(La Tercera) La reforma laboral presentada por el gobierno a fines de diciembre y que retomará su tramitación este lunes en el Congreso está fuertemente orientada a fortalecer el rol y las herramientas que tienen los sindicatos en el país.
El marco de la normativa en trámite considera que la tasa de sindicalización en el país es baja, del orden de 18%. Este número, no obstante, encierra realidades diversas dependiendo del tamaño de las empresas y el rubro en el cual se desempeña, lo cual también sugiere que el impacto de los cambios en debate será de distinta índole.
De acuerdo a un estudio realizado por los expertos del Ministerio del Trabajo, Cristóbal Huneeus, Lorena Flores y Stephanie González, el 56,2% de las grandes empresas cuentan con uno o más sindicatos dentro de su organización, tasa que cae fuertemente a 22,2% en las firmas medianas y a sólo 3,3% en las pequeñas, con datos a 2013.
Es más, al agrupar a las empresas en una escala creciente en relación a su número de trabajadores, se evidencia que el porcentaje de firmas con sindicatos también va en aumento progresivo, desde el 3% en organizaciones que cuentan con 9 a 30 empleados hasta un 100% para las que tienen 10 mil o más personas.
Asimismo, la tasa de trabajadores sindicalizados llega a 26,7% en las grandes empresas, mientras en las medianas es de 11,9% y de 3,9% en las pequeñas.
Por otro lado, las huelgas efectuadas se dan en su mayoría en empresas de más de 50 a 500 trabajadores, aunque los mayores costos asociados se dan en las empresas más grandes, por la cantidad de empleados involucrados.
En total, la densidad sindical en Chile alcanza a 16,7%, lo que equivale a 822.054 trabajadores dependientes. Aunque siguiendo los datos administrativos -que consideran a otros trabajadores afiliados- el porcentaje total llega a 18%. Este número se ha mantenido en un nivel similar en la última década.
Esta tasa está por encima del promedio OCDE, que durante 2013 llegó a 16,9%, aunque con una gran varianza. Algunas naciones, como el caso de Francia, Turquía y Estonia muestran tasas de un dígito, mientras en el otro extremo, Noruega y Suecia registran porcentajes superiores al 50%.
Implicancias de la reforma
Huberto Berg, miembro de la comisión laboral de la Sofofa, indica que «el impacto de la reforma en las empresas grandes, debido a que tienen una tasa de sindicalización sobre el 60%, será menor. Es más bien en las medianas empresas en donde va a haber un impacto mucho más fuerte, especialmente si a eso le agregas que el día de mañana vas a tener la figura de huelgas sin reemplazo, vas a tener dos impactos muy fuertes al interior de esa empresa, en términos de aumento de sus costos, que pueden ser costos que vayan más allá de las posibilidades reales de las empresas de financiarlas».
Francisco Carrillo, experto laboral de Horizontal, indica que la actual reforma se encarga más del «número de personas que hay en el sindicato, que en el rol que debe jugar éste en la matriz productiva de la empresa».
En este sentido, el economista señala que se debe abrir los temas a negociar por los sindicatos -como adaptabilidad laboral-, ya que estas organizaciones «deben ser parte esencial de la estrategia productiva de las empresas».
Por su parte, el economista Juan Eduardo Coeymans, sostiene que la titularidad sindical planteada en la reforma va a ser un gran incentivo para entrar a los sindicatos, por lo cual la tasa de sindicalización seguiría aumentando.
Reacciones
Huberto Berg (Sofofa)
Lo que pasa, hoy día con la propuesta, por mucho que la ministra diga que no, es que efectivamente están obligando a las personas a sindicalizarse. Porque tú no puedes negociar colectivamente si no estás sindicalizado, si no puedes acceder a determinados beneficios por estar fuera del sindicato, te están obligando a sindicalizarte. Lo que se está haciendo es establecer, disfrazada, la sindicalización obligatoria y eso no tiene nada que ver con la voluntad de la gente, es una intención del Estado.
