«Shock autónomo», el concepto del Banco Central para explicar la caída en la inversión

Jun 8, 2015

Este menor dinamismo de la inversión se estaría dando pese al fuerte impulso fiscal que ha apuntalado la inversión pública.

(El Mercurio) El Banco Central reforzó el miércoles en la entrega de su último Informe de Política Monetaria (IPoM) su preocupación por el deterioro de las expectativas y su impacto en la inversión. Y por primera vez acuñó el concepto de «shock autónomo» para referirse así a los cambios en la confianza, tanto de hogares como de empresas, que no pueden ser atribuidos a elementos macroeconómicos externos -como por ejemplo el impacto en el país de la desaceleración china-, ni a internos, como el menor dinamismo de la minería.

Según el diagnóstico del Banco Central, los resultados sugieren que entre 2011 e inicios de 2014 factores ligados al ciclo de la inversión minera fueron «preponderantes» para explicar la inversión y que el shock autónomo de confianza tuvo un rol marginal. Sin embargo, a partir del segundo semestre del 2014, el componente autónomo adquirió mayor relevancia, explicando una parte relevante de la caída en la inversión, señala el IPoM.

Entre los economistas de la plaza no hubo dos lecturas respecto de este concepto acuñado por la autoridad monetaria: el shock autónomo de confianza se refiere al «ruido» que han generado las distintas reformas impulsadas por el Gobierno y que van desde la reforma tributaria hasta la constitucional.

De esta forma, según varios expertos, el Banco Central echa por la borda la teoría planteada a inicios del año pasado por el ex ministro de Hacienda Alberto Arenas, en el sentido de que los cambios que estaba impulsando el Gobierno no tendrían impacto en crecimiento e inversión.

Según el IPoM, la inversión -medida como formación bruta de capital fijo- ya no crecería 1,9% este año, tal como el organismo emisor lo proyectó en diciembre de 2014, ni tampoco un 1,2% como lo estimó en marzo. La variable experimentaría un modesto crecimiento de 0,7%.

Este menor dinamismo de la inversión se estaría dando pese al fuerte impulso fiscal que ha apuntalado la inversión pública. Esta última aumentó 14% el primer trimestre de este año, según los datos de la Dipres.

Sin embargo, dicho salto no ha logrado compensar el desplome que está experimentando la generación de nuevos proyectos privados.

De acuerdo con cálculos realizados por el profesor de la Universidad de Santiago y ex subdirector de la Dipres, Guillermo Patillo, la inversión privada habría caído en torno a 5,3% el primer trimestre de este año. El cálculo toma como base que la inversión total representa cerca del 22% del PIB. A esta cifra el componente público aporta en torno al 4% y el privado, 18%.

En 2014 la inversión privada se contrajo 9%, resultado que distó de las cifras exhibidas en los años previos. En 2013 la inversión privada creció 3,2% y en 2012, 13,7%, según los cálculos de Patillo.

Patillo señala que la persistente caída en la inversión privada confirma que las reformas que está impulsado el Gobierno están afectando las decisiones de las empresas respecto de sus proyectos.

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