Productividad anota inédita caída de siete trimestres consecutivos a junio de 2015

Sep 4, 2015

En abril-junio retrocedió 1,4%, superando la variación negativa de 0,7% de los tres primeros meses del año. 

(El Mercurio) La productividad en Chile acumula una caída de siete trimestres consecutivos desde diciembre de 2013 hasta junio de este año, la racha negativa más extensa desde 1990 a la fecha, de acuerdo a un nuevo índice que forma parte de un convenio entre el Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales Clapes UC y el Instituto Chileno de Administración Racional de Empresas (Icare).

En esta serie histórica, otro período prolongado de bajas en la productividad solo tiene data en 2009 cuando hubo cinco trimestres consecutivos de contracción.

En tanto, en los últimos diez trimestres esta variable clave en la economía ha caído en ocho oportunidades.

La productividad total de factores (PTF) entendida como aquella parte del crecimiento que no es aportada por el capital ni por el trabajo, tiene distintas formas de ser estimada. Este nuevo índice se elaborará trimestralmente luego de la publicación de las cuentas nacionales del Banco Central.

La primera medición da cuenta de una caída de 1,4% en el segundo trimestre de este año, superando el retroceso de 0,7% que experimentó en los primeros tres meses.

Icare y Clapes UC darán a conocer hoy la nueva medición a empresarios y economistas.

Entre 1990 y 2009 se observa un descenso persistente en el ritmo de expansión de la productividad en los distintos gobiernos, desde un crecimiento de 4,2% en 1990-1993, hasta 0,2% en 2006-2009, dice Felipe Larraín, director del centro de estudios. En 2010-2013 el indicador marca una expansión de 1,1%.

Lo importante es entender que el problema que le ha pasado a la economía chilena no es solo que ha retrocedido la inversión, sino que hay una caída muy significativa en la productividad anual, la cual no se revierte sino que sigue en 2015, sostiene Larraín.

«El tema es que cuando la productividad es positiva, suma directamente al crecimiento y cuando es negativa, le resta. Si la productividad hubiera estado estancada el 2014, el país habría crecido 1,6% adicional», enfatiza.

Sobre las razones detrás de este cambio de tendencia, su hipótesis es que cuando la productividad aumenta es porque las cosas se están haciendo mejor en el país, no solo en el sector público, porque al final, el grueso de la actividad productiva es privada. «Es indudable que en un clima donde hay más certidumbre, con estímulos a la inversión y a la contratación, los aumentos de productividad son mayores. Sucede al revés cuando se genera incertidumbre y se castiga la inversión y la contratación», dice.

De acuerdo a un reporte del Fondo Monetario Internacional (FMI) en este ciclo los países han estado disminuyendo su productividad. Al respecto, el director de Clapes UC señala que no han hecho el análisis comparativo, pero su opinión es que hay países que se defienden mejor en escenarios externos complicados y otros que se defienden peor. Como ejemplo, dice que Perú y Brasil que tienen la economía más complicada, toman medidas para estimular la inversión y el crecimiento y aquí sucede lo contrario.

Este indicador introduce dos correcciones, explica Larraín. Lo primero es que en lugar de tomar el empleo en número de personas, considera el número de horas trabajadas. Lo segundo es que para tener una medida de productividad toma los salarios promedios que reciben las personas que están en cuatro grupos distintos: educación básica completa, educación media completa, educación técnico profesional completa y educación superior completa.

Los resultados de las mediciones serán puestos a disposición de la Comisión de Productividad creada por el Gobierno y de la comisión formada por la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC). Además, Larraín indicó que están disponibles para intercambiar ideas con representantes de otros centros académicos.

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