Economistas dudan de dato del PIB de China y dicen que desaceleración es peor de lo informado

Jul 21, 2015

Capital Economics considera que el avance de 7% anual del PIB del segundo trimestre está sobreestimado en hasta dos puntos porcentuales.

(Diario Financiero) Según las cifras oficiales, el Producto Interno Bruto de China avanzó 7% anual en el segundo trimestre de 2015. El dato sitúa a la economía en buena senda para cumplir el objetivo de crecimiento anual, fijado en 7%, pero también aviva las dudas sobre la exactitud de las mediciones y sobre si para el gobierno chino no son más una herramienta para tranquilizar a los inversionistas que para reflejar el desempeño real del país.

Si bien en apariencia la economía china mantiene un respetable crecimiento, por encima de la media de lo previsto por 39 economistas en un sondeo de Bloomberg (6,8%), una mirada más profunda podría revelar que, en realidad, China estaría creciendo a un ritmo más lento. Según Capital Economics, el dato trimestral esta sobreestimado en hasta dos puntos porcentuales debido a un cálculo inexacto del deflactor del PIB.

Deflactor mal calculado

Si el PIB no se ajusta por el cambio en los precios, el conocido como PIB nominal, el crecimiento se sitúa dos puntos porcentuales por debajo de año pasado, según datos compilados por Bloomberg. Sobre una base real, o cuando la inflación se tiene en cuenta, el escenario mejora y el PIB es apenas medio punto menos que el del año pasado. Una de las razones que se utiliza para explicar la brecha es que China calcula mal el deflactor del PIB, una medida más amplia de los precios en la economía.

Según Capital Economics, el deflactor del PIB de China es subestimado en los períodos en que los precios de las importaciones caen menos que los precios al productor, de ahí el impulso al PIB real.

«Si el deflactor es discreto y el crecimiento nominal del PIB no, el crecimiento del PIB real se reportará más alto de lo que es en realidad», explica Mark Williams, economista jefe para Asia de Capital Economics.

En otras palabras, China no está compensando el cambio en el precio de las importaciones cuando mide el cambio general de precios en la economía.

Gobierno defiende datos

Tras conocer el reporte de Capital Economics, la Oficina Nacional de Estadísticas china aseguró que se utilizan datos en bruto y métodos «de alta calidad», «en línea con los estándares y normas internacionales» para obtener resultados que «reflejan objetivamente» la realidad económica, dijo Xu Xianchun, subdirector encargado de compilar las cifras, según Bloomberg. El funcionario indicó que más de 900.000 empresas reportan ya sus cifras de forma directa a la oficina, sin el gobierno local como intermediario.

El escepticismo sobre los datos económicos de China no es nuevo y los economistas cuestionan con frecuencia si la medición del PIB refleja con exactitud lo que pasa en el terreno. Para el economista de Bloomberg en Beijing, Tom Orlik, «no se da suficiente crédito a los estadistas chinos por las importantes mejoras en recolección de datos y transparencia de la última década». «Los datos económicos de China siguen por detrás de los de Estados Unidos pero, en relación a muchos otros mercados emergentes, el nivel de detalle, la oportunidad y la transparencia es bastante alta», aseguró.

De igual forma, Capital Economics defendió su análisis. Si bien la firma está de acuerdo con que la economía podría haberse estabilizado o incluso acelerado después de un período más lento, sólo que a un ritmo mucho menor.

«Seguimos creyendo que hay un problema», sostiene Williams. «En consecuencia, como en el primer trimestre, creemos que el PIB real se está sobreestimando entre uno y dos puntos porcentuales».

China gasta US$2,23 billones en subsidiar la energía

China es el mayor contribuyente a los subsidios globales a la energía, que sumarían US$ 5,3 billones (millones de millones), o un 6,5% del Producto Interno Bruto Mundial, aseguró el Fondo Monetario Internacional.

China destina US$ 2,23 billones a los subsidios a la energía, lo que representa más de un 40% de los subsidios totales en términos de dólar, consignó el FMI en un informe reciente. Le siguen Estados Unidos y Rusia.

Ucrania, en tanto, encabeza el ranking al medir el monto como porcentaje del PIB, mientras que Qatar lo hace en la medición per cápita, dijo el Fondo.

La mayoría de lo que el FMI clasifica como subsidios son impuestos demasiados bajos como para dar cuenta de los costos medioambientales y sanitarios causados por la contaminación, especialmente en países con alto uso de carbón y poblaciones expuestas a emisiones.

Las estimaciones para los subsidios globales a la energía en 2011 fueron revisados al alza a US$ 4,2 billones, más que duplicando los US$ 2 billones que el FMI publicó en 2013, después de considerar las nuevas estimaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre el daño a la salud de la exposición a la contaminación, afirmó el estudio.

«La mayoría de los subsidios a la energía surgen del fracaso de cobrar adecuadamente por el costo del daño medioambiental doméstico», destacó el Fondo.

«Eliminar los subsidios globales a la energía podría reducir las muertes relacionadas con las emisiones de combustible fósil en más de 50% y las emisiones de carbono relacionadas con el combustible fósil en más de 20%», concluyó el reporte.

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