(La Tercera) Atrás quedó el boom de inversiones que hace dos o tres años se anunciaba con bombos y platillos en el país. Es que para 2015 no se vislumbran grandes cambios respecto del 2014, año en que no entró a tramitación ambiental ningún proyecto de envergadura.
Esto se evidencia con las proyecciones que tanto la Corporación de Bienes de Capital (CBC) como la Sofofa han hecho, ajustando a la baja sus estimaciones para el 2015.
La CBS proyecta inversiones privadas por US$ 19.114 millones, de acuerdo al stock de proyectos con cronograma definido a septiembre de este año. La cifra muestra una caída a lo proyectado en junio pasado, cuando se estimaban inversiones por US$ 23.104 millones.
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En la entidad indican que la cifra se ha ido ajustando a la baja en la medida en que se han postergado o modificado algunas iniciativas.
De hecho, en el informe al tercer trimestre se indica que el 85% de los proyectos que se utilizaron para el catastro corresponde a iniciativas que están en etapa de construcción. “Con este dato, más la tendencia negativa de los ajustes, se prevé que la estimación de inversión se estabilice en torno a los US$ 16 mil millones, poniendo fin a la fase de crecimiento de los últimos tres años”, indica la corporación.
De ese total, los sectores que muestran más iniciativas son energía y minería, industrias que en conjunto desembolsarán US$ 12.413 millones durante el próximo año en iniciativas calificadas como relevantes.
Ambos sectores mostraron un bajo dinamismo en 2014. De hecho, en estas industrias, indica el informe de la CBC, se paralizaron o derivaron inversiones por US$ 13.922 millones en 2014, entre ellos proyectos relevantes, como la ampliación de Collahuasi (US$ 6.383 millones).
La cifra fue mayor a la que finalmente se pudo concretar. En el año, indica la CBC, se construyeron iniciativas por US$ 10.910 millones, entre ellos destacan la mina Caserones (US$ 4.200 millones) y el parque eólico El Arrayán (US$ 278 millones).
El otro sector que la CBC ve con mayor flujo de inversiones para el 2015 es el inmobiliario, con desembolsos por US$ 3.438 millones. En el industrial, en tanto, se proyecta una cartera de iniciativas que engloban US$ 1.178 millones, y Obras Públicas, con US$ 1.106 millones. Este monto contempla parte del plan de infraestructura que lanzó el gobierno con inversiones por US$ 18 mil millones al 2021.
En la CBC indican que su mayor efecto se verá a partir de 2016, y mayormente hacia 2017 y 2018, “debido a los tiempos involucrados en los procesos de diseño, licitación, adjudicación por parte del MOP y de revisión por parte de Contraloría”. Una de las iniciativas que se esperan para el 2015 es la adjudicación del aeropuerto de Santiago.
En inversión pública, la CBC proyecta US$ 4.526 millones, 22% más que lo que el Estado invirtió en 2014. En ese sector es minería la que lidera las cifras, con inversiones por US$ 3,971 millones. Un ejemplo de esto es la decisión que el jueves tomó Codelco al aprobar la histórica inversión de US$ 3.306 millones para la construcción de Chuqui Subterránea.
“No habrá reversión de cifras”
En la Sofofa tampoco son optimistas respecto de 2015. “No se espera una reversión importante de la caída que ha experimentado la inversión este año”, indica el presidente del gremio, Hermann von Mühlenbrock. De hecho, explica que a septiembre, las cifras del catastro de proyectos de inversión de la entidad muestran una caída de 15,8% en relación a la medición de diciembre de 2013. En este informe se incluyen proyectos que están en construcción y por ejecutar.
Para el quinquenio 2013-2017, la entidad estimaba inversiones por US$ 101.274 millones. Ahora, para el período 2014-2018, la cifra llega a US$ 85.265 millones.
“Industria muestra la mayor baja en inversión y el sector de energía, en tanto, compensa en parte la caída de los montos asociados al quinquenio 2014-2018”, detalla.
