoy. Esas son cosas que se pueden conversar.
¿Cuál fue el perjuicio?
Nosotros sólo calculamos el perjuicio que existía entre 2012 a 2013. El cálculo más o menos era de US$5 millones.
La oposición que ha manifestado el Gobierno de continuar con el contrato, ¿es un intento de expropiación?
Hay gente que quiere que esto se desarrolle desde el alero de una empresa estatal. Eso no me parece correcto. Lo más importante es que se llegue a buen termino el arbitraje. Si las causas incurridas por SQM dan cuenta que se incumplió el contrato, habrá que licitarlo de nuevo. No me parece que por factores políticos Corfo ponga fin al contrato con SQM.
¿Crees que las autoridades de los años 90 debieran responder por las condiciones del contrato?
Desconozco la forma en que se negoció el contrato, pero la realidad no daba para hacer algo muy distinto.
¿Cuál es el problema?
Mi gran objeción es que no se hizo una revisión del contrato. Hubo una mala administración histórica del contrato de Corfo. Digámoslo de una forma más correcta; Creo que tal como lo establece dictamen de la Contraloría, desde que se firmó el contrato en adelante Corfo no hizo un buen seguimiento del mismo. La única instancia en que se hace algo distinto es en 2012, cuando me tocó encabezar Corfo.