Economía chilena se apresta a cerrar año marcado por negativos récords

Dic 17, 2014

La formación bruta de capital fijo registra cinco trimestres consecutivos de caídas -igualando el registro durante la crisis asiática entre 1998 y 1999- y acentuó las mermas en el tercer cuarto, al retroceder 9,9%.

(Diario Financiero) En el mercado ya dan por descontado que este año está «jugado», especialmente luego del recorte a las proyecciones que realizó el Banco Central en su último Informe de Política Monetaria (IPoM): la economía chilena crecerá menos del 2% en el actual ejercicio, mientras que la inversión y la demanda interna anotarán contracciones que oscilan entre 1% y 6%.

Asimismo, el consumo registrará una expansión de menos de la mitad de lo alcanzado en 2013, debido -entre otras cosas- a una inflación que se empinará a 4,8%, su nivel más alto desde la crisis subprime. De esta manera, 2014 cerrará con varios hitos oscuros para la economía local, a los que aportará el menor crecimiento -dejando de lado las crisis económicas- en medio siglo, además de la octava mayor contracción de la inversión en los últimos 53 años. La excepción será el positivo nivel del desempleo.

PIB: sin contar crisis, será el menor desde 1965

Sin duda 2014 ha sido un año que ha sorprendido a la baja en términos de crecimiento. Las perspectivas de actividad pasaron rápidamente de niveles sobre 4% a unos inferiores a 2%. El mismo Banco Central recortó a 1,7% su estimación de Producto para este año en el Informe de Política Monetaria (IPoM) del lunes, con lo que la actividad anotaría su peor desempeño desde la recesión de 2009.

Sin embargo, al excluir del registro histórico de desempeño de la economía chilena el efecto de las crisis internacionales y los shocks internos -como en los ’70 y ’80-, el PIB se expandirá a su menor ritmo desde 1965 según precisa el gerente de Estudios de Gemines, Alejandro Fernández. Entonces, avanzó sólo 1%.

En el mercado aún esperan que se produzca el esperado punto de inflexión en el deterioro de la actividad que el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, ha anunciado en los últimos meses, situación que fue desestimado por el Banco Central en su presentación en el Senado.

«El Banco Central reconoce que la actividad interna se ha desacelerado más de lo que se tenía previsto en el informe anterior, y que la economía todavía no da señales de recuperar un mayor nivel de expansión», dijeron en Banco Santander.

La opinión es compartida por el subgerente de Estudios Macro de Inversiones Security, César Guzmán: «En este contexto, creemos que la autoridad monetaria reduciría la tasa de interés en los primeros meses de 2015, para situarla en 2,5%».

El recorte a la proyección de actividad para este año coincide con el escenario base de EuroAmerica, donde también esperan una política monetaria más expansiva en los próximos meses. «Seguimos pensando en la necesidad de nuevos recortes de TPM, recortes que debiesen aplicarse no más allá del 1T15», dijeron.

Consumo, lo peor desde 2009

Uno de los componentes de la demanda interna que más rápido se ha desacelerado en lo que va del año es el consumo total.

El instituto emisor tomó nota de esto y recortó a 2,4% su proyección para este año, con lo que el indicador cerraría con su menor expansión desde la recesión de 2009, cuando avanzó un leve 0,8%.

En la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) esperan un crecimiento algo mayor para el consumo en 2014 (2,6%), aunque lo peor estaría aún por venir debido al deterioro que se espera en el mercado laboral. «La mayor parte de las proyecciones privadas apunta a un menor crecimiento del empleo y a una mayor tasa de desocupación hacia 2015, lo cual es un factor que afecta directamente el sentimiento de confianza de los hogares», dijeron en un informe.

Mayor bajón de la demanda local desde la recesión

Hace un par de semanas, el ministro de Hacienda del gobierno anterior, Felipe Larraín, fue claro: «La economía no está en recesión porque la sostiene el sector externo». Las palabras del ex jefe de Teatinos 120 dan cuenta de una debilidad prolongada de la demanda interna, que se ha ido desacelerando con rapidez desde el segundo trimestre del año pasado y que este año ha registrado tres trimestres seguidos de contracción. Esto llevó al Banco Central a abrirse a un escenario recesivo de la demanda interna, la que caerá 0,7% este año, desde la estimación de un alza de 0,1% en el informe de septiembre. Esta será la mayor caída en el indicador desde la recesión del año 2009, cuando se desplomó un 5,7%

Inflación cerrará el año como la más alta desde crisis subprime

Otra de las sorpresas no gratas de la economía este año ha sido el fuerte incremento de la inflación. A inicios de año, las expectativas incorporadas en los precios anticipaban una variación del IPC de a lo más 3%, sin embargo la fuerte devaluación del peso incidió en que a partir de marzo las inflaciones mensuales sorprendieran al alza y rápidamente se empinaran sobre el rango meta del Banco Central, superando incluso el 5,5%.

Por lo mismo, el instituto emisor revisó en siete décimas al alza su estimación para diciembre, hasta 4,8%, con lo que los precios internos anotarán su mayor incremento desde la crisis subprime, en 2008. «El pronóstico de inflación tiene implícito un registro comparativamente menos negativo para diciembre», dice el economista de Scotiabank Chile, Benjamín Sierra.

Caída de la inversión, una de las más grandes en 53 años

Uno de los «buques insignia» del proceso de desaceleración de la economía ha sido la inversión: la formación bruta de capital fijo registra cinco trimestres consecutivos de caídas -igualando el registro durante la crisis asiática entre 1998 y 1999- y acentuó las mermas en el tercer cuarto, al retroceder 9,9%. Esto llevó al instituto emisor a rebajar aún más su estimación para el retroceso de la inversión este año, con una caída de 6,2%, la más importante desde la crisis de 2009. Sin embargo, desde una mirada más amplia, el desplome de este año será el octavo más relevante en los últimos 53 años, detrás de la caída de casi 40% que registró el indicador en 1982.

César Guzmán, de Inversiones Security, descarta que las expectativas del sector privado se recuperen en el corto plazo, lo que incidiría en una recuperación en los niveles de inversión. «Las mencionadas expectativas se mantendrían deprimidas por más tiempo», dice.

Importaciones más deprimidas en cinco años

Una de las principales consecuencias de la debilidad de la demanda interna y del incremento en el valor del dólar es el menor dinamismo de las importaciones, el cual este año ha superado todas las estimaciones.

Las internaciones de bienes y servicios completan cuatro trimestres de caídas y el Banco Central reajustó en dos puntos a la baja sus proyecciones para este año, situándolas en una caída de 5,9%.

Este será el mínimo rendimiento del sector importador desde la recesión de hace cinco años, y se explica por el importante incremento del dólar -que pasó de niveles de $ 520 a $ 620 en el período-, lo que incentiva las exportaciones y contrae los envíos.

A esto se le agrega el efecto del menor dinamismo del consumo doméstico ante el deterioro del mercado laboral.

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