Competitividad cambiaria de Chile se sitúa 19% por sobre promedio de últimos 12 años

Ago 17, 2015

Con un dólar en $680, el índice que mide Credicorp Capital y que considera además los precios y costos del sector exportador, está en su mayor nivel desde 2009. Minería y agricultura son los sectores más beneficiados.

(Pulso) El dólar cerró el viernes pasado en $682. Si bien retrocedió en relación al jueves, se mantiene en sus niveles más altos de los últimos 13 años. Desde enero a agosto la moneda ha subido $70 y en el último mes acumula un alza de $42. Esta trayectoria del tipo de cambio nominal ha sido destacada como factor de impulso para las exportaciones chilenas  y, por esa vía, para la economía.

Si bien hasta febrero la apreciación de dólar no se reflejaba en una mayor competitividad para el sector exportador, un reciente informe de Credicorp Capital muestra que la competitividad actual de los envíos nacionales, considerando un tipo de cambio de $680, supera en un 19% al promedio de los últimos 12 años, sobre la base de un  tipo de cambio promedio para dicho período de $549 (ver gráficos). Asimismo, este índice de competitividad exportadora se ubica en su mayor nivel desde principios de 2009, y con esa excepción en el más alto al menos desde 2003.

Gonzalo Reyes, estratega de Credicorp Capital, explica que dependiendo de los sectores, el alza del dólar ha logrado contrarrestar, en unos casos, el fuerte deterioro de los precios internacionales, como es en la minería, donde también ha ayudado en parte una presión menor de costos; y en otros, donde los valores externos han subido, ha permitido más que neutralizar el incremento de los costos.

La cotización actual del dólar, del orden de $680, es 23,9% superior al promedio de $549 de 2003 a la fecha, y en términos generales el sector exportador tiene precios 3,7% superiores al promedio de dicho período -la suma de ambos factores arroja ingresos en pesos de 27,6% más-, pero costos también mayores en 8,7%.

Realidad por sector

En el desglose por sector exportador el informe da cuenta de que el que presenta el mejor resultado es la minería, seguido por la agricultura y bastante más atrás por la industria. A nivel ya de productos, también se observan distintas realidades, pero todas convergen, a excepción de la celulosa blanqueada, en una mayor competitividad actual frente al promedio del lapso 2003-215.

Es así como el sector minero anota un alza de 26,8% en su competitividad con respecto al promedio de los últimos 12 años, aún cuando sus precios en promedio han descendido 1,2%. En ello colabora también que es la única área que presenta una caída en sus costos de 4,1% versus 2003-2015. En los subsectores la estrella es el oro no monetario, que muestra el mayor incremento de competitividad (39,8%), seguido por concentrado de cobre (15,1%), cobre (14,1%) y cátodos de cobre (12,4%).

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La agricultura, en tanto, registra una competitividad 19,9% por sobre la del período 2003-2015, ayudada además por el tipo de cambio, por precios promedio 22,7% más altos y pese a costos 26,7% superiores. En su interior el rubro frutícola logra una mayor competitividad de 13,6%.

De acuerdo al informe, el sector que ha ganado menos competitividad cambiaria pese al aumento del dólar es la industria, con un avance de sólo 2,7% sobre el promedio de los 12 años recientes. Esto, a  juicio de Reyes, se debe principalmente al fuerte incremento de costos que ha tenido este rubro, puesto que se elevaron 28,3% versus el período comparado, mientras que sus precios promedio crecieron 7,2%. “Pese a esas dos variables en contra, este sector ha conseguido alcanzar los niveles de competitividad promedio desde 2003”, destaca Reyes.

En esta área conviven distintas realidades. Por un lado, un rubro muy competitivo como la harina de pescado, con un 73,4% por sobre el promedio desde 2003, y otro, como la celulosa blanqueada, que está levemente por debajo del promedio de los últimos 12 años, mostrando una caída de 1,6%. También evidencian mejoras relevantes de competivividad las exportaciones de madera cepillada (23,7%) y madera aserrada de pino insigne (22,6%), mientras que bastante menores vino embotellado (3,5%) y bebidas y tabaco (0,8%), por ejemplo.

Visiones

En el análisis, Reyes indica que “lo que primero que están reflejando estas cifras es que los estabilizadores automáticos que tiene la economía chilena están funcionando, porque efectivamente cuándo la actividad interna está débil y en una fase de desaceleración, la medida de ajuste es precisamente el sector externo, porque el peso se deprecia y eso hace que las exportaciones se vuelvan más competitivas”.

El estratega de Credicorp Capital asevera que estos “son mecanismos de mercado que hacen que la economía chilena se estabilice de mejor forma y eso lo hace básicamente el tipo de cambio”.

Patricio Crespo, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, tiene una mirada menos optimista sobre la realidad del sector exportador, puesto que a su juicio, la competitividad actual se debe analizar sector  por sector. En ese contexto, argumenta al analizar lo que está pasando con los commodities, por ejemplo, que el precio del maíz cayó a la mitad y que si bien algo se ha compensado con el alza del dólar, “no logra ser en la misma magnitud que la caída de los precios de los productos”. En ese sentido Crespo puntualiza que “ nuestro sector está en una situación neutra en cuanto a su competitividad”.

Mirando en perspectiva, Reyes indica que “el dólar ya se apreció bastante, por ello, lo más  probable es que no lo vuelva a hacer en la misma magnitud”. No obstante, acota que “de todas formas es probable que el próximo año Chile mantenga niveles de competitividad mayores al promedio de la última década”.

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