Gobiernos de la región han impuesto 24 acciones contra el acero chino

May 18, 2015

Las compañías chinas venden su producción en América Latina a precios inferiores a los que comercializan en su propio país, sostiene Rafael Rubio, director ejecutivo de Alacero. 

(El Mercurio) Gobiernos de la región tienen vigentes 24 medidas contra el acero importado de China y actualmente hay doce casos en investigación, de los cuales dos son en Brasil; tres en Colombia; seis en México y uno en Perú, dice Rafael Rubio, director ejecutivo de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero).

En los últimos diez a quince años, la industria siderúrgica china pasó de tener una producción de 100 millones a 1.000 millones de toneladas y representa actualmente el 50% de la producción mundial, situándose como el principal exportador. Detrás de ello, explica el dirigente, hay un problema estructural que está desplazando la producción local al vender a precios por debajo de los que cobran a sus clientes en China, lo que constituye un dumping o comercio desleal.

En América Latina, los gobiernos han impuesto 24 cuotas compensatorias al acero chino por competencia deseal: México doce; Brasil seis; Colombia cuatro y Argentina dos. Sin embargo, el presidente de Alacero considera que ello es insuficiente y que se precisa la acción inmediata y de largo plazo de los gobiernos de la región.

El problema estructural es que las empresas siderúrgicas chinas son de propiedad del gobierno y tienen un vínculo financiero directo con los bancos, que también son del gobierno. Muchas de sus entidades bancarias están dedicadas a promover empresas consideradas estratégicas, y una de ellas es la siderúrgica, enfatiza Rubio. «El gobierno de China es dueño de las empresas productoras de hierro y de carbón, que son los principales insumos para la producción siderúrgica y también es dueño de las empresas del sistema de transporte», advierte.

Las autoridades chinas anunciaron en marzo un plan de ajuste para disciplinar su industria siderúrgica en los lineamientos de la economía de mercado. El programa forma parte del XIII plan quinquenal hacia el 2020, pero según el dirigente, el principal problema es una sobreproducción de 425 mil toneladas que tiene el país asiático, lo que equivale a seis veces el tamaño de la industria latinoamericana en su conjunto.

Si bien el plan de ajuste contempla una serie de políticas de fusiones, adquisiciones, cierre de capacidad obsoleta y mejor utilización de su producción interna, Rubio ve difícil que puedan cerrar la producción de 400 mil toneladas, porque los dueños de las compañías son los gobiernos locales, y estas firmas constituyen una fuente de generación de ingresos, empleo y estabilidad social, por lo que ha habido resistencia a los cierres. El otro problema es el vínculo financiero y la definición estratégica del sector, donde el acero es el inicio de una cadena de bienes manufacturados tales como automóviles, electrodomésticos, maquinarias y equipos.

Un tercer problema son sus prácticas comerciales de vender o exportar a precios inferiores al que tienen en el mercado doméstico. «América Latina se ha convertido en el segundo destino más importante para las empresas chinas, y cuando vienen con altos volúmenes y precios a la baja, están desplazando a las empresas nacionales», subraya el dirigente.

En el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC), las medidas antidumping deben seguir un procedimiento. Las empresas locales han solicitado a las autoridades internas una investigación por competencia desleal, proporcionando los antecedentes que las originan. Tras la investigación, las autoridades resuelven si procede la adopción de medidas. China puede pedir a la OMC un panel de resolución de disputas si está en desacuerdo.

Plan de ajuste

En marzo, China comenzó a disciplinar su industria siderúrgica a una economía de mercado.

CAP Acero y Gerdau Chile

La compañía chilena CAP Acero es socia de Alacero y, como tal -asegura su gerente general, Ernesto Escobar-, se hace parte de la postura de la organización acerca del tema. «Compartimos la misma inquietud respecto de la competencia desleal que se produce como resultado de aquellas distorsiones en el mercado de los productos del acuerdo», dice.

Las exportaciones totales de acero chino alcanzaron un récord de 25,8 millones de toneladas en el primer trimestre, de las cuales 173.301 toneladas ingresaron a Chile.

«Se trata de productos que llegan a nuestro mercado sin restricciones ni fiscalizaciones de calidad, a precios distorsionados desde su origen. Nuestra empresa está preocupada por el tema y analizando la información disponible para decidir los pasos a seguir en el más breve plazo», anticipa el ejecutivo.

Un informe del Instituto Chileno del Acero (ICHA) de monitoreo a la calidad de productos de acero importados revela que un 48% de una muestra de barras de refuerzo laminadas en caliente para hormigón armado importadas, que se comercializan en Chile, no cumplen con la normativa vigente. «Por tanto, son productos que no están habilitados para ser utilizados en la construcción de estructuras de hormigón en el país», concluye.

En opinión de Italo Ozzano, gerente general de Gerdau Chile, para enfrentar la competencia desleal que practica China, es necesario «impedir por decreto» internar a Chile estas barras que no estén certificadas en destino. «Aduana debe velar por el cumplimiento de esta norma, similar a la que se aplica a productos eléctricos, juguetes, remedios y cemento», plantea.

En el mismo ámbito señala que es preciso establecer un fiscalizador que vele por el cumplimiento de las normas técnicas de productos de acero en todo el territorio nacional, así como exigir a todos los productos de acero importados un certificado de trazabilidad que garantice al usuario final conocer al importador y al fabricante del producto. Dicho certificado lo debería entregar el propietario de la obra en la recepción municipal, junto a certificados de calidad del acero otorgados por el laboratorio correspondiente, agrega el gerente de Gerdau.

Asimismo, plantea que se debe «activar por oficio la aplicación de derechos compensatorios para controlar distorsiones al comercio que producen importaciones que incumplen las normas establecidas por la OMC».

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