Chile es el país de América Latina con mayor exposición al debilitamiento económico chino

Ago 31, 2015

Las caídas bursátiles de China de la semana pasada y la creciente probabilidad de que su economía crezca menos de lo previsto en 2015 generan preocupación en toda la región, pero principalmente en nuestro país, por su dependencia a la demanda de ese mercado. 

(El Mercurio) Chile es el país de América Latina que posee mayor exposición comercial a la economía China, según cifras de la Cepal al cierre del primer semestre del año. El 25,4% de las exportaciones nacionales van directo al país asiático. Los países que le siguen, Perú y Brasil, solo alcanzan el 20,1 y 19,6%, respectivamente.

La situación china preocupa al Gobierno. Hoy lunes, a partir de las 7:45, está previsto que el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, exponga ante la Presidenta Michelle Bachelet sobre el impacto de la desaceleración económica de ese país y los efectos de su crisis bursátil -que esta semana cerró con una merma de casi 8%, tras vivir el famoso «lunes negro» que contagió al resto del mundo- en la actividad local.

América Latina basó su modelo productivo de las últimas décadas en la exportación de materias primas, a raíz del súper ciclo de los commodities . Sin embargo, ese período habría llegado a su fin, según varios analistas, y las cifras comienzan a mostrar dichas grietas. Al cierre del primer semestre de 2015, América Latina exportó 23,5% menos que en igual período del 2014, según datos brindados por la Cepal.

Honduras registra la mayor caída de envíos, con descensos de 84,3%. Entre los vecinos más complicados figuran Colombia, con una baja de 72,6%, y Venezuela, con 49,6%.

El caso de Chile es diferente: sus exportaciones hacia China han caído 1,6% al cierre del semestre, y si bien el dato es auspicioso si se lo compara con el resto de los países, su participación es mucho más elevada, por lo que una cifra negativa tiene mayor impacto.

Desafío para el país

Actualmente, el 77,1% de las exportaciones de Chile hacia China son cobre. Y un freno en la economía asiática supondrá un menor consumo de este mineral. Es por esto que un informe de la Direcon, que detalla el vínculo comercial entre ambas naciones, plantea como principal reto el hecho de que Chile no puede eludir la oportunidad de asociarse con inversionistas chinos para «diversificar la matriz productiva y las exportaciones».

Este viejo anhelo hoy toma mayor trascendencia al ver que China crece, pero no deslumbra. Para Francisco Garcés, director del Centro de Economía Internacional de Libertad y Desarrollo (LyD), el buen desempeño del cobre presionó a la industria exportadora en general. «Podríamos haber hecho las cosas mejor; no hicimos la tarea que teníamos que hacer. Ahora que termina el superciclo de los commodities nos dimos cuenta de que no hicimos las tareas en su momento y que la industria no cobre no es competitiva», asegura.

Coincide Erik Haindl, director del Instituto de Economía de la Universidad Gabriela Mistral, quien explica que Chile «se confió» de que este superciclo «iba a durar para siempre» y reconoce que «se está viendo que esta apuesta era errada».

El académico considera que nuestro país sufrirá «el famoso deterioro de los términos de intercambio. En el fondo, esto significa un empobrecimiento de los países de América Latina en general», estima.

Codelco es la firma que más le vende a la segunda economía del mundo y concentra el 23% de envíosDiez compañías suman el 71% de los flujos comerciales chilenos hacia ese mercado:

Diez compañías concentran el 71% de las exportaciones de Chile a China. Y todas esas firmas son productoras de commodities . Es más, la firma que más vende al gigante asiático es la cuprera estatal Codelco, que entre enero y julio de este año concentró el 23% de todos los envíos, con US$ 2.285,5 millones. La segunda mayor exportadora al país oriental es Minera Escondida (de BHP Billiton), con el 14% del total, que en los primeros siete meses del año comercializó US$ 1.391 millones, según las cifras del Servicio Nacional de Aduanas.

Entre las top ten en ventas a China hay nueve mineras y solo una empresa forestal, Arauco, responsable del 5% del total de ventas al país asiático.

El mercado chino es el que más compra cobre -adquiere el 45% del mineral disponible en el mercado, unos 10 millones de toneladas-, y por eso todas las grandes empresas del sector venden allí su producción. Sin embargo, el peso de las compras chinas en el total varía según la compañía. Por ejemplo, en los primeros tres meses de este año, el 40% del cobre producido por Codelco fue al mercado chino.

En el caso de CAP, el 68,3% del mineral de hierro producido en el primer semestre de este año (4.301 millones de toneladas) fue a China. La empresa presidida por Roberto de Andraca hasta ahora no ha bajado las ventas físicas. En 2015, los tonelajes de despachos proyectados a China alcanzan aproximadamente 9.592 millones, 3,6% más que en 2014.

Papel, productos pesqueros, exportaciones no mineras

Arauco comercializa allí el 47% de su celulosa, y es también un importante proveedor de madera aserrada. El brazo forestal del grupo Angelini lleva en ese mercado 38 años y entrega sus productos a más de 200 compradores: desde productores de papel, fábricas de muebles, industrias de embalaje y la construcción.

Las empresas pesqueras del grupo Angelini, Corpesca-Orizon, venden allí entre el 25 y el 30% de su producción total. El conglomerado señaló que «una desaceleración de la economía china generaría un escenario con dificultades, que esperamos no se materialice por los impactos que pudiera generar en las exportaciones».

El hecho de que China compre cobre y otros insumos se explica por su enorme tamaño, pero también por que el gobierno de Beijing «ha aplicado por décadas un modelo de crecimiento exitoso basado intensivamente en la inversión, el cual ha llegado a su peak y está siendo cambiado hacia otro que busca mayor sostenibilidad en base a eficiencia», explica el director ejecutivo de PlusMining, Juan Carlos Guajardo.

Por lo anterior, es posible que China haya alcanzado el punto más alto en su intensidad de consumo de cobre, pero es tal el tamaño de esa demanda, que aún tasas más bajas de consumo significan grandes volúmenes, añade Guajardo.

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