(Pulso) El gerente de Estudios de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Javier Vega, se muestra algo más optimista respecto del escenario que enfrentará el sector durante el año debido a que la depreciación del tipo de cambio y la caída en el precio del petróleo tienen un impacto positivo en la industria.
Es por ello, que Vega asegura que la estimación de crecimiento de la producción industrial para el presente ejercicio se ubica en el rango de 1% y 2%, pero “con un sesgo al alza. Esto implica un crecimiento entre 1,3 y 2,3 puntos más que en 2014 (-0,3%) y que incluso, si se materializan ciertas condiciones podría ser más alto”.
En ese sentido, explica que la depreciación real del tipo de cambio “es algo que va a ayudar al sector industrial”.
De hecho, el gerente de la Sofofa enfatiza que “el mayor beneficiado de esta depreciación real del tipo de cambio es particularmente la industria que no ha contado con precios de exportación de sus productos en niveles elevados como la minería y, por lo tanto, una depreciación del tipo de cambio sin duda que contribuye”.
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En ese sentido, desde la Sofofa explican que el tipo de cambio favorece al sector exportador, dado que aquellos productos que son producidos en Chile y compiten con las importaciones de otros países van a tener una protección natural dada por un mayor tipo de cambio. “Para todas aquellas industrias que han estado sufriendo la gran competencia de productos importados es un alivio cuando el tipo de cambio real está más depreciado”, indica Vega.
Otro alivio, la energía
El segundo elemento que ayuda a la Industria y que lleva a proyectar un mejor escenario para este año son los menores precios de la energía.
“La caída de 50% en el precio del petróleo favorece a aquellas industrias que son intensivas en el uso del diésel para su producción, pero además a aquellas empresas que son clientes libres en el sector eléctrico y tienen contratos a costo marginal”, argumenta el gerente de estudios de la Sofofa.
Es que en un escenario hidrológico adverso, la industria va a poder acceder a un costo marginal algo más bajo que el que se observó el año pasado.
Respecto de cuáles serán los sectores más beneficiados, Vega sostiene que la caída del petróleo favorece al rubro de los plásticos, así como en general a la mayoría del sector químico, dado que son intensivos en el uso de hidrocarburos.
En diciembre, la producción física industrial registró un alza de 0,8%, en relación a igual mes del año anterior, mientras que en el conjunto de 2014 se acumuló un retroceso de 0,3%.
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Por su parte, las líneas industriales que abastecen al sector de la construcción continuaron mostrando importantes caídas interanuales, siendo contrarrestadas, en parte, por las líneas productivas destinadas al mercado externo que mostraron un importante crecimiento anual en diciembre.
Las ventas totales industriales, que incluyen ventas al mercado externo crecieron 1,4% en relación a diciembre de 2013 y acumularon un descenso de 0,7% en 2014. En tanto, las ventas al mercado interno subieron 0,3% anual.
Según Vega, el año pasado tuvo una particularidad dado que mostró la primera caída después de la crisis y que estuvo muy contaminada por el sector de la construcción. “Todas las líneas industriales cuyos mercados de destino están relacionadas con el ciclo de inversión mostraron caídas muy fuertes, en particular el sector metalúrgico metalmecánico, y paulatinamente durante el año pasado se fue propagando el menor dinamismo hacia los sectores industriales que abastecen el consumo”, indicó el gerente de estudios.
Confianza empresarial mejora, pero sigue pesimista
Sobre los desafíos que enfrentará la Industria en 2015, Javier Vega asegura que existen importantes variables exógenas, sin embargo, hay otras que están relacionadas con las decisiones que toman los empresarios. En ese marco, destaca que aunque el indicador de confianza empresarial continua débil, muestra signos de moderación en el nivel de pesimismo.
“Parte de los problemas que hemos estado viendo que aún no se han resuelto están relacionados con la confianza, en particular de los empresarios del sector industrial, la que sigue en niveles pesimistas”, sostiene el experto.
Según Vega, “se ha vuelto menos pesimista en el margen, y eso es un dato que podemos destacar: que la tendencia en lo reciente ha sido acercarse al punto neutral, aunque todavía está por debajo del nivel 50 en el caso del IMCE, punto que marca el umbral entre el pesimismo y la recuperación del sector”.