(Diario Financiero) En Chile hay una creencia de que las principales fuentes de evasión tributaria son el no pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA), que bajó de 26% a 24% en 2014, y del impuesto a la renta, de 40%.
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Sin embargo, en el ámbito del comercio exterior habría «oculto» otro foco. Un informe encargado por la subsecretaría de Hacienda reveló que la evasión aduanera en el país -o sea, los impuestos que no se cancelan por los bienes internados- habría sumado unos US$ 400 millones con datos disponibles a 2013. Dicha cifra se traduce en una tasa de evasión asociada al proceso importador de 2,5%.
El reporte fue encargado por la repartición al profesor de la Universidad de Chile y socio principal de la Consultora Bonilla y Asociados, Claudio Bonilla, para obtener un diagnóstico de la situación aduanera del país y fortalecer la entidad fiscalizadora, en el marco de la reforma tributaria.
Este trabajo es uno de los primeros en intentar calcular el no pago de tributos al ingreso de productos al país, luego que en 2011 el Departamento de Estudios de Aduanas cifrara preliminarmente en US$ 63 millones la evasión en el área.
En el estudio de Bonilla, el cálculo se obtiene tomando como base trabajos sobre evasión en productos específicos realizados en el país, como uno de 2002 que estima en 6,6% el no pago de internación en cigarrillos; y dos del año 2003, que cifran en 20% y 15% la evasión de textiles importados desde Asia y en las internaciones vía courier, respectivamente.
Con esta información, se analizaron las cifras de comercio exterior con los principales socios del país, cruzándolo con la información disponible sobre la calidad institucional de dichos países, acorde al Corruption Index de Transparencia Internacional.
Bajo este escenario, por ejemplo, a los países de baja calidad institucional, como China, se les asignó un «alto riesgo de evasión», con una tasa de 5%. A los países latinoamericanos y de «baja calidad institucional» se les asignó una tasa de 3%. La tasa de no pago para el resto del mundo se asumió en 1% .
Así, por ejemplo, da como resultado que en Estados Unidos -el principal socio comercial de Chile durante 2013- la evasión sería del 1% de lo importado en 2013.
«Es importante aclarar que cualquier estimación que se realice estará necesariamente basada en supuestos discutibles. Sin embargo, los supuestos utilizados en el presente cálculo son razonables, pues provienen de estudios anteriores y específicos de evasión», señala el informe entregado por el experto a Teatinos 120.
Dos miradas al problema
El escrito de Bonilla logró reflejar las fuertes diferencias de criterio entre la dirección nacional del organismo y los funcionarios. En el marco de una serie de entrevistas que el investigador realizó a distintos estamentos de la entidad, quedó en evidencia que a nivel directivo el problema sería de alguna manera minimizado, mientras que los gremios advierten que el problema reviste una mayor gravedad.
«Dentro de la organización, los que asumen puestos de jerarquía o encargados de unidades tienden a ver el problema con menor gravedad, por diversas razones cuya constatación tiene evidencia que lo respalda», dice Bonilla.
En efecto, los directivos señalan que la evasión se explicaría porque la «subvaloración» de los productos declarados tiene una «baja considerable» debido a la caída de los aranceles.
«La presentación que hizo el director de la época (el trabajo se realizó entre 2013 y 2014) me parece que se ajusta a los niveles de evasión, que son mínimos comparados con otros países», señala uno de los entrevistados por Bonilla.
Por el lado de los gremios, miembros de la Asociación Nacional de Funcionarios de Aduanas (Anfach) tienen una visión más bien «opuesta» a la de las autoridades, ya que consideran que la evasión tributaria es de «gran envergadura».
De hecho, un entrevistado señala que la evasión aduanera podría ser superior a la del IVA (25%-26%), considerando que US$ 7.000 millones se evadieron por este tributo en 2012, mientras que las infracciones detectadas por no pago de internaciones por Aduanas ascienden a US$ 12.900 millones.
«El SII tiene más de 4.200 funcionarios. Aduanas tiene 1.600 y la misma dotación de 1979. Estamos pidiendo 800 funcionarios más», critica un fiscalizador.
Las recomendaciones
Bonilla realiza una serie de recomendaciones para afrontar el problema de la evasión aduanera en el país. Por una parte, se propone avanzar en una política de capacitación en temas técnicos; reforzar la fiscalización de los regímenes especiales de tributación y aumentar las atribuciones legales para que Aduanas tenga mayor injerencia en la operación de las zonas francas, entre otros puntos.
El escrito fue entregado a fines de abril a los funcionarios de Aduanas, en el marco de una mesa de trabajo con Hacienda y la Dipres para analizar un proyecto de ley para fortalecer el servicio. En la instancia, se estableció el 20 de agosto como plazo para firmar un protocolo de acuerdo para luego redactar el proyecto, plazo que Anfach consideró «excesivo».