(Diario Financiero) Con cuotas de cautela está mirando el mundo de las pequeñas y medianas empresas las ideas que estarían rondando en el gobierno de establecer una diferenciación para las pymes en el proyecto de reforma laboral. Esto, luego del anuncio que habría emanado el lunes del comité político por parte del ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, de evaluar criterios especiales en la normativa para las pymes.
Sin embargo, a pesar de ser acogida esta demanda que se presentaba como uno de los planteamientos centrales del sector, no parecen tener mucho eco las fórmulas para resolver puntos emblemáticos que han sido condenados por el sector durante el transcurso de la discusión legislativa, como la huelga sin reemplazo.
Es más, se mantienen expectantes de lo que finalmente se logre plasmar en el articulado y si en definitiva se impulsará una real voluntad política de empujar una propuesta de esta envergadura en el Senado.
El presidente de la Confederación Nacional de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conapyme), Rafael Cumsille, señaló que ve como una «buena señal» el régimen especial que se estaría estudiando para las pyme.
Sin embargo, frente al posible perfeccionamiento que se estaría evaluando en los ministerios de Hacienda y Trabajo de limitar la duración de las huelgas en el sector, es claro en afirmar que «un pequeño negocio con siete días de paralización puede ser suficiente para que deje de funcionar», a pesar de que parezca como algo positivo el acotar la extensión de las huelgas en el sector.
Según trascendió, en el gobierno estaría ganando terreno la idea de que los paros no superen los siete días.
En esa línea, el dirigente explica que «el no poder reemplazar, incluso, por personal interno, cualquier número de días para una pyme es fatal». Aseguró que lo más importante es que exista en el sector el reemplazo tanto externo como interno. Por esto, sostiene que lo planteado «no es ninguna buena fórmula».
Otro de los puntos donde se estarían estudiando ajustes desde el oficialismo sería en elevar los quórum de representatividad de los sindicatos en las micro y pequeñas empresas. En específico, para Cumsille, lo más importante en esta discusión es subir la cantidad mínima de trabajadores para formar un sindicato de 8 a 25 empleados.
Un matiz distinto es el que ayer marcó el presidente de la Unión Nacional de Organizaciones Gremiales de Micro, Pequeña, Mediana Empresa y Empresarios (Unapyme), Héctor Tejada, tras sostener una reunión con la ministra del Trabajo, Ximena Rincón. Junto con confirmar que se abordó el hecho de limitar la duración de la huelga, el dirigente advirtió que «no es tan fácil» el tema de un régimen especial para las pymes. «Podríamos caer en que tengamos trabajadores de primera y segunda categoría. Esa es una fuente de conflicto a futuro, porque los trabajadores que tengan menos derechos van a querer tenerlos», dijo.
En tanto, el presidente de la Asech y de la Multigremial de Emprendedores, Juan Pablo Swett, calificó como «un buen paso» el anuncio que habría emanado desde el comité político, ya que «a nivel mundial la OIT promueve que exista una diferenciacion entre grande y chicas y Chile no debiera ser la excepción».
Eso sí, advirtió que una huelga en una pyme que se prolongue por mucho tiempo puede hacer que desaparezca. Por esto, «el acotar el número de días, sí se puede entender como una solución a esta parte del problema, pero no soluciona todos los desperfectos que tiene la reforma laboral. Para nosotros debe haber reemplazo interno para todas las pymes sin excepción reconociendo que tienen una realidad muy distinta a las de las grandes empresas», aseguró.
En cuanto a la creación de sindicatos, planteó que «se debe aumentar para todas las empresas, y de esta manera asegurar un mayor nivel de representatividad en las empresas de todos los tamaños. Para nosotros el número no puede ser inferior a 25 trabajadores como mínimo para formar un sindicato».
CPC y Sofofa valoran señal pero insisten en alternativa a reemplazo
Como una señal positiva calificó el empresariado el hecho de que el gobierno se abriera a realizar cambios al proyecto de reforma laboral, que actualmente se discute en la comisión de Trabajo del Senado.
Especialmente, los privados ven con buenos ojos la idea de crear un reglamento distinto para las pymes, ya que podría significar un primer paso hacia «otras mejorías» del texto legal.
Es distinto cómo afecta esta reforma a las pyme y cómo lo hace con las grandes empresas. Por lo tanto, hay una preocupación especial por la vulnerabilidad de las pyme. Esto lo vemos como una señal importante y positiva», dijo el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alberto Salas.
Acto seguido, el máximo timonel de los empresarios reafirmó la postura que ha tenido el mundo privado frente a la iniciativa del Ejecutivo ya que, en su opinión, «el reemplazo con trabajadores internos es algo que debe seguir analizándose».
«La verdad es que no puede darse un poder de negociación al sindicato que supere lo que estoy negociando, que el daño que se provoque a la empresa sea superior a lo que estoy negociando, algo que prácticamente obligue a la empresa a negociar porque corre en peligro su futuro operacional. Hay que hacer cargo de eso también», planteó el presidente de la CPC tras participar ayer de la cuenta pública del Congreso Nacional en Valparaíso.
Una visión similar entregó el presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Hermann von Mühlenbrock, quien se mostró de acuerdo en general con el punto, expresando que le parece que puede ser «una buena sugerencia». «Estamos viendo si es posible que haya otras mejorías a partir de esto», señaló el dirigente gremial.
Von Mühlenbrock agregó que ve como positiva la señal entregada por el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, en el comité político efectuado el lunes con los presidentes de la Nueva Mayoría.
«No conozco el contexto, pero creo que es una idea explorable, aunque no tengo más antecedentes. Lo importante aquí es ver el tema como una globalidad y no sólo un detalle en específico», dijo el timonel de la Sofofa.
En esa línea, agregó que «la huelga es una parte de un proceso muy largo que es esta reforma laboral».
Proyecto de la discordia
Diversos puntos de la reforma laboral han sido cuestionados por el empresarios desde su ingreso al parlamento a fines del año pasado. Los principales puntos de discordia con el gobierno está la titularidad sindical, el piso de negociación, la extensión de beneficios y los temas relacionados con la huelga, como el plazo de descuelgue y la definición de servicios mínimos.
En su última intervención en la discusión, realizada en la comisión de Trabajo del Senado a comienzos de julio, la CPC entregó sus propuestas para incluir en el texto legal, como por ejemplo que el sindicato pueda votar bajarse de la huelga al séptimo día de iniciada ésta.