La minería se verá fuertemente impactada, pero no la gran minería (que ganan mucha plata, ellos pagan para no tener huelga). Las medianas y pequeñas empresas mineras o a las empresas contratistas que trabajan con la minería, no tienen ninguna opción de pagar, de todas maneras en esos casos van a aumentar el conflicto. En la industria vamos a tener también problemas serios en la pequeña y mediana empresa.
Cecilia Cifuentes (Libertad y Desarrollo)
Si la reforma se aprueba en las circunstancias presentadas por el Ejecutivo ¿qué efectos podría tener en la tasa de sindicalización chilena?
Efectivamente aumentaría, porque al final el proyecto lo que lleva es prácticamente la sindicalización obligatoria, en ese sentido es bastante probable que la sindicalización aumente. Ahora, a mí no me parece que ése sea un objetivo deseable en sí. La tasa de sindicalización en Chile es bastante similar al promedio de la OCDE. Lo que ha pasado en el mundo en los últimos años es que las tasas de sindicalización han caído porque finalmente la estructura productiva actual es tan cambiante que, la mirada laboral que está dando el gobierno, a nuestro juicio, está un poco añeja. El mercado es tremendamente cambiante, entonces el tema ya no se trata de lo que era hace 50 años atrás, de grandes empresas, muy estáticas que duraban una vida de muchos años, ahora todo eso cambió, entonces los trabajadores no perciben ahora beneficios tan claros de la sindicalización como era hace 50 años atrás.
¿Cuál sería el escenario de sindicatos en las empresas medianas y pequeñas si se aplica la reforma?
Va a haber más sindicatos, porque el sindicato va ser la única forma en que los trabajadores van a poder percibir mejorías en su situación laboral, el sindicato va a tener el poder exclusivo de la negociación y, si yo estoy fuera del sindicato no recibo los beneficios. Nosotros hemos visto que esto es una sindicalización forzada, en ese sentido es efectivo que va a aumentar la tasa de sindicalización.
Como aspecto positivo del proyecto está esta posibilidad de establecer pactos de adaptabilidad, ahora, los pactos los hicieron muy restrictivos, son prácticamente inviables para empresas de menor tamaño. Otro aspecto positivo es que se tiende a ver una mayor sanción a conductas antisindicales, por ejemplo se elimina el sindicato del día después que es un vicio que tiene la legislación actual; pero, está un poco desbalanceado en el sentido que cuando los dirigentes caigan en comportamientos delictivos, las sanciones son bastante tenues, pero en eso hay algunos avances.
Juan Eduardo Coeymans
¿Crecería la tasa de sindicalización si se aprobara la reforma?
Sí, crecería de manera importante, porque los beneficios de los sindicatos no van a poder ser extensivos al resto de los empleados, ése va a ser un gran incentivo para entrar al sindicato. Lo anterior se debe a la cláusula de la titularidad sindical.
¿Este fenómeno se produciría de igual manera en las empresas pequeñas y medianas?
Bueno en las muy pequeñas se debe tener un mínimo de trabajadores para formar un sindicato, pero habrá muchos incentivos para crearlos. Es difícil cuantificar a priori cuánto, pero muy importantemente, yo creo que sí. Por eso que los dirigentes sindicales han estado tan interesados en el tema de la titularidad sindical.
¿Cuál sería el impacto probable para las empresas?
Un aumento del poder de negociación de los trabajadores y, por lo tanto las negociaciones del futuro próximo van a tener aumentos salariales mayores. Eso a corto plazo va a aumentar la planilla salarial de la empresa, pero cuando pase el tiempo se va a ver en posibilidad de producir lo mismo con menos trabajadores y, segundo, las tasas de rentabilidad de las empresas tienden a bajar, por lo tanto el ritmo de inversión puede verse afectado. Al final se tiende a contraer el crecimiento. El aumento de salario afecta las tasas de rentabilidad y esto hace que la inversión misma disminuya.