Energía lidera inversiones
Hermann von Mühlenbrock espera un avance importante en las inversiones en energía, especialmente en proyectos de ERNC. “El sector que se estima registrará mayores inversiones en 2015 será energía, industria que en los últimos años ha enfrentado serios problemas de implementación, a pesar de contar con una amplia cartera de proyectos. Esto, asociado a la oposición de comunidades, judicialización y nuevas regulaciones ambientales, entre otros factores”, comenta.
En la CBC estiman inversiones por US$ 8.234 millones en este sector. Sin embargo, indican que la cifra podría sufrir modificaciones, pues para el próximo año se estimaba el inicio de construcción de varias iniciativas, como la central Punta Alcalde de Endesa, decisión que la eléctrica aún no toma, ya que se encuentran revisando su cartera de proyectos.
René Muga, vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Generadoras, estima que en 2015 se podrían impulsar proyectos de generación de base, como es el carbón y la hidroelectricidad. “Esperamos que el 2015 sea un año de inicio de construcción de una mayor cantidad de centrales de base que complementen el crecimiento de la oferta de renovables no convencionales que probablemente seguirá mostrando un importante dinamismo”, señala.
Agrega que durante el próximo año se espera que se comience a aplicar el nuevo marco legal de licitaciones de suministro a clientes regulados y se presente el proyecto de ley que modifique el marco regulatorio para la transmisión eléctrica. También que continúe la discusión que permita presentar una política energética de largo plazo y que se avance en los proyectos de transmisión troncal en el SIC y la interconexión SIC-Sing.
Nuevas incertidumbres
En minería privada el escenario es distinto, no ven una reactivación de la millonaria cartera de proyectos que contemplaba desembolsos por US$ 75 mil millones (sin Codelco) hacia fines de la década. Una señal de esto lo dio el presidente ejecutivo de Antofagasta plc, Diego Hernández. “Las perspectivas han disminuido. Si proyectamos la producción tomando en cuenta que habrá menores inversiones en los próximos dos o tres años, va a haber también menor producción. Entonces, las operaciones seguirán muy parecidas, mientras que en los proyectos habrá una postergación”, señaló.
Un factor que está impidiendo el repunte es que continúan problemas como la judicialización de proyectos y el elevado valor de la energía.
El presidente ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino, tampoco es optimista y señala que la reactivación de las inversiones mineras “dependerá de la superación de diversos desafíos de competitividad, la mayoría de ellos no controlables por las empresas, por lo cual no hay fechas claras para esa reactivación”.
En la Sofofa explican que para que Chile recupere su nivel de competitividad y se puedan impulsar las inversiones, “se debe comenzar por destrabar los proyectos de inversión que se encuentran paralizados por distintos motivos”.
Villarino agrega que hoy existen nuevos factores que hacen más incierto el futuro de esa cartera de inversiones. Porque si bien indica que el gobierno mantendrá su esfuerzo por implementar la agenda de impulso a la inversión, también “continuará la incertidumbre causada por la agenda de reformas a diversas materias que son claves para la actividad minera, como los códigos de aguas y del trabajo, las iniciativas sobre glaciares y consulta indígena, y la definición de una nueva institucionalidad sobre inversión extranjera en sustitución del DL 600”, comenta.
Misma visión tiene el presidente de la CPC, Andrés Santa Cruz, quien indica que el clima que se vive en el país, “con el deterioro de las confianzas y un mayor nivel de incertidumbre”, unido a la serie de proyectos que está impulsado el Ejecutivo, “no van en la dirección correcta” en relación a lo que está apuntando la Agenda de Productividad, Innovación y Crecimiento que impulsa el Ministerio de Economía. “Vemos señales que van por otro lado, que van en sentido contrario”, indica.
Alberto Salas, presidente de la Sonami y opción para suceder a Santa Cruz en la CPC, indica que “es necesario que como país explicitemos a los agentes económicos, en forma clara y nítida, la ruta a seguir en el mediano plazo, lo cual generará un mayor grado de confianza respecto del futuro. Junto a lo anterior, para incrementar la inversión y transitar en la ruta hacia el desarrollo se requieren acuerdos amplios, en un horizonte de largo plazo, donde la estabilidad de las reglas es un factor crucial”.