Lluvias e inundaciones en el norte restarían hasta 0,6 puntos al Imacec de marzo

Abr 6, 2015

En el corto plazo se verían afectadas hortalizas y productos de primera necesidad, lo que repercutiría en los precios de limones, uva de mesa y pisquera a fines de año y comienzos de 2016. Minería, comercio y construcción también sufren los efectos. 

(El Mercurio) Las intensas precipitaciones e inundaciones registradas la semana pasada en la zona norte del país restarían 0,6 puntos porcentuales a la actividad económica de marzo, medida por el Imacec, y de 0,2 puntos porcentuales en abril, de acuerdo a estimaciones preliminares realizadas por el equipo de BBVA Research que dirige el economista jefe de la institución, Jorge Selaive.

El impacto en los indicadores sectoriales no será homogéneo, concentrándose los mayores efectos en la actividad minera y en la construcción, donde el crecimiento sería inferior en hasta 2,5 puntos porcentuales; en la actividad manufacturera el efecto sería de 0,03 puntos; servicios financieros, 0,08, y comercio no mayor a 0,35 puntos porcentuales.

Los cálculos de BBVA toman como supuesto que la Región de Atacama está completamente detenida por una semana. Considerando el peso relativo de la región en la economía, ello implicaría un impacto máximo de 0,6 puntos porcentuales en el crecimiento del Imacec de marzo. Se trata de un efecto máximo ya que el comercio no está completamente cerrado y la minería vuelve gradualmente a la normalidad, precisa.

En abril el efecto dependerá de la velocidad de recuperación. Si solo la mina El Salvador mantiene una pérdida de producción y el resto de la minería tiene una recuperación gradual, el impacto máximo en el Imacec sería de 0,2 puntos porcentuales.

«Como es habitual, la reconstrucción posterior tendrá efectos positivos sobre la actividad regional, de manera que no vemos riesgos de cumplimiento de nuestra estimación de crecimiento para el año de 3,1%», dijo Selaive.

Impacto en los precios

También prevé algún efecto en la inflación, de 0,12 puntos porcentuales en 2015, con mayor intensidad en el cuarto trimestre, y de 0,14% en 2016.

El análisis asume un efecto de corto plazo en hortalizas y productos de primera necesidad, mientras que a fines de este año y comienzos del próximo se resentirían los precios de limones, uva de mesa y pisquera.

El pasado miércoles, el consejero del Banco Central Pablo García dijo en Antofagasta que los desastres naturales que han afectado el norte del país tendrán algún efecto en las cifras de actividad, que se conocerán en los próximos meses. Por de pronto, indicó que en Atacama el suministro eléctrico alcanza el 95% de restablecimiento y algunos contactos de negocios señalan que las empresas habrían comenzado paulatinamente a operar de forma normal.

El académico de la Universidad Santo Tomás, Alejandro Puente, coincide en que si bien en el corto plazo paralizan las actividades y eso afecta la producción, en el mediano plazo la reconstrucción da un impulso adicional al crecimiento. Señala que si en Atacama la mitad de la actividad económica permaneciera paralizada durante un mes, el efecto podría ser de alrededor de 0,1 punto porcentual en el PIB nacional.

El académico de la Universidad de Chile, Joseph Ramos, piensa que el efecto de este desastre natural tendrá un impacto relativamente acotado en la actividad económica, en el entendido que la minería no está significativamente afectada. «Los cortes de caminos pueden afectar a la minería, pero los productos mineros se pueden almacenar, no así la fruta, donde se daña toda la cosecha».

Ramos estima probable que el fisco desvíe a la reconstrucción recursos que tenía destinados a otros fines, lo cual tendría un efecto positivo en la actividad de la zona.

Si el fisco comprometiera un mayor gasto para financiar la reconstrucción, elevaría el déficit fiscal, no así si hace reasignaciones, señala el BBVA.

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