Líder de movimiento “Este polvo te mata”: «La gran minería tiene que reparar los daños»

Mar 13, 2015

Ricardo Díaz manifiesta que su lucha no es contra la minería, sino en cómo desarrollan sus labores de producción.

La Tercera) Ricardo Díaz es profesor de filosofía. Imparte clases en dos universidades de Antofagasta y durante años fue docente en colegios y liceos. Pero más allá de la docencia, logró despertar a su comunidad sobre la contaminación que afecta a la zona y se convirtió en líder y vocero del movimiento “Este Polvo Te Mata”. Su lucha -dice- no es contra la minería, sino en cómo desarrollan sus labores de producción.

¿Qué opina el fallo del Tribunal Ambiental sobre el cierre de uno de los galpones de ATI?

Si bien esto es un avance, porque se constata a través del Tribunal Ambiental que existe contaminación en Antofagasta y que la fuente de contaminación es el puerto, no es suficiente. Nuestra lucha es contra el transporte, acopio y embarque de concentrado de cobre en el puerto, que está en medio de la ciudad. Eso es lo que queremos, que se detenga completamente.

¿Cómo nació su lucha contra la contaminación?

Hago eco de mucha gente que por largo tiempo denunció la presencia de este polvo negro en la ciudad, que es parte de nuestra realidad como antofagastinos, junto a la gran cantidad de casos de cáncer, niños con malformaciones, déficit atencional o asperger, que están asociados con estos metales. Entonces, hicimos un video de denuncia que se viralizó y que fue el empujoncito que faltaba.

¿Cómo califica la actitud del gobierno en este caso?

No hemos escuchado ninguna definición del gobierno. Esta fue una diligencia judicial gestionada hace mucho tiempo por nosotros (el movimiento). Mientras la Presidenta no se manifieste, todo sigue en pie. Tiene que haber una definición del Estado: Seguirá sacrificando o no la salud de Antofagasta a costa del progreso.

¿Qué viene ahora?

Aquí la gran minería tiene que reparar el daño. La fosa marina de Antofagasta está contaminada, los productos del mar y todas las casas. Ahora empieza una gran tarea para controlar esta contaminación y reparar el daño.

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