Diego Hernández: «Con la compra de Zaldívar estamos mandando una señal»

Ago 3, 2015

El máximo ejecutivo del brazo minero del grupo Luksic explica las razones de la adquisición a Barrick Gold por US$ 1.005 millones. Sobre el precio futuro del cobre es optimista: "va a ser el primer commodity que se recuperará", asegura.

(El Mercurio) La reciente adquisición del 50% de la mina de cobre Zaldívar por parte de Antofagasta Minerals -el brazo minero del grupo Luksic- a Barrick Gold, en US$ 1.005 millones, marcó dos hitos.

Es la mayor compra de activos locales hecho por una empresa de capitales chilenos a una firma extranjera en los últimos años -habría que remontarse hasta la adquisición realizada por Codelco a AngloAmerican, en 2012, por una parte de Los Bronces para alcanzar un monto mayor-, y, en paralelo, marca una hito de inversión en un escenario de debilidad del precio del cobre.

Diego Hernández, presidente ejecutivo de Antofagasta Plc, explica por qué decidieron realizar esta adquisición: «Chile siempre ha sido y será atractivo para el grupo». Tanto, que explica que con la compra suman más de US$ 6 mil millones en su cartera de inversión en el país.

-¿Por qué decidieron adquirir Zaldívar en este momento?
«Somos una empresa minera que cree en el cobre. En este momento hay una coyuntura de mercado un poco más compleja, pero como tenemos un balance (financiero) bastante sólido, estamos tomando justamente la oportunidad para invertir más en cobre en este período y hacernos del 50% de una mina que es competitiva y que va a agregar valor a nuestra cartera de operaciones».

-Antofagasta Minerals tiene con esta operación una cartera de más de US$ 6 mil millones. ¿Por qué invierten cuando el cobre está bajando?
«Uno de los secretos del negocio minero es ser anticíclicos. Pero es difícil de ejecutar, porque cuando los precios están bajos, la empresa tiene menos recursos y menos posibilidades de invertir. Las empresas con deuda alta difícilmente pueden aprovechar los anticiclos. Como Antofagasta tiene un balance bastante sólido, no tenemos deuda -y como acabamos de vender Aguas de Antofagasta- y estamos con caja, creemos que es una buena decisión invertir en cobre, en Chile y en la Segunda Región».

-Pese al menor crecimiento, la caída de la inversión y costos altos, ¿Chile sigue siendo atractivo para el grupo?
«Chile siempre ha sido y será atractivo para el grupo Antofagasta. Somos de acá y acá tenemos nuestra base de producción. Es acá donde, con inversiones de este tipo, podemos capturar sinergias. Tenemos el know how y sabemos cómo trabajar. Hay que ir adaptándose a los ciclos buenos y malos. Con la compra de Zaldívar estamos mandando una señal: estamos dispuestos a mejorar este clima de crispación, estamos haciendo una inversión grande en el país».

-Respecto del cobre, ¿cuándo estiman que repuntará el precio?
«El cobre cayó ahora por todas las incertidumbres que hay en relación con el verdadero crecimiento de China, país que consume casi la mitad del cobre a nivel mundial. China va a seguir creciendo, probablemente a otro ritmo, pero igual es la segunda economía más importante en el mundo. Y en la medida en que China y las economías de los países desarrollados se vayan regularizando en el crecimiento y vaya pasando esta crisis de la que ha costado salir, los commodities nuevamente se van a recuperar. El cobre va a ser el primer commodity que se recuperará, porque en términos relativos no ha bajado tanto como otros, porque la oferta y la demanda han estado más estrechas».

-¿Y en cuánto cerrará este año?
«Este año será un poco peor de lo que habíamos pensado».
«No vemos que el precio pueda bajar mucho más (ayer cerró en US$ 2,37 la libra). Este segundo semestre puede estar del orden de US$ 2,5 la libra. El próximo año debería ser parecido al promedio de 2015, y de ahí para adelante va a haber presiones al alza».

-¿Sobre US$ 3 desde 2017?
«Tal vez (pausa). Sí, volveremos a niveles de ese tipo (US$ 3 por libra)».

-En términos de utilidades, ¿mejorarán los resultados este año?
«No. Es muy difícil compensar la baja de precio con la baja de costos. No hay ninguna empresa que lo pueda hacer este año. En general, todas las mineras tendrán peores resultados este año que en 2014. Y la compra de Zaldívar se cierra a fines del año, y solo entonces empieza a ser parte de nuestros resultados».

-¿Quieren comprar otras minas? ¿Las de AngloAmerican, que están a la venta?
«Ha habido poca oferta de activos, y esta fue una buena oportunidad. Siempre estamos atentos a lo que está pasando. En la medida en que sean activos que podamos incorporar a nuestra cartera de operaciones, intentaremos hacerlo. Minas mucho más chicas o de costos más altos tienen menos atractivo».

Inversión: «Chile tiene potencial para hacer las cosas mucho mejor»

-¿Estiman que el clima de inversión se deterioró por las reformas?
«Sin duda que se ha deteriorado el clima para invertir, pero creemos en Chile, con una visión de largo plazo, y creemos que estos períodos malos se van a superar. Chile tiene potencial para hacer las cosas mucho mejor y tenemos que trabajar todos juntos para mejorar la situación actual. ¿Por qué no creer que eso es posible y así mejorar la situación actual? Hay que tener fe en que es posible hacerlo, porque están todas las condiciones dadas para hacerlo mucho mejor».

-¿Cómo les afectó concretamente la reforma tributaria?
«Lo peor de la reforma tributaria no es el aumento de tasa: es que es una reforma muy difícil de llevar a la práctica… ¡Es kafkiana! A pesar de todas estas circulares, no se sabe todavía cómo va a operar. El consenso hoy es que hay que hacerle cambios mayores para que pueda operar, porque es extremadamente complicada, enredada y difícil de interpretar. Es una mala reforma tributaria, y es el momento para poder mejorarla».

-¿Y la reforma laboral?
«No aborda los verdaderos desafíos que tiene el país. Refuerza una mirada obsoleta de la relación entre sindicatos y empresas, refuerza el poder de las cúpulas sindicales y no se hace cargo de los problemas que sí hay».
«Lo que nos complica más hoy en la relación con los sindicatos no es la relación formal o las negociaciones colectivas, sino los movimientos ilegales, como los que enfrenta Codelco. Y ese es un aspecto del que la reforma laboral no se hace cargo y está ahí, es una realidad, y todo el país lo puede ver».

-El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, criticó esta semana el clima de crispación del país. ¿Qué señales del Gobierno podrían mejorar el ambiente?
«Primero, hay que arreglar la reforma tributaria y hacerla operativa. También hay que lograr que la reforma laboral favorezca al país y ayude a mejorar el clima de inversiones, a incorporar a mujeres y jóvenes a la masa de trabajadores, que son temas mucho más importantes que reforzar las cúpulas sindicales. Que también se despeje cualquier otra reforma fundamental que está en el aire, como la reforma constitucional. Y que, obviamente, las reformas ayuden al crecimiento económico y a la equidad, y que no sean reformas retrógradas».

Glencore: pugna afecta a todo el sector

La controversia con Glencore por el botadero Cerro Amarillo de Los Pelambres -una parte del cual está en Argentina, en propiedad de la minera suiza- molesta al grupo Antofagasta, que estima que su contraparte tiene poca voluntad para superar el conflicto. «Este es un tema bastante fácil de solucionar desde el punto de vista técnico. Este es un botadero absolutamente convencional, como los que tiene cualquier mina, incluyendo las de Glencore», dijo Diego Hernández. «Pero hay que tener voluntad para solucionarlo. Si el objetivo es otro, todo se alarga y se complica», señaló el CEO de Antofagasta. El ejecutivo alertó que «por fortalecer su posición, (Glencore) está afectando a toda la industria». Dice que si una minera pone en duda un botadero de estériles, que tiene menos impacto en el medio ambiente, qué se puede esperar del resto.